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Benidorm cierra al paso de vehículos los enclaves turísticos de La Cruz y el Tossal de la Cala

Solo se permite acceder a los residentes, los vehículos de emergencia o con autorización - La intención es fomentar el uso peatonal y acabar con el vandalismo o los botellones

El acceso a La Cruz de Benidorm ha quedado cerrado y en los últimos metros se han colocado bolardos para impedir el paso. | DAVID REVENGA

La Cruz y el Tossal de la Cala son dos de los enclaves turísticos de Benidorm más visitados; pero también dos espacios para ver las mejores vistas del «sky-line». Pero a partir de ahora, solo se podrá acceder a ellos a pie porque el Ayuntamiento ha cerrado al paso de vehículos las vías de acceso a los mismos, salvo alguna excepción autorizada, como para los residentes, los servicios de emergencia o aquellos que tengan una causa justificada. El resto tendrán que dejar sus vehículos antes de esas calles y en las que ya se pueden ver las señales que recuerdan que son solo zonas de residentes.

La decisión lleva años sobre la mesa. En otras zonas similares ya hace años que el paso rodado prohibido y solo se acepta en casos excepcionales. Por ejemplo, en el Castell, en lo alto del casco antiguo del municipio o la ruta del Faro de l’Albir. En La Cruz o La Cala, ya se pueden ver los carteles de prohibido circular «excepto residentes» y en la parte más alta del camino que va a la primera, si alguien llega hasta ese punto, se han instalado «bolardos por lo que ya no cabe un vehículo», explicó el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate; porque, además, en esta zona de 320 metros de largo se ha instalado pavimento y mobiliario que impide también que se pueda circular sin peligro. El acceso es hasta la calle Pekín. A partir de ahí, habrá que seguir a pie tras dejar el vehículos en algún aparcamiento de los habilitados. En La Cala, solo se puede llegar hasta la Plaza Encarnació La Corrilla, donde hay un parking.

El punto ubicado en la Cala desde el que ya no se puede acceder al Tossal. | DAVID REVENGA

Entre las razones de la decisión está la de fomentar el uso peatonal de estos enclaves, pero también la de acabar con el vandalismo o los botellones. Y es que ambas zonas eran lugares de reunión para ambas cuestiones, dejando desperfectos o basura. «Ahora no se podrá subir en coche o moto, lo que aleja cualquier tipo de práctica de este estilo», indicó el edil.

Control de accesos

Por ahora se ha instalado señalización vertical y en la que sube al Tossal se puede ver sobre la calzada las figuras blancas que se han colocado en otras zonas peatonales de Benidorm. Así, cualquier que sobrepase esos puntos puede ser parado por la Policía Local para comprobar si está autorizado. Una vigilancia que se completará en el futuro con la instalación de un sistema de control de accesos similar al que ya funciona en otros puntos. Con él, por cámaras, se podrá controlar a los vehículos.

El cierre de ambos accesos ha provocado las quejas de algunos vecinos que afirman que hay personas con movilidad reducida o mayores que ahora no pueden subir a estos espacios. A la contra, los residentes, aplauden la iniciativa, sobre todo los del Tossal donde había problemas con el aparcamiento cuando subían visitantes. Con todo, el concejal añadió que si algún ciudadano o turista «necesita acceder hasta ambas zonas en coche, se podrá solicitar permiso con antelación a través de Visit Benidorm o de la Concejalía de Movilidad» y se estudiará cada caso concreto.

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