Después de más de dos años sin uso y tras una década funcionando únicamente en momentos puntuales, las dos grandes fuentes ubicadas en la principal entrada a Benidorm han vuelto a brotar de nuevo. Lo han hecho después de que el Ayuntamiento de la ciudad haya adjudicado a una empresa externa el arreglo y mantenimiento de los dos surtidores de la avenida de la Comunidad Europea, y de otros siete ubicados en distintos puntos de la trama urbana. El objetivo es que, a partir de ahora, puedan estar en marcha durante todo el año. A cambio, la empresa percibirá un montante de algo más de 140.000 euros anuales por las labores de mantenimiento y control sanitario de las mismas, según ha explicado el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate.
El Consistorio benidormense construyó estas dos rotondas en el año 2009, con cargo a los fondos del primer Plan E, ideado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en plena crisis del ladrillo. El proyecto ascendió a 1,2 millones de euros , pero la mala situación económica del Ayuntamiento y el elevado coste de mantener y poner en marcha las mismas hizo que apenas durasen encendidas con continuidad siete meses, tras los cuales tan solo han funcionado puntualmente en Semana Santa y los meses de verano hasta el año 2019, cuando se apagaron por completo hasta hoy.
Esta falta de uso hizo que la fuente de mayor tamaño, la ubicada en la intersección entre Comunidad Europea, Alfonso Puchades y Europa, sufriera importantes daños en todo su mecanismo, por lo que varios operarios llevan cerca de un mes revisando y cambiando luces, chorros y tuberías, que habían quedado completamente inutilizables, lo que ha retrasado su puesta en macha. «Queríamos que estuviera para el 1 de agosto pero materialmente ha sido imposible. Ahora ya está en periodo de pruebas», mantiene el concejal, que explica que se está «ultimando el periodo de pruebas y en apenas unos días estará en marcha, al igual que las otras ocho».
La empresa deberá hacer también análisis periódicos del agua y colocar sensores de viento para que los surtidores dejen de funcionar cuando sople con fuerza y no se moje la calzada, lo que podría ser causa de accidentes.
Investigación: Una obra judicializada y salpicada por Ortiz
Como muchos otros proyectos que se desarrollaron hace décadas en Benidorm, la construcción de las dos fuentes de la avenida de la Comunidad Europea se vio salpicada por la polémica. De hecho, las obras fueron fruto de una investigación judicial para esclarecer si el constructor alicantino Enrique Ortiz cobró dos veces del Consistorio benidormense por las mismas. Por un lado, con los 1,2 millones por las que se adjudicaron dentro del Plan E; por otro, con cargo a contribuciones especiales de los propietarios del Polígono industrial, una obra que también en su día ejecutó una empresa participada por Ortiz. El PP justificó esta duplicidad de proyectos alegando que uno incluía únicamente la construcción de las rotondas y el segundo, la de las fuentes ornamentales.
