La falta de turistas por las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia de covid-19 volverá a dejar en pocos días una nueva imagen insólita en las playas de Benidorm. La capital turística de la Costa Blanca, que en condiciones normales mantiene en plena actividad sus arenales durante los 365 días del año, se quedará sin servicio de hamacas hasta el próximo mes de marzo, manteniendo únicamente la limpieza y el socorrismo para no dejar totalmente desatendidas lo que políticos y ciudadanía reconocen como «las joyas de la corona» de la localidad.

El Ayuntamiento ha autorizado a la empresa concesionaria de la gestión integral de las playas, la mercantil RA Benidorm, gestionada por el empresario Ramón Román, a cesar temporalmente el servicio de alquiler de hamacas y sombrillas, atendiendo así el requerimiento formulado por la propia mercantil el pasado octubre. En él, la firma aseguraba que el empeoramiento de la situación de los mercados turísticos originado por la crisis sanitaria había desembocado en una «nula afluencia de usuarios» al servicio de alquiler de mobiliario en las playas, por lo que solicitaba dejar de prestar el servicio hasta el 28 de febrero de 2021 y facturar solo los servicios que efectivamente se prestasen de limpieza y socorrismo, pero adecuándolos en cualquier caso «a la realidad actual de uso de las playas».

La súplica de la concesionaria para intentar minimizar las pérdidas ha sido atendida por unanimidad de los grupos municipales del consistorio, que este miércoles en pleno coincidieron en reconocer el desplome absoluto de turistas que se ha producido desde marzo en Benidorm debido a la pandemia y que el mismo estaría teniendo, sin duda, su efecto sobre los servicios que presta RA Benidorm.

La propuesta viene también respaldada por numerosos informes técnicos. La edil de Playas, Mónica Gómez, aludió a un informe firmado por el técnico de Contratación y Patrimonio el pasado 13 de noviembre, en el que el funcionario reconoce la existencia de un desequilibrio económico en la concesión, debido a la caída de ingresos obtenidos de la explotación de hamacas, con los que la empresa habría de soportar los gastos ocasionados por los servicios limpieza, socorrismo y playas accesibles. El técnico abunda en esta idea para, después, recordar que la Ley de Contratos del Sector Público prevé que las administraciones «deberán restablecer el equilibrio económico del contrato» cuando se den dos supuestos que, a su juicio, es «obvio» que confluyen en este caso: actuaciones de la Administración que determinen de forma directa la ruptura sustancial de la economía del contrato -es decir, las restricciones y medidas de confinamiento decretadas para frenar los contagios- ; y causas de fuerza mayor que determinaran de forma directa la ruptura sustancial de la economía del contrato -como sería la propia pandemia en sí-.

Revisión en febrero

Entre los acuerdos adoptados para intentar restablecer el equilibrio económico de la concesión, además de permitir que la empresa deje de colocar a diario hamacas y sombrillas en las playas hasta marzo, el Ayuntamiento ha decidido no liquidar el canon por la explotación de hamacas y sombrillas entre el 15 de octubre de 2020 y el 28 de febrero de 2021.

Igualmente, el Ayuntamiento ha acordado que la concesionaria deberá prestar los servicios mínimos determinados por los técnicos municipales, cuantificados por la mercantil por un importe máximo de 226.107,75 euros más IVA, una cuantía que se correspondería con «los costes reales de limpieza de playas y socorrismo», para el mismo periodo: entre el 15 de octubre y el 28 de febrero.

El acuerdo entre el Ayuntamiento y la concesionaria también recoge que en febrero se elevará al pleno una nueva propuesta sobre los servicios a prestar en las playas que se elaborará teniendo en cuenta la evolución de la pandemia.