La Policía Nacional ha detenido en Benidorm a cuatro presuntos miembros de un grupo criminal que estafó más de un millón de euros a clientes de bancos tanto de España como de otros países. Para ello accedían a sus cuentas tras engañarles mediante llamadas telefónicas en las que se hacían pasar por técnicos informáticos y también pedían préstamos bancarios a nombre de personas cuya identidad conseguían a través de anuncios de trabajo o alquiler de viviendas en internet. Los detenidos son cuatro españoles de entre 34 y 71 años. El Grupo VI de Policía Judicial de la Comisaría de Benidorm inició las pesquisas a principios de este año tras una información facilitada por una entidad bancaria que alertaba de unos movimientos registrados en varias cuentas que eran muy sospechosos de ser fraudulentos. Se trataba de cuentas abiertas a través de internet donde se recibían importantes sumas de dinero mediante transferencias procedentes de cuentas de empresas y de personas residentes en España y en el extranjero. Con estos datos la Policía comenzó a estudiar las transferencias bajo sospecha y comprobó que el dinero procedía de cuentas bancarias cuyos titulares habían sido víctimas de una estafa y así lo habían denunciado. La Policía comprobó asimismo que los titulares de las cuentas corrientes donde se recibían las transferencias tenían vínculos entre ellos y el dinero que recibían los transferían luego entre sus cuentas. Los investigadores descubrieron además que había muchas víctimas de la estafa y que los estafadores formaban un grupo bien estructurado donde cada implicado tenía asignada una tarea para llegar a su objetivo final, vaciar las cuentas de las personas estafadas o dejarlas endeudadas pidiendo préstamos usurpando la identidad de las víctimas. La organización pudo obtener así unos beneficios superiores al millón de euros y tenía dos sistemas para consumar el fraude. Uno de ellos consistía en insertar anuncios de viviendas en alquiler o de trabajos en plataformas de internet. Cuando los interesados contactaban para preguntar los estafadores les requerían una serie de documentación y con ella pedían préstamos personales en diferentes entidades financieras. De este modo le dejaban una deuda involuntaria a la víctima y a la financiera que daba los préstamos un impago.

Acceso a ordenadores

El otro método empleado por los estafadores para obtener dinero de forma ilícita consistía en efectuar llamadas telefónicas a las víctimas haciéndose pasar por técnicos informáticos. Hacían creer a las víctimas que sus ordenadores o teléfonos móviles necesitaban una serie de actualizaciones y les indicaban un programa que debían descargarse para tener acceso remoto a dichos dispositivos. Cuando consumaban el engaño los estafadores tenían acceso a toda la información bancaria de las víctimas sin que ellas se dieran cuenta del fraude. Lo descubrían cuando los criminales usaban las claves de sus cuentas bancarias para realizar numerosas transferencias a sus cuentas. La Policía Nacional pudo identificar a los titulares de las cuentas bancarias y a otros miembros de la organización. Detuvo a cuatro implicados en Benidorm y busca a más estafadores. Les acusan de delitos de estafa continuada, falsificación de documentos y pertenencia a grupo criminal.