Acabó agosto, empezó septiembre y los peores presagios para los alumnos que cursan estudios profesionales de Música y Danza en Benidorm han acabado por cumplirse. El Ayuntamiento de la ciudad se va a ver obligado a reubicar de manera temporal, por segundo curso consecutivo, los dos conservatorios municipales en otros espacios. El motivo no es otro que un nuevo retraso en la finalización de la primera fase de las obras del Centro Cultural, donde está previsto que se instalen de forma definitiva ambos centros educativos. Así lo ha confirmado el alcalde Toni Pérez, quien explicó que el gobierno local está ultimando los acuerdos que permitan reabrir las aulas del Conservatorio en otros locales el próximo 23 de septiembre para empezar el curso, a pesar de todo, «con la mayor normalidad posible».
Como ya contó a mitad del verano este diario, una carta del director general de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), la empresa pública de la Generalitat encargada de los grandes proyectos, ya reconocía en el mes de julio que las instalaciones no estarían finalizadas «hasta la segunda quincena de septiembre o principios de octubre». Sin embargo, un día después de que este diario publicara el contenido del escrito remitido al Ayuntamiento donde se advertía de dichos plazos, el propio Antonio Rodes se desmintió a sí mismo para achacar al covid-19 las demoras en finalizar la obra y asegurar que los trabajos podrían finalizar para finales de agosto. Vencido ese plazo, la realidad es que la infraestructura todavía tiene actuaciones pendientes, lo que impedirá por ahora al Consistorio recepcionar esta parte del edificio y adecuar las aulas de los Conservatorios.
Según ha podido saber este diario, el primer edil ha remitido una carta de nuevo a director general de la SPTCV para preguntar por los nuevos plazos con los que trabaja la empresa. De este modo, el gobierno local trata de hacerse una idea de los plazos en los que tendría que tener a los alumnos de Música y Danza en otros locales.
Por el momento, tal y como han confirmado desde el gobierno local, la previsión pasa por mantener las aulas del Conservatorio Municipal de Danza en el centro social José Lloca Llinares y en el Palau d’Esports L’Illa de Benidorm, emplazamientos a los que se trasladaron el pasado mes de marzo, cuando los técnicos municipales aconsejaron clausurar las instalaciones anexas a la plaza de toros por los importantes daños que presentaba su estructura.
No ocurrirá lo mismo con las clases de Música, que además de las aulas individuales y grupales, también requiere de salas de gran formato debido al tamaño de algunos instrumentos que se utilizan para impartir las clases. Tras el cierre de las aulas del coso, el Ayuntamiento trasladó parte de las clases a espacios dentro de la propia Casa Consistorial, así como a dependencias de dos hoteles muy cercanos —el Bristol y el Cristal Park—, que en aquellos momentos estaban cerrados debido a la pandemia. Sin embargo, el fin de las restricciones a la movilidad y la recuperación turística permitió que ambos establecimientos se encuentran a fecha de hoy plenamente operativos, lo que impide que vuelvan a dar cobijo a estudiantes y profesores.
El alcalde ha explicado que el Consistorio tiene ya muy avanzada la elección de las nuevas ubicaciones provisionales, que dará a conocer en los próximos días: «No podíamos plantearnos no empezar las clases en la fecha programada», afirmó Pérez. El primer edil también recordó que el Ayuntamiento inició en el mes de julio el proceso de contratación para la compra de equipamiento y mobiliario para ambos conservatorios y que, ahora, tendrá que volver a sacar del Centro Cultural todos los instrumentos que ya se trasladaron en su día con la esperanza de poder iniciar allí las clases en septiembre.
Daño estructural
Hasta marzo de este año, los dos conservatorios municipales de Benidorm tenían su sede en unas aulas anexas a la plaza de toros, donde llevaban años manteniéndose en precario, bajo la promesa de su inminente traslado una vez que finalizaran las eternas obras del Centro Cultural, donde desde el primer día se preveía un espacio para acoger estos estudios. Los daños en la estructura del edificio debido a una grieta que provocó movimientos, llevaron a los técnicos a aconsejar su cierre y el traslado de las aulas a otros espacios. Fuentes municipales reconocen, no obstante, que la previsión era que el traslado fuera por menos tiempo, puesto que las obras del nuevo conservatorio debían haber finalizado entre mayo y junio.
