El Tossal de La Cala es uno de los enclaves más emblemáticos de Benidorm. Una ermita y la entrada al nuevo museo coronan la parte alta y un mirador permite ver la bahía. En los últimos meses, los jóvenes, cuando cae la tarde y sobre todo los findes de semana, se reúnen ahí para hacer botellón, una práctica que se extiende a otros espacios como el espigón del puerto o a los parques. Por ello, la Policía Local ha intensificado sus visitas a estos puntos para aumentar la vigilancia, controlar esta práctica y que los jóvenes, además, cumplan con las medidas sanitarias.

La ermita del Tossal donde se juntan los jóvenes y los vecinos piden más alumbrado. | DAVID REVENGA

Que este mirador junto a la ermita se haya convertido en lugar de reunión para los jóvenes tiene preocupados a los vecinos. Primero porque «lo dejan todo sucio, no recogen e incluso destrozan o se llevan cosas», indicó José Merino, vecino y miembro de la Asociación de Amigos de la Ermita de la Virgen del Mar de La Cala. Los residentes aseguran que «se juntan y lo dejan todo lleno de botellas o cristales pero también rompen el suelo o incluso se han llegado a llevar cosas que tenemos en la capilla». Un vandalismo que quieren acatar y por eso piden que la Policía Local «esté encima y que nos pongan más luz o cámaras». Esta situación también llegó al Ayuntamiento ya que Ciudadanos (Cs) denunció en una comisión la «asiduidad con la que se realizan botellones» en esta zona de La Cala «generando suciedad y falta de seguridad». El portavoz de la formación, Juan Balastegui, añadió que es una «irresponsabilidad absoluta» si se conoce esta práctica y no se ponen medios para acatarla. Así, solicitan además que se extreme también la vigilancia en parques como el de l’Aigüera.

¿Y qué medidas está tomando el Ayuntamiento? El concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, explicó que existe una acción coordinada entre la Policía Local y el servicio de limpieza para detectar los lugares donde «hay botellón». A partir de ahí, los agentes organizan sus rutas para acudir a esas zonas entre las que se encuentra el Tossal o el espigón del puerto así como los parques. Una vigilancia que se intensifica por las noches y los fines de semana para frenar el problema; según el edil, con «servicios extraordiarios». Con todo, la presencia policial consigue en alguna ocasión disuadir a los jóvenes a volver.

No solo botellón

Pero no solo es una cuestión de hacer botellón. Los jóvenes que se juntan lo hacen en muchos casos «sin mantener la distancia de seguridad, se quitan las mascarillas y no cumplen con las medidas sanitarias». Algo que también preocupa por la situación actual. Aunque sí es cierto que algunas fuentes indican que muchos sí cumplen con la normativa y acuden a estas zonas solo para estar reunidos al aire libre.

El edil del área apuntó que «en algunos casos se sanciona» por consumir alcohol en la vía pública, por no llevar la mascarilla o por estar fumando y no cumplir con la distancia de seguridad. Unas propuestas de sanción que llegan a los 150 euros en el caso de Benidorm y que son trasladadas al Consell para que imponga la misma.