El parque infantil decano del ocio en Benidorm ya es historia. Como ha ocurrido con muchas otras empresas que intentan sobrevivir con uñas y dientes, la pandemia de coronavirus obligó al parque de atracciones Festilandia a cerrar sus puertas el pasado mes de marzo y ahora ha acabado por convertirlo en otra más de sus víctimas colaterales. La propiedad del complejo ha iniciado estos días el desmontaje de todas las atracciones del recinto, ubicado en mitad de la avenida del Mediterráneo de la ciudad turística y que en las últimas tres décadas se había convertido en un símbolo de la escena urbana benidormense. Ahora, apenas son ya visibles sus atracciones, aunque los propietarios esperan que sea por poco tiempo.
Cientos, miles de niños de Benidorm y de cualquier otro punto de España o de Europa, han pasado tardes divertidas en Festilandia a lo largo de sus 28 años de historia, cuando cogió el relevo del también desaparecido Europa Park. De hecho, desde entonces, este parque no había tenido rival. Ni siquiera la apertura de grandes complejos de atracciones o temáticos en la ciudad, como Terra Mítica, lograron hacerle sombra. Solo el covid-19 parece haberlo conseguido.
«En marzo, como todo el mundo, tuvimos que cerrar y ya después ha sido muy difícil poder reabrir, prácticamente imposible, porque había que implantar muchas medidas de seguridad y de control sanitario y no queríamos poner en riesgo a nadie», explica Honorio Perea, propietario de la instalación.
Ahora, la empresa, se ha propuesto que este parón sirva para marcar un antes y un después en la historia de Festilandia. Porque, al menos en sus planes, el futuro de este parque no pasa por su desaparición, sino por poder volver a reabrir sus puertas en unos meses, si la situación sanitaria y económica lo permite, con atracciones renovadas y un «nuevo concepto de ocio», según ha avanzado Honorio Perea.
«Nos gustaría mucho poder volver a estar operativos para la próxima Semana Santa, aunque eso dependerá de cómo evolucione todo», manifestó el propietario de este emblemático complejo, quien también dejó clara su voluntad de poder seguir aportando: «Hay una empresa con interés en hacerse cargo del proyecto y que tiene experiencia en este sector, así que el objetivo sería poder reabrir cuanto antes, generar entre 28 y 30 puestos de trabajo y, sobre todo, volver a añadir nuestro granito de arena para mejorar la oferta lúdica y familiar de Benidorm».
Mal momento
Festilandia no es el único parque que se ha visto de lleno golpeado por la crisis del coronavirus y, con ella, el desplome del turismo en esta ciudad, donde la oferta lúdica es inmensa. El complejo temático Terra Mítica, propiedad del empresario Georges Santa-Maria, tampoco ha reabierto en todo el año sus puertas, mientras que Mundomar y Aqualandia, también de Santa-Maria, cerraron a mediados del pasado agosto. El único complejo que por ahora resiste en la ciudad es Terra Natura, con previsión de apertura limitada a los fines de semana, al menos, hasta marzo.