Cerca de un centenar de vecinos pertenecientes al colectivo Soberanía y Salud Altea llevan luchando más de medio año para que el Ayuntamiento de Altea apruebe en un pleno municipal solicitar una moratoria de la implantación del 5G en el municipio. De momento, y a pesar de presentar varios escritos por el Registro del Ayuntamiento, “no hemos recibido respuesta por escrito a nuestra solicitud, ni se ha llevado al pleno municipal para su debate (como así pedimos en noviembre de 2020), ni se ha creado una Mesa de Ciudadanía para tratar sobre la inocuidad o no de dicho 5G”, según indicó esta semana Serafín Cortés, uno de los portavoces del colectivo ciudadano.

Cortés explicó que el 10 de agosto del año pasado “presentamos por Registro una serie de documentos científicos y técnicos sobre el 5G (que también entregamos a los grupos políticos) para que el Ayuntamiento solicitase una moratoria de su instalación en el municipio. Y posteriormente, el 23 de septiembre, nos reunimos con el alcalde Jaume Llinares para trasladarle nuestra preocupación por la instalación de antenas de telefonía 5G en el pueblo y sus consecuencias derivadas para la salud de la población y medio-ambiental”. Paralelamente, el colectivo Soberanía y Salud Altea realizó una campaña de recogida de firmas “que se presentaron después por Registro junto a un escrito en el que solicitábamos de nuevo que el pleno municipal debatiese un punto sobre la implantación del 5G en el municipio, y que aprobasen una moratoria de la misma hasta que no quede demostrada su total inocuidad para la población y el medio ambiente. Pero han pasado más de cinco meses y aún no tenemos respuesta”, aseveró.

Soberanía y Salud Altea ha continuado aportando informes científicos ante el Ayuntamiento, e incluso celebró una reunión virtual el pasado 10 de diciembre para que la doctora en Biomedicina Ana María Oliva, ingeniera industrial y máster en Ingeniería Biomédica con calificación Cum Laude en su Tesis Doctoral sobre el efecto del campo eléctrico en las células, explicara los efectos que causan las radiaciones del 5G sobre las personal y animales. A la reunión fueron invitados el alcalde y el resto de los concejales de Altea, pero solo asistieron la edil de Participación Ciudadana, Mari Antonia Laviós (Compromís); la concejala de Juventud, Marta Lloret (PSOE); y la portavoz de Ciudadanos, Amalia Campomanes. Precisamente esta edil, una de las concejalas que más interés han mostrado sobre dicho tema, preguntó sobre el mismo en el pleno municipal del 1 de octubre de 2020 y se interesó en saber “si el Ayuntamiento tomará cartas en el asunto, y si los otros grupos políticos pensáis presentar una moción conjunta para pedir la moratoria”. Jaume Llinares contestó que se había reunido días atrás con representantes del colectivo Soberanía y Salud Altea, “y les dije que en un principio hay opiniones encontradas en el Equipo de Gobierno sobre la conveniencia de presentar esta moratoria”. El alcalde dijo que “se puede hacer una reunión de portavoces para consensuar una moción y ver si la tratamos en el pleno, o no [esta reunión de portavoces aún no se ha convocado 5 meses después]”. Y añadió que “son mociones de muy difícil defensa. Entre otras cosas porque las medidas que podamos aprobar o proponer pueden quedarse en agua de borrajas. No servirán prácticamente para nada porque son medidas que ya tuvimos problemas con otras antenas anteriores que no son 5G, donde pedimos la retirada de antenas y la ley les dio la razón a los operadores. Es muy complicado”.

Orange vence al Ayuntamiento

Cabe recordar que en junio de 2009 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana condenó al Ayuntamiento de Altea a indemnizar con 109.650 euros a France Telecom (más conocida por su marca Orange) por haber dejado de ingresar durante 259 días en los que una antena de telefonía móvil situada en el Plà del Castell permaneció desconectada por orden municipal.

En abril de 2015, el grupo municipal de Cipal (Ciudadanos por Altea) dio a conocer que se había aprobado una nueva ordenanza “para evitar que se sigan colocando antenas de telefonía móvil en inmuebles de particulares”. Además la ordenanza imponía condiciones estéticas, y matizaban que “la nueva legislación nos impide limitar las antenas y sus perniciosas ondas electromagnéticas hasta donde quisiéramos”. Así y todo, en la actualidad, según se indica en la página web https://antenasgsm.com/antenas, el municipio cuenta “con un montante total de 18 antenas entre 2G, 3G, 4G y 5G”. De ellas, Movistar tiene 7 antenas en Altea, Vodafone dispone de 6, Orange tiene 3, y Yoigo ha instalado 2. Como dato, se indica que en la provincia de Alicante “hay 2.910 antenas instaladas”.

Cinco antenas 5G en Altea

Según explicó Serafín Cortés, “hemos detectado cinco antenas de 5G en Altea, ubicadas en la avenida Rei Jaume I (frente al Mercado Municipal), junto a la rotonda del Club de Tenis Altea, en el tossal de Montemolar, en la carretera N-332 (en el edificio del taller de grúas Escortell), y al lado del depósito de agua de Les Rotes (encima del cementerio)”. Desde Soberanía y Salud Altea señalaban que “somos muchos ciudadanos del municipio de Altea los que hemos manifestado de forma reiterada nuestra inquietud ante la instalación del 5G en la localidad. Nuestra preocupación está basada en evidencias científicas independientes, y cuenta con precedentes en muchos municipios del País Vasco, Murcia o Cataluña, y naciones del mundo como Rusia, Suecia y muchas ciudades de Gran Bretaña, Suiza o Italia, que ya han aprobado una moratoria. La 5G es una radiación no ionizante con efectos nocivos biológicos comprobados en laboratorio. El principio de precaución pide que si algo puede ser dañino, debe comprobarse antes de utilizarlo”.

Oposición a una tecnología no probada ni investigada

El colectivo vecinal indicaba que “no nos oponemos a dicha tecnología ‘per se’, sio a la implementación de una tecnología no probada ni investigada, y que no cuenta con los avales técnicos y científicos adecuados al nivel potencial de peligro. Es necesaria la aprobación de una moratoria en base al principio de precaución, de acuerdo a la exposición previa realizada, por la cual se paralice de manera inmediata e indefinida la implementación de la tecnología 5G en Altea hasta que se obtengan los resultados del estudio, y quede constatada la inocuidad de la implementación de esta tecnología. Queremos una tecnología segura, y para ello, se necesitan estudios científicos independientes sobre los riesgos para la salud, y sobre el posible impacto ambiental del 5G”, pues “según algunos estudios científicos, esta tecnología aumenta exponencialmente la exposición a las radiofrecuencias y sus repercusiones en la salud y el medio ambiente”, ya que “según lo visto en países donde el despliegue está más avanzado, muchas antenas de 5G son instaladas cerca del suelo, por ejemplo, en farolas, alcantarillas, semáforos e incluso camufladas en árboles. Esto va a mejorar la rapidez del Internet móvil pero podría afectar negativamente la salud de personas y otros seres vivos. Cáncer, infertilidad, insomnio, perturbación del sistema inmune y nervioso son algunos de los efectos de las radiofrecuencias de alta intensidad como el 5G”, aseveraron.

Sobre las “bondades” publicitadas del 5G, afirmaron que esta tecnología “tiene mucho potencial de mercado, se venderán nuevos dispositivos, en los próximos años habrá coches autónomos que se conducen solos, por nombrar algunas cosas que dependen de su instalación. Las autoridades mientras tanto parece que no entienden o no ven la realidad, se centran en el crecimiento económico y no quieren saber nada más, lo cual nos parece un gran error, puesto que la salud está por encima de todo. De momento en los anuncios de televisión se proclaman las bondades del 5G, por ejemplo, Internet móvil ultra rápido, pero no se está explicando a la población como se consigue eso o que infraestructura de telecomunicaciones hay que instalar para tal fin”, apostillaron.

Finalmente, desde el colectivo ciudadano incidieron en que “el municipio de Altea puede ser un referente nacional, no sólo de ‘Turismo Inteligente’, sino sobre todo de ‘Turismo Saludable’ y libre de energía electromagnética contaminante”.

La opinión del concejal de Nuevas Tecnologías

El concejal de Nuevas Tecnologías, Pere Barber, afirmó en el programa “Altea a debat” de Ràdio Altea, que “no hay motivos para estar en contra del 5G. Su tecnología no la veo más peligrosa ni peor que la 4G, 3G ó 2G que hemos tenido. Todos llevamos en el bolsillo una antena receptora de 4G ó 3G, que es el teléfono móvil, y ahora ponemos el grito en el cielo porque esta tecnología ha avanzado. Se dice que eso provoca problemas de salud, pero no hay estudios que digan que provoca más daños el 5G que el 4G o las redes WiFi más allá de lo que tengamos en casa como es un microondas”.

Según el edil, las antenas de telefonía “siempre han estado envueltas de protestas de gente que no las quería cerca de sus casas. Pero al final, las antenas se utilizan para comunicarnos y hablar entre nosotros”.

Sobre el número de antenas 5G que hay en Altea, Barber afirmaba que “no se cuantas hay pero si hay 5 ó 6, al final acabarán habiendo más. No es potestad del Ayuntamiento dar o no permiso para su instalación. Es competencia del Ministerio de Transformación Digital para otorgar las licencias. El Ayuntamiento poco puede decir si la empresa de telefonía está autorizada”.

Finalmente, el edil remarcaba que “tenemos que trabajar con visión de futuro. No estancarnos en una tecnología que dentro de poco tiempo será obsoleta y no se utilizará”, por lo que aseveraba que “no hay motivos para estar en contra del 5G porque no se ha demostrado que provoque enfermedades a día de hoy. A lo mejor dentro de 25 años se sabrá si provoca problemas de salud, pero ahora no”, ratificó.