Ruido casi insoportable día tras día por el paso de vehículos. Esto es a lo que se enfrentan unos 300 vecinos de la urbanización Terra Marina de Finestrat que viven a solo unos metros de la AP-7, liberalizada hace más de un año. Hace seis meses, pedían la insonorización de la misma por el sonido que les llega a sus casas y que se ha incrementado desde que se abrió al tráfico de vehículos sin pagar; e, incluso, han recogido firmas para que el Ministerio de Fomento les hiciera caso.

Ahora un estudio acústico del Ayuntamiento les ha dado la razón. Y es que, tras realizar mediciones en la zona, se ha comprobado que, tras esa liberalización, los niveles de ruido estarían en algunos puntos por encima del máximo permitido, estipulado en los 65 decibelios (db). Así lo explicó el alcalde del municipio Juan Francisco Pérez quien ayer se reunió, junto con el concejal de Obras y Proyectos, José Vicente Lloret y el Ingeniero técnico, José Ángel Llorca, con dos de los representantes de los vecinos de esta urbanización, Roberto García y Nina Llorca, para informarles sobre las conclusiones de ese estudio acústico llevado a cabo en diciembre.

En concreto, los muestreos acústicos se realizaron entre el 4 y el 11 de diciembre de 2020, en 4 puntos distintos de la urbanización Terra Marina y a diferentes horas de mañana y tarde. Según las conclusiones de estos ensayos «para las posiciones y momentos de medición en algunos casos se superan 65db, niveles máximos admisibles recogidos en la normativa del Consell de planificación y gestión en materia de contaminación acústica» (Decreto 104/2006 de 14 de julio), apuntó el alcalde. Estos niveles superiores a 65db también están por encima del objetivo de calidad acústica para áreas urbanizadas que estableció el Ministerio de Fomento para su red de carreteras en su Plan de Acción contra el Ruido de julio de 2016.

Esos problemas acústicos se dan en la urbanización Terra Marina, ubicada en la zona de urbanizaciones del municipio entre la Cala y el casco histórico, que se divide en cinco sectores en los que hay cerca de 300 viviendas. En uno de ellos, el R5, donde hay unas 60 casas unifamiliares, es donde se ubican las viviendas más próximas a la AP-7, como ya publicó este diario en agosto cuando los vecinos denunciaron su caso. En aquel momento, los residentes narraban cómo el sonido se había duplicado o triplicado desde que se liberalizó la antigua autopista. Así comenzaron entonces una recogida de firmas para que Fomento insonorizara la carretera.

Alegaciones a Fomento

El alcalde ya recibió entonces a los vecinos y les prometió ese estudio acústico para remitirlo junto a las firmas al departamento de carreteras. Unas rúbricas que han llegado a 200 recogidas por los propios vecinos para reclamar medidas que disminuyan la contaminación acústica en las zonas afectadas. «Les hemos anunciado que ese estudio les da la razón porque los niveles superan los 65db, que es el máximo permitido por la normativa de la Comunitat y del propio Ministerio para su red de carreteras», afirmó Pérez.

Por tanto, desde el Ayuntamiento «haremos las alegaciones ante Fomento para que subsane estas deficiencias cuanto antes». Pero además, recordaron que las mediciones se han hecho en una época «atípica» debido a la situación actual y las restricciones de movilidad y, aún así, «superan» ese máximo permitido. Por tanto, esta situación «se agravará con el aumento del tráfico en la AP-7 cuando salgamos de las restricciones».