Los temporales de finales de 2019 y principios de 2020 dejaron a su paso el arrastre de grava y materiales varios en los ríos de la provincia, entre ellos, el Algar que desemboca en Altea, algo que, poco a poco, va mermando el almacenaje de agua que tienen las distintas presas que hay en este río. Por ello, el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa ha puesto en marcha unas obras con las que está dragando una de ellas para conseguir ganar capacidad al fondo.

En concreto, esta adecuación y extracción se está realizando en el azud de la estación de bombeo de Mandem, situada donde se une el río Guadalest con el Algar, según explicó a este diario el ingeniero director del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Jaime Berenguer. Una infraestructura que sirve para abastecimiento y riego y que, tras los temporales antes citados, se llenó de sedimentos que mermaron su capacidad de uso. «Se está vaciando para que vuelva a tener los 10.000 metros cuadrados de capacidad» con los que cuenta esa presa, indicó el responsable de la entidad.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 106.000 euros que se afronta con fondos propios del Consorcio de Aguas tras solicitar una ayuda al Ministerio dentro del decreto especial de ayudas para las consecuencias de la DANA que no fue concedida. Las obras está previsto que finalicen a principios de diciembre. En la zona se pueden ver las máquinas trabajando para extraer la grava depositada, no solo de esos temporales, sino la de los últimos años. Así, según las cifras ofrecidas en enero cuando se produjo el temporal, el desembalse de agua del pantano de Guadalest provocó que en el punto del Azud del Algar, situado más abajo del embalse, hubiera un paso de agua de 75 metros cúbicos por segundo, lo que puso en peligro las infraestructuras de la zona.

Berenguer indicó que «se suele realizar una actuación de este tipo en las presas cada cuatro o cinco años» aunque tras los últimos temporales se había hecho más necesaria. Con estos trabajos se devolverá la capacidad de uso a esta presa que podrá almacenar más agua para distribuirla a lo largo de las conducciones existentes.

Pero la comarca tiene desde hace tiempo una petición más amplia: dragar el fondo de los embalses para aumentar la capacidad de uso y almacenamiento de agua. Y es algo que Benidorm lleva tiempo pidiendo que se haga en Guadalest para evitar la pérdida de la misma. De hecho, el concejal de Aguas de Benidorm, José Ramón González de Zárate, ha reclamado en más de una ocasión al Ministerio y a la Confederación Hidrográfica del Júcar que inviertan en el dragado del embalse o se eleve la coronación de la presa para aumentar la capacidad del mismo: «Es necesario que laCHJ actúe en este sentido».

Una reivindicación que también se ha debatido en el Consorcio de Aguas y que ayudaría a aumentar la capacidad de la presa y no tener que desembalsar agua al mar. Berenguer explicó que dragar los pantanos «es más complicado», entre otras cosas, por el alto coste que supondría. Así explicó que la última petición planteada también es «habilitar los desagües de fondo».

Guijarros para la playa y el cauce del afluente

La actuación que se está llevando a cabo en la presa de Mandem, en el río Algar, servirá para dragar la grava y, según explicó el ingeniero director del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Jaime Berenguer, «Costas ha pedido que sirva para regenerar la playa de Altea». Pero además, una pequeña parte, «vamos a llevarla aguas abajo del azud. Cuando venga otra tormenta la arrastrará hacia el mar de forma natural».