Calp, pueblo marinero por excelencia con más de 13 kilómetros de litoral bañados por el Mar Mediterráneo y bajo la sombra protectora del Peñón de Ifach, es uno de los símbolos de la Costa Blanca.

En sus inicios, Calp fue considerado un municipio agrícola, que producía almendras pasas y algarrobas, un pueblo marinero dedicado a la pesca y la extracción de sal de sus salinas que más adelante pasó a ser lo que es en la actualidad, un municipio turístico.

Desde las calas de «El Collao» en el extemo más occidental, encontramos playas como la del «Arenal-Bol» o Levante, dos clubes náuticos y un puerto pesquero repleto de ocio y entretenimiento en el que se suceden diversos restaurantes en los que se pueden degustar pescados y mariscos.

De hecho, muchos turistas acuden a ellos para disfrutar de los combinados a precio cerrado que estos establecimientos ofrecen con el objetivo de que el cliente conozca qué va a consumir y cuál va a ser el importe.

Tranquilidad y bullicio, todo en uno

Playas familiares, con paseo, chiringuito y restaurantes como la de Arenal-Bol o la de la Fossa; playas un poco menos masificadas como la de Cantal Roig, también de carácter familiar, pegada al puerto o calas de cantos rodados ideales para practicar el buceo, como la de El Racó componen su oferta de sol y playa.

Sin embargo, si lo que se busca es tranquilidad y un poco de privacidad, Calp también esconde calas alejadas de la masificación.

Pequeños oasis de quietud en mitad del apogeo turístico. Una vez allí solo queda disfrutar de las aguas transparentes, del sonido de las olas y de un paisaje espectacular que repone los niveles de energía.

El Parque Natural del Peñón de Ifach

El Parque Natural del Peñón de Ifach guarda muchos secretos. Cuna de diversos poblados y escenario de múltiples ataques por mar, actualmente es uno de los símbolos innegables de la Costa Blanca. Sus 332 metros de altura acunan kilómetros de litoral con una riqueza de fondos marinos que lo convierten en el lugar favorito para los buceadores. Las embarcaciones de recreo surcan los mares y fondean suaves en las tranquilas aguas protegidas por este gigante de roca.

Los 332 metros de altura acunan kilómetros de litoral

Uno de los secretos mejor guardados es la cala del Penyal, una pequeña apertura natural en las faldas del Peñón de Ifach. El camino que desciende a la cala se encuentra a las puertas del parque natural pero, a pesar de la señalización, es un poco complejo encontrar la abrupta bajada.

Lo impresionante, sin lugar a dudas, es el paisaje. Ver la roca gigante que sale del mar, cobijarse bajo su sombra y contemplar el vuelo de las cientos de gaviotas son algunos de los placeres de este paraje protegido.

Un paisaje fascinant con el Peñón de Ifach coronando la postal

Calp cuenta con un precioso paseo ecológico que transcurre por la costa, desde el final de la playa de la Fossa, y a través de acantilados y calas, conecta este municipio con Benissa. Un paisaje fascinante, de un azul intenso y con el Peñón de Ifach coronando la postal, siempre al fondo.