Llevan desde marzo sin poder montar sus puestos y ocho meses después han dicho «basta». Vendedores de ropa y calzado del mercadillo municipal de Benidorm estudian demandar al Ayuntamiento de la ciudad por daños y perjuicios, al no dejarles en todo este tiempo recuperar su trabajo en el mercado que se monta todos los miércoles en la ciudad. Afirman que la mayoría de ellos se encuentran en una «situación límite» y exigen al gobierno local una solución inmediata para poder subsistir. El concejal de Comercio, Lorenzo Medina, avanzó ayer que desde el consistorio tienen ya prácticamente ultimado el proyecto que permitirá ganar espacio para que estos mercaderes vuelvan a montar y que podrían presentar hoy.

Como ha venido reflejando este diario, el mercadillo municipal de Benidorm es el único de la provincia -«y de toda España», según los afectados- que desde que recuperó su actividad tras el confinamiento duro, no ha vuelto a recuperar los puestos de productos textiles. A finales de junio, cuando autorizó su reapertura, el Ayuntamiento tan solo permitió la venta de fruta, verdura y otros productos de alimentación, pero no el textil, alegando problemas de espacio para garantizar la distancia y otras medidas de seguridad. Entonces, se entendía que esta decisión sería temporal, pero se ha prolongado pese a las reiteradas peticiones de los comerciantes: 190 familias cuyo principal ingreso era la venta en el mercadillo de Benidorm.

La tardanza en poder volver a montar sus paradas ha llevado a muchos de ellos a estar «pasándolo muy, muy mal»: «Hay familias que estamos teniendo que ir a las colas del hambre porque nos hemos quedado sin nada; llevamos ocho meses sin poder vender y, como cualquier autónomo, tenemos que seguir pagando nuestras cuotas y otros gastos para poder sobrevivir, mantiene Genoveva, una de las vendedoras.

Otros comerciantes que compatibilizan la asistencia a este mercado con otros de la provincia, como Vicente García, cuya familia vende en mercadillos desde hace medio siglo, explica que Benidorm representa «el 50% de la facturación. Después de tantos meses sin venir, he tenido que despedir a dos empleados porque no nos llega para pagarlo todo».

«Nosotros lo que queremos es trabajar y que no se nos discrimine. El pequeño comercio está abierto, las grandes superficies están abiertas, y no entendemos por qué el Ayuntamiento de Benidorm está poniendo tantas dificultades para que aquí también se pueda montar», mantiene Matilde Asensi, la presidenta provincial de vendedores de mercados. Asensi afirma que no hay ninguna ley que ampare la decisión del Ayuntamiento, puesto que la única restricción del Consell es la limitación de aforo al 50%, y recuerda que estos vendedores «también pagamos unas tasas municipales bastante elevadas». Igualmente, tanto ella como otros perjudicados afirman que «si en Elda o Petrer, que tienen confinamiento perimetral, no se ha perdido ni un solo día de mercadillo, qué justifica que aquí no se pueda vender ropa o calzado».

El Gobierno local dice ser consciente de la delicada situación por la que atraviesan y confía en que la situación se resuelva «muy pronto».

Proponen montar al 50% o con 8 metros como mínimo

Entre las quejas de los comerciantes también está la falta de diálogo entre ambas partes. «No han querido ni reunirse con nosotros», lamentan. Los afectados han contratado a un abogado con el que, según el Gobierno local, sí habrían tenido contactos. Entre las propuestas que han planteado los vendedores está montar por turnos al 50% o reducir el espacio de las paradas, aunque no por debajo de los 8 metros.