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La pilota late con fuerza en las calles de Benidorm

La modalidad se mantiene viva en la Marina Baixa, donde los municipios apuestan por esta tradición

Una partida de pilota en la comarca con jugadores y público en plena jugada, en una imagen de archivo. | DAVID REVENGA

Emoción, clamor o enfado cuando un equipo no consigue los puntos. No es un partido de fútbol o de tenis, es pilota valenciana donde los jugadores, normalmente vestidos de rojo o azul, se la juegan solo con sus manos. Este deporte lleva dentro de él la tradición cultural e identidad de muchos municipios que aún a día de hoy mantienen viva esta práctica en sus calles o trinquets, pero también la inculcan a los más pequeños. En la Marina Baixa, muchos municipios cuentan con escuelas propias y los niños no quieren ser Piqué o Ronaldo sino Santi, Pablo o Pere Roc II; y quieren aprender a jugar al «raspall», la «escala i corda», o «llargues», las modalidades de este deporte. Aquí no eligen dar patadas a un balón o coger una raqueta sino que ponen sus propias manos para darle a la pelota con todas sus fuerzas.

En la comarca, la pilota se juega en la calle o en los trinquets. En Sella o Relleu es habitual ver una partida en el centro del municipio donde rojos y azules luchan por la victoria. En el primero, la Plaça Major sirve de cancha los fines de semana y se llegan a jugar en una situación normal hasta más de 80 duelos al año. Relleu también usa sus calles. Pero ambas localidades necesitaban más. La primera lo consiguió hace más de dos años: un trinquet propio donde poder jugar. Para ello, tuvieron la ayuda de la Diputación de Alicante que permitió convertir el antiguo frontón en ese trinquet al construir una muralla (como se denomina a la pared en este deporte).

Y Relleu está en el mismo camino. El alcalde, Lino Pascual, explicó a este diario que el Ayuntamiento tiene intención de construir un trinquet y, para ello, ya tiene una subvención también de la institución provincial para redactar el proyecto de 20.000 euros. El siguiente paso será conseguir financiación para construirlo. Esta instalación se ubicará en el polideportivo que lleva el nombre de un reconocido médico de la localidad, Bruno Lloret Buforn, y también se aprovechará una de las paredes para crearlo. «Será cubierto y la idea es que cumpla con las medidas para realizar partidas oficiales», indicó. Para ello, será de 48,5 metros de largo por 6,80 metros de ancho más los 4 metros de «l’escala», es decir, donde se coloca el público para seguir bien de cerca la partida.

Es decir, que servirá para que no solo se pueda entrenar sino que se celebren campeonatos y otras competiciones que permitan no solo poner a la localidad en el mapa de la «pilota» sino que ayude a que los niños que ahora forman parte de la escuela se «formen de forma más técnica que les permita tener un futuro» en este deporte, explicó a este diario Juan Ramón Such, responsable de la escuela de Sella-Relleu. Ésta es la que más títulos autonómicos ha conseguido en la historia en la modalidad de Llargues. Las dos localidades fusionaron su escuela y tienen ahora mismo 25 niños y 5 niñas en ella. La pilota va más allá del deporte en sí, «es fomentar la cultura valenciana y la tradición. Damos a conocer cuál era el deporte tradicional de los pueblos, el que se practicaba en la calle y con poco dinero», indicó Such.

Esa tradición no choca con que la comarca tenga «pilotaris» reconocidos que llevan el estandarte de la Marina Baixa por el mundo: Pablo de Sella, quien cuenta a sus espaldas con varios campeonatos, junto a Pere Roc II o Santi de Finestrat. Llevan la tradición en la sangre. Pere Roc II, de Benidorm, es nieto de otro «pilotari» de Sella. Y muchos de los que ahora son aprendices seguirán sus pasos en el futuro.

Pero no solo la Marina Baixa es el epicentro de la pilota con sus escuelas o trinquets como el de Sella o Benidorm. En la Marina Alta la tradición y este deporte también se mantiene muy vivo. También en municipios de l’Alacantí como Agost o El Campello o en l’Alcoià-El Comtat. Incluir partidas de este deporte cuando se celebran las fiestas patronales es habitual ya en muchas localidades para acercar esta parte de la cultura valenciana no solo a los aficionados sino a cualquier vecino o visitante. La partida en la calle es emocionante y poder verla en un trinquet es vivir la tradición entre paredes donde el espectador a veces se convierte en parte de la escena. Solo hay que estar bien atentos para no interferir en el juego.

Emoción, clamor o enfado cuando un equipo no consigue los puntos. No es un partido de fútbol o de tenis, es pilota valenciana donde los jugadores, normalmente vestidos de rojo o azul, se la juegan solo con sus manos. Este deporte lleva dentro de él la tradición cultural e identidad de muchos municipios que aún a día de hoy mantienen viva esta práctica en sus calles o trinquets, pero también la inculcan a los más pequeños. En la Marina Baixa, muchos municipios cuentan con escuelas propias y los niños no quieren ser Piqué o Ronaldo sino Santi, Pablo o Pere Roc II; y quieren aprender a jugar al «raspall», la «escala i corda», o «llargues», las modalidades de este deporte. Aquí no eligen dar patadas a un balón o coger una raqueta sino que ponen sus propias manos para darle a la pelota con todas sus fuerzas.

En la comarca, la pilota se juega en la calle o en los trinquets. En Sella o Relleu es habitual ver una partida en el centro del municipio donde rojos y azules luchan por la victoria. En el primero, la Plaça Major sirve de cancha los fines de semana y se llegan a jugar en una situación normal hasta más de 80 duelos al año. Relleu también usa sus calles. Pero ambas localidades necesitaban más. La primera lo consiguió hace más de dos años: un trinquet propio donde poder jugar. Para ello, tuvieron la ayuda de la Diputación de Alicante que permitió convertir el antiguo frontón en ese trinquet al construir una muralla (como se denomina a la pared en este deporte).

Y Relleu está en el mismo camino. El alcalde, Lino Pascual, explicó a este diario que el Ayuntamiento tiene intención de construir un trinquet y, para ello, ya tiene una subvención también de la institución provincial para redactar el proyecto de 20.000 euros. El siguiente paso será conseguir financiación para construirlo. Esta instalación se ubicará en el polideportivo que lleva el nombre de un reconocido médico de la localidad, Bruno Lloret Buforn, y también se aprovechará una de las paredes para crearlo. «Será cubierto y la idea es que cumpla con las medidas para realizar partidas oficiales», indicó. Para ello, será de 48,5 metros de largo por 6,80 metros de ancho más los 4 metros de «l’escala», es decir, donde se coloca el público para seguir bien de cerca la partida.

Es decir, que servirá para que no solo se pueda entrenar sino que se celebren campeonatos y otras competiciones que permitan no solo poner a la localidad en el mapa de la «pilota» sino que ayude a que los niños que ahora forman parte de la escuela se «formen de forma más técnica que les permita tener un futuro» en este deporte, explicó a este diario Juan Ramón Such, responsable de la escuela de Sella-Relleu. Ésta es la que más títulos autonómicos ha conseguido en la historia en la modalidad de Llargues. Las dos localidades fusionaron su escuela y tienen ahora mismo 25 niños y 5 niñas en ella. La pilota va más allá del deporte en sí, «es fomentar la cultura valenciana y la tradición. Damos a conocer cuál era el deporte tradicional de los pueblos, el que se practicaba en la calle y con poco dinero», indicó Such.

Esa tradición no choca con que la comarca tenga «pilotaris» reconocidos que llevan el estandarte de la Marina Baixa por el mundo: Pablo de Sella, quien cuenta a sus espaldas con varios campeonatos, junto a Pere Roc II o Santi de Finestrat. Llevan la tradición en la sangre. Pere Roc II, de Benidorm, es nieto de otro «pilotari» de Sella. Y muchos de los que ahora son aprendices seguirán sus pasos en el futuro.

Pero no solo la Marina Baixa es el epicentro de la pilota con sus escuelas o trinquets como el de Sella o Benidorm. En la Marina Alta la tradición y este deporte también se mantiene muy vivo. También en municipios de l’Alacantí como Agost o El Campello o en l’Alcoià-El Comtat. Incluir partidas de este deporte cuando se celebran las fiestas patronales es habitual ya en muchas localidades para acercar esta parte de la cultura valenciana no solo a los aficionados sino a cualquier vecino o visitante. La partida en la calle es emocionante y poder verla en un trinquet es vivir la tradición entre paredes donde el espectador a veces se convierte en parte de la escena. Solo hay que estar bien atentos para no interferir en el juego.

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