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Benidorm registra la entrada de 20.000 vehículos en solo un día durante el fin de semana

El dato alcanza ya el 80% de la afluencia en 2019, uno de los mejores años turísticos para el municipio - Movilidad defiende los controles

Uno de los controles de velocidad en Mediterráneo. | PILAR CORTÉS

Benidorm empieza a recuperar el pulso en la carretera: el pasado fin de semana se llegó a 20.000 vehículos entrando a la ciudad en un día, una cifra que supone más del 80% de las registradas en las mismas fechas de 2019, uno de los mejores años turísticos del municipio, y que demostraría que los visitantes están de vuelta a la ciudad, sobre todo, desde que se acabó el cierre perimetral en la Comunidad Valenciana. Unos datos que nacen en plena polémica por los radares y las velocidades impuestas en las calles del municipio y que el sector empresarial local considera que está «ahuyentando» a los compradores y turistas a otros municipios vecinos.

Desde que acabaron las restricciones de movilidad entre comunidades autónomas, el tráfico de entrada a Benidorm los fines de semana no ha parado de crecer. Por ejemplo, el viernes 28 de mayo, al inicio del último fin de semana, cerca de 20.000 coches accedieron a la ciudad por las principales vías; el sábado fueron cerca de 18.000. Es decir, una medida de un 80% de los que lo hicieron en las mismas fechas dos años antes. El concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate explicó que «nos estamos acercando a las cifras de 2019» lo que reflejaría que la ciudad está recuperando el pulso y que aquellos que acuden a ella en vehículo siguen viniendo.

Pero en medio de estas buenas cifras llegaron los controles de velocidad a Benidorm hace unas semanas, lo que provocó polémica desde el primer día. Buscar el equilibrio entre seguridad vial y hacer una ciudad atractiva para que los turistas que vienen en coche está siendo un juego de malabarismos. Porque algunas voces apuntan a que la instalación de controles de velocidad hace que los visitantes se lo piensen dos veces antes de acudir a la ciudad. Por ejemplo, el municipio cuenta ahora con calles a las que solo se puede circular a 10 kilómetros por hora, como la avenida del Mediterráneo, y las principales entradas se han reducido a 20 o a 30 kilómetros por hora; unas velocidades que ya se implantaron en base a informes técnicos y que también recoge la nueva normativa de la DGT. Y las cifras hablan también de mejora en la seguridad vial: la media a la que se circula por el municipio se ha reducido considerablemente el último mes tras la puesta en marcha. En Mediterráneo se circula ya a una media de 16 kilómetros por ahora, según los datos a los que ha tenido acceso este diario. Pero en avenidas principales como Beniardà también se está ya por debajo de los 30 que marca ahora.

Pero, ¿incomoda esto a los turistas? Pues el sector empresarial cree que sí y plantean que se acabe con la restricción de ir a 10 kilómetros horas y se pase a 20, por ejemplo, algo que también apoyan los partidos de la oposición (PSOE y Cs) que incluso presentaron una moción en el pleno que fue rechazada por el gobierno local. Por todo ello, las principales asociaciones (AICO, Abreca-Cobreca, Avibe, Aptur y Ociobal) han creado una mesa de trabajo en la que hablar y llegar a un entendimiento para plantear medidas para intentar atraer más visitantes, sobre todo nacionales que son los que llegan en su propio vehículo. Ese punto medio que permita encontrar el equilibrio entre seguridad vial y actividad turística y permita recuperar la actividad económica a la ciudad tras un año muy complicado.

Los empresarios piden mejoras para atraer a compradores

El sector empresarial reclama medidas que mejoren la movilidad y atraer compradores a Benidorm. Entre ellas, mejoras sobre el apartamiento o en los controles de velocidad. Una de ellas arrancará el 6 de junio: una hora de aparcamiento gratuito en cuatro parkings públicos de gestión privada por un consumo superior a 20 euros en negocios locales. Esta iniciativa ha sido el primer paso de una mesa de trabajo en la que también se ha hablado de señalizar dónde están los aparcamientos para que los turistas sepan dónde dirigirse.

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