El parón turístico del último año ha provocado que Benidorm haya reducido en un 40 por ciento la generación de residuos sólidos urbanos durante 2020 con respecto al año inmediatamente anterior. Así se recoge en un balance dado a conocer por el Ayuntamiento benidormense, según el cual la ciudad produjo a lo largo del pasado año 34.500 toneladas de basura frente a las 57.100 generadas en 2019.

El consumo de agua fue otro de los indicadores que también cayó drásticamente debido a las restricciones a la movilidad. En concreto, los vecinos de Benidorm bebieron 7,3 hectómetros cúbicos de agua frente a los 10,2 hectómetros cúbicos que se consumieron en el 19, lo que representa un descenso también de un 30% con respecto al gasto hídrico de la localidad en un año «normal».

El concejal de Limpieza Viaria y Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate afirma que estas cifras «evidencian que el turismo, en situación de normalidad, viene a generar el 50% de consumo de agua y producción de residuos del total, superando los datos de la población de derecho», si bien ha puntualizado que Benidorm cuenta siempre con más población que la oficial, debido al alto número de residentes no empadronados pero que pasan aquí largas temporadas.

Por su parte, la edil de Medio Ambiente, Mónica Gómez, ha destacado que la población ha seguido manteniendo un «destacado compromiso medioambiental» y es que el consumo de agua reciclada tan sólo se ha reducido un 8% mientras que, pese a la reducción de la actividad de la hostelería, recogió 1.751 toneladas de vidrio, muy por debajo del récord de 3.821 toneladas de 2019, pero que pone de evidencia «la responsabilidad de los ciudadanos».