La Vila Joiosa seguirá siendo también por ahora «Villajoyosa». La eliminación de este último topónimo que planteó y aprobó en septiembre el tripartito (PSOE, Compromís y Gent per La Vila) tendrá que esperar ya que ayer, en la sesión plenaria en la que se iba a debatir otra vez el asunto, el Gobierno local retiró la propuesta del orden del día. La razón: la falta de informes por parte de la Generalitat Valenciana sobre el proceso administrativo que tiene que seguir el Ayuntamiento para hacer efectivo ese cambio.

Sin embargo, durante el pleno de ayer no se dio ninguna explicación en el momento de por qué se retiraba el punto del orden del día. A mitad de la sesión plenaria, el concejal de Compromís José Carlos Gil, quien iba a defender la misma, tomó la palabra para retirar el asunto de la sesión alegando que se tenía que ausentar de la misma por motivos personales. Nada más se dijo en ese momento aunque los presentes en el pleno preguntaron si se habría podido debatir antes, como así hizo el portavoz del PP Jaime Lloret; algo a lo que el secretario municipal ha contestado afirmativamente.

Pero, aunque no dio tiempo a explicarlo en la sesión telemática, parece que esa retirada del punto tenía una explicación administrativa. Según explicó el concejal de Compromís Josep Castiñeira a este diario, el Consell «exige un informe» para cambiar el nombre de un municipio. Y ahí está la duda: que como en este caso no es un cambio sino la eliminación de un topónimo, parece que los departamentos autonómicos no se ponen de acuerdo sobre si es necesaria esa documentación o no y el Ayuntamiento tampoco lo tiene aún claro. Así que está a la espera de que, tanto la Conselleria de Territorio como la de Cultura, se pronuncien sobre el proceso administrativo que hay que seguir a partir de este momento (ya que sería la Academia Valenciana de la Llengua la que es competente en este asunto) y si la propuesta debe volver a pleno con ese informe preceptivo o no. Con todo, el edil explicó que sí se ha hecho un informe municipal desde el área de Normalització Llingüística.

Cabe recordar que la eliminación del topónimo «Villajoyosa» se aprobó en el pleno de septiembre con los votos a favor del tripartito (11 votos) y con PP y Cs en contra (10 votos). Entre los votos a favor, los del portavoz de Gent per La Vila, Pedro Alemany, quien forma gobierno con PSOE y Compromís, que solo hace tres años, cuando estaba en el Ejecutivo con PSOE y EU, votó en contra de la misma propuesta pero que esta vez sí la apoyó. De hecho, ayer PP y Cs, que se mostraron en contra de esta cuestión desde que se planteó al pleno, indicaron en un comunicado que «con independencia de las llamativas formas utilizadas» por el tripartito en el pleno, estaban «enormemente satisfechos por la retirada del punto» y que «se debe al masivo rechazo mostrado por los vileros». Tanto que fueron más allá y alegaron que «incluso alcanzaría a algunos miembros del propio equipo de gobierno, pues no todos los concejales del tripartito vilero estaban por la labor de eliminar el nombre de Villajoyosa de la denominación oficial de la ciudad».

También se pronunció ayer la plataforma «Hablemos Español» que incluso está recogiendo firmas e hizo una concentración hace unas semanas para mostrar su rechazo. Así, afirman que han sido estos movimientos los que han hecho que se retirara el punto. Tanto los dos partidos como esta entidad se adjudican el «éxito» de lo hecho por el tripartito. Con todo, habrá que esperar para ver si la propuesta vuelve al pleno o qué proceso administrativo sigue ahora el tripartito para sacarla adelante.

Propuesta rechazada ya en el pleno hace 3 años

Hace 3 años, la moción ya fue rechazada. Entonces, el portavoz de Gent per La Vila, Pedro Alemany, que también gobernaba junto a Verdú en un tripartito formado por PSOE, EU y Gent per La Vila, unió su voto a los de PP y Cs e impidió sacar adelante la propuesta, justificando su rechazo en que «se debería haber hecho una consulta al pueblo, a los vecinos, porque de lo que se trataba era de eliminar el nombre Villajoyosa de un plumazo sin ni siquiera haber preguntado a los ciudadanos su opinión».