Elementos de la automoción que recuerdan la actividad de los antiguos locales comerciales de la parte baja del edificio. Este es el mural que se conserva en Benidorm del artista Manuel Baeza; una obra ubicada en un edificio de pleno centro que ha sufrido un acto vandálico con un grafiti en uno de sus lados que ha afectado a las teselas que lo forman.
Esa marca, que no es ningún dibujo en concreto y que más parece la firma o el símbolo de algún nombre, ha aparecido estos días en la obra, un mural de 6.68 metros de alto y 5,36 metros de ancho elaborado a mediados de los años 60 por el artista alicantino Manuel Baeza y que tiene una importancia tanto para la ciudad como cultural. Tanto que la obra ha sido «salvada» del proyecto de derribo que hay propuesto para el inmueble para dejar paso a otro edificio nuevo en el mismo lugar.
El grafiti, de un color azul claro, se ha hecho en una zona de difícil acceso a la derecha del dibujo y toca parte de esas teselas. Así, en la parte superior de la misma pared ha aparecido otra pintura de las mismas características de color blanco aunque solo afecta a la fachada, no al mosaico. Un acto vandálico que el Ayuntamiento ha condenado: «Lamentamos este tipo de actuaciones; afortunadamente son puntuales y no suelen darse en la ciudad», indicó a este diario la concejala de Patrimonio, Ana Pellicer.
¿Cómo limpiarlo?
Si bien es cierto que no se sabe cuándo se pudo cometer este acto contra el elemento cultural, el Consistorio de Benidorm ya está estudiando cómo «salvar» la parte que ha quedado dañada. «Estamos mirando con qué productos podemos limpiarlo que afecte lo menos posible a las teselas de colores», indicó la edil del área. Unos trabajos que además tendrán que ver también la forma en que se limpia porque «está en una zona de difícil acceso».
Y es que cabe recordar que el edificio, que se ubica en la avenida Emilio Ortuño, en pleno centro de Benidorm, está abandonado desde hace más de una década. De hecho, la zona donde se ha hecho el grafiti no tiene acceso directo. Con todo, la concejala indicó que «vamos a hacer la limpieza y trataremos de identificar a los autores» que podrían ser sancionados por su acto contra el mosaico.
La concejala de Urbanismo, Lourdes Caselles, apuntó además que los propietarios del inmueble ya han cedido la obra al Ayuntamiento. Así, como ya publicó este diario, el edificio, construido en 1964 y que albergaba los antiguos Talleres Renault (de ahí la temática del mosaico), fue adecentado por los dueños a principios de año a la espera de llevar a cabo el proyecto que hay sobre él. En concreto presentaron un PRI (Plan de Reforma Interior) con el que se planteaba el derribo de la actual finca, con una superficie de 1.300 metros cuadrados, y la construcción de otra nueva con mayor edificabilidad de la que le correspondería; a cambio, debía realizar cesiones al patrimonio municipal.
Pero además, se incluyó un proyecto de traslado y montaje del inmenso mural que consiguió la aprobación de la Conselleria y de la Concejalía de Patrimonio para salvarlo de la demolición. Pero aún no hay nueva ubicación para el mismo, entre otras cuestiones, por la dificultad de su tamaño. Por ahora, intentarán salvarlo del acto vandálico.
