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La gran afluencia de turistas agudiza los problemas de aparcamiento en Benidorm

La zona azul, parkings públicos o disuasorios y calles están copados de vehículos en pleno agosto y se acercan a las cifras de ocupación de 2019 - Zonas a la afueras de la ciudad en las que siempre había espacio se llenan de coches este año

Uno de los aparcamientos disuasorios de Benidorm, este viernes.

Lugares donde antes no se podían ver coches aparcados se llenan; los parkings disuasorios no tienen hueco y lo mismo les ocurre a calles, con o sin zona azul, o los parkings públicos o privados. La situación no es muy diferente en hoteles o apartamentos. Porque no solo Benidorm vive en los últimos días una gran afluencia de vehículos circulando por las calles, sino que también la llegada de turistas nacionales, que lo hacen con su turismo particular, han agudizado los problemas para encontrar un hueco libre para el vehículo en vacaciones. A veces, con esperas y vueltas para lograr un espacio que pueden alargarse hasta una hora. Eso si no se desiste.

Benidorm está lleno. El municipio vive un verano de gran afluencia de visitantes y no solo se nota en la ocupación de los alojamientos o en que es casi imposible encontrar una mesa libre en una terraza, sino que se ve en el tráfico. Como ya publicó este diario a principios de semana, la ciudad vivió un auténtico caos de atascos en casi todas las vías principales. La lluvia y la gran cantidad de turismos por la ciudad estaban entre las causas. Unos coches que muchas veces circulan buscando parking. Según calculan algunas fuentes, podrían haber en la ciudad en estos momentos hasta 100.000 vehículos.

A partir de media mañana de cualquier día es casi imposible encontrar un espacio libre para aparcar cerca de la playa. La situación no mejora horas después y tampoco cuando se acerca la noche. Pero irse calles más atrás tampoco es tener más suerte. Ni siquiera se tiene al elegir uno de los aparcamientos disuasorios. «Hemos intentado ir a Benidorm dos veces esta semana, pero después de 40 minutos dando vueltas para aparcar, hemos vuelto», afirma una pareja que veranea en Finestrat.

Coches aparcados en cualquier rincón DAVID REVENGA

Según datos de Benidorm en Cifras, hay 10.000 plazas en las calles a las que se suman unas 1.500 anuales de zona azul todo el año y otras 1.100 que se añaden en verano; además hay otras 2.000 plazas en parkings públicos, 2.000 en los de gestión privada y 4.500 en aparcamientos disuasorios. Garajes privados se añaden. En total, cerca de 62.000 espacios para aparcar como mínimo. También están las destinadas a residentes; es decir, solo pueden aparcar los empadronados. Aunque algunos turistas parece no conocer este dato y siguen estacionando en ellas, lo que provoca las críticas de los vecinos. El municipio tiene 23.000 coches que pagan el Impuesto de Circulación y se calcula que unos 10.000 entran todos los días a trabajar; más los turistas. Por lo que encontrar un hueco en pleno agosto está siendo imposible con picos de entrada de 40.000 coches en un día, unas cifras iguales o que superan a las de 2019. La prueba se encuentra sobre el vehículo. Recorrer la avenida Mediterráneo hacia el Rincón y calles adyacentes a la 12.30 horas es no ver ni un hueco. Primera línea de Poniente y gran parte de la Cala poco después. Nada. Y, este año, según algunas fuentes, los coches están «por todas partes», y así lo corrobora el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, quien explica que «se están usando zonas alejadas en las que antes no se llegaba a aparcar». Por ejemplo, la avenida Comunidad Valenciana, un parte alejada de la playa y casi a la salida del municipio. Además, algunos parkings llegan a colgar el cartel de completo por la mañana.

Desde hace meses, oposición y algunos vecinos critican que la peatonalización de calles ha acabado con plazas de aparcamiento. El edil indica que «solo se han eliminado 250 espacios». Una cifra que «es mínima» a comparación con los aparcamientos que se han creado como los disuasorios. Con todo, a los conductores solo les queda tener paciencia. O intentar dejar el coche en casa.

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