El padrón municipal refleja cada año cuántos habitantes tiene cada municipio, pero no son números al uso, sino que llevan aparejados beneficios tanto para aquellos que figuran en él como para la propia localidad. Algo que pasa desapercibido entre los residentes, tanto, que muchos son reacios a empadronarse. Algunos por la falta de información sobre qué puede aportarles; otros, por el propio desconocimiento de cómo funciona, sobre todo en el caso de los extranjeros. Circunstancias que provocan que ayuntamientos de la Marina Baixa tengan problemas cada año para concienciar a las personas de que tienen que inscribirse en él.

Así lo confirmaron varias administraciones locales quienes, casi anualmente, lanzan campañas para informar sobre los beneficios e intentan que la población entienda que este trámite es necesario, no solo para ellos particularmente, sino para la ciudad en la que viven. Y es que, el número de habitantes va aparejado a cuestiones como lo que se recibe de otras administraciones que hace que se puedan ofrecer más o menos servicios públicos.

Benidorm es uno de los municipios que lleva años realizando campañas que aún no han dado todos los frutos que el Ayuntamiento esperaba. Porque desde hace tiempo su objetivo está en superar los 75.000 habitantes, una cifra que le convertiría en gran ciudad y obtendría más beneficios del estado. El último año, la ciudad turística ganó 1.729 vecinos llegando a 70.450 habitantes. La concejala de Residentes Extranjeros, Atención al Ciudadano y Estadística, Ana Pellicer, explicó que se hace una labor de «concienciación», primero por los «beneficios que tiene para ellos»; segundo, «para el municipio». Y es que muchos desconocen que estando en el padrón se tiene acceso a la asistencia sanitaria (es el documento a aportar para la asignación de centro de salud por ejemplo), a las actividades deportivas, a los colegios o cualquier servicio municipal. Incluso algunos ayuntamientos ofrecen precios especiales o gratuitos para el uso de instalaciones si se está empadronado.

Conseguir que aquellos que aún no están en las listas de población lo hagan es complicado. «A la gente le cuesta empadronarse», explicó el portavoz del gobierno de l’Alfàs del Pi, Toni Such, quien indicó que «tienes que hacer campañas agresivas para explicar los beneficios y la necesidad» para ellos pero también «para que entiendan lo importante que es para el municipio». En la localidad, incluso se ha ido casa por casa en la que a veces acompaña al funcionario la Policía Local para dar más seguridad a aquellos a los que se les está explicando porque «a veces no se fían». Concienciar a esta población de otros países es una de las tareas más repetida, ya que «piensan que van a perder una parte de su identidad», indicó Pellicer. Pero también por «miedo tributario», es decir, piensan que tendrá consecuencias en sus respectivos países de origen. Y ese es uno de los puntos en los que se hace hincapié desde La Nucía. Jessica Gommans, concejala de Residentes Extranjeros, explicó que «siempre hay colectivos que les cuesta más empadronarse». Para ello, organizan campañas con charlas colectivas o individuales en las que se explica el procedimiento, los beneficios que tienen y que no se va a modificar nada de su parte económica. Así la Oficina de Atención al Extranjero es la que trabaja con ellos para «resolver las dudas que tienen porque muchos no saben cómo funciona el padrón porque no es igual en sus países». Con todo, la edil indicó que «desde la Concejalía hacemos hincapié dos veces al año al menos en los boletines que mandamos en cinco idiomas».

Causa-efecto

Pero en lo que sí coinciden todos es en que la reacción es inmediata cuando las personas «lo necesitan». Es decir, en el caso de querer llevar a los niños a un colegio, obtener ayudas como las que se han lanzado por la pandemia o para cualquier trámite para el que sea un requisito. Y eso pasó en Benidorm, La Vila Joiosa, l’Alfàs del Pi o La Nucía con la llegada del Brexit. Este acuerdo de la UE hizo que los ciudadanos ingleses que querían seguir residiendo en España necesitaran estar empadronados. La capital turística multiplicó los registros de estos ciudadanos, pero también La Vila Joiosa que sigue recibiendo peticiones. En la localidad, además, se está mirando con lupa los nuevos empadronamientos para que realmente cumplan los requisitos. Porque en la otra cara de la moneda están aquellos que usan la «picaresca» para lograr los beneficios de un municipio sin vivir en él.

Reacios a empadronarse