El año 2022 será el del inicio del cambio energético en Altea con el despliegue de una red de instalaciones fotovoltaicas que se desarrollará en distintas fases con la finalidad de “reducir el consumo y producir una energía menos contaminante”, según afirmó el concejal de Medio Ambiente, José Orozco, este pasado jueves por la tarde-noche durante la presentación del proyecto “Altea Zero Emissions” en la Casa de Cultura a donde acudieron también Mireia Mollà, consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica; y Pedro Fresco, director general de Transición Ecológica.

En el acto se dio a conocer que el Ayuntamiento de Altea impulsa una red de Comunidades de Energías Renovables (CER) en el municipio “que contará con diferentes instalaciones fotovoltaicas que darán cobertura a aquellos hogares y pymes interesados en participar y formar parte de esta iniciativa de autoconsumo colectivo”, indicó Orozco. En este sentido, el edil explicó que se contempla “el uso de cubiertas de edificios de titularidad municipal para poder instalar placas fotovoltaicas que den suministro de energía renovable a empresas y viviendas que se agrupen en comunidades energéticas, y que se encuentren en un radio de 500 metros tal y como marca la normativa vigente”.

De momento, el Ayuntamiento de Altea “ha promovido un estudio inicial de las cubiertas públicas más aptas para acoger las placas solares, llevado a cabo por Sapiens Energía, cooperativa especializada en el diseño, construcción y gestión de comunidades energéticas. Y ya se han incluido edificios públicos como el Centro Social, el Centro Cultural Altea La Vella, el Palau Altea, el polideportivo municipal, y en alguna entidad privada como las naves de la Empresa Pública de Desarrollo Municipal en el polígono de tolerancia industrial de Cap Blanc”.

Consellera Molla durante la presentacion proyecto Altea Zero Emissions

Llegó el momento de dar el salto (ladillo)

José Orozco puso énfasis en que es el momento “de dar el salto. Nos encontramos en emergencia climática, y toda acción es importante y necesaria, sobre todo cuando hablamos de la generación de energía. La energía es hoy en día necesaria para todo, desde la luz de nuestros hogares, a la red de agua potable o el transporte, sin ella el mundo no puede funcionar, pero estamos dañando al planeta. Por ello nos enfrentamos, como ciudadanos y como administración, ante dos retos: la reducción del consumo, algo difícil con la forma en que funcionamos y la otra, producir energía menos contaminante, y ahí es donde entran iniciativas tan importantes y beneficiosas como esta, en la que el ciudadanos se convierte a la vez en productor y consumidor de energía. Tenemos en nuestra mano hacer la transición energética que el planeta nos demanda y si no la hacemos nosotros, la harán contra nosotros”, aseveró el edil.

Orozco añadió que las comunidades energéticas “permiten a la Administración local, ciudadanía y pymes producir y gestionar su propia energía, mejorar la eficiencia, reducir los costes energéticos de edificios y equipamientos públicos y de los usuarios privados con ahorros medios de entre el 20 y el 30 por ciento desde el primer día, avanzar en los objetivos de descarbonización reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera, dinamizar la actividad económica y el empleo local, y, con todo ello, mejorar el bienestar y la salud de las personas”. Y es por ello que el Ayuntamiento de Altea “impulsa la creación de Comunidades Locales Energéticas buscando reducir las emisiones de la localidad en más de un 40 por ciento en 2030”, concluyó el concejal de Medio Ambiente.

Producir y gestionar las personas su propia energía (ladillo)

Por su parte, Juan Sacri, presidente de Sapiens Energía, indicó que las comunidades energéticas “permiten avanzar hacia una transición energética real, en la que las personas asumen un papel activo, convirtiéndose en productores, gestores y usuarios de su propia energía. Es un modelo de generación de energía limpia, de proximidad, que genera impactos positivos en el territorio y en las personas”. Sacri añadió que “los primeros proyectos, en los que la Comunitat Valenciana está siendo pionera, así lo están demostrando. Supone, en la práctica, hacer realidad el sueño de poner la energía en manos de la gente”.

Por otro lado, el director general de Transición Ecológica, Pedro Fresco, dijo que para el Gobierno valenciano “es una prioridad la instalación de estas comunidades energéticas”. Y por ello, “se han puesto en marcha ayudas que permitirán la financiación de estos proyectos a fondo perdido de hasta un 60 por ciento, una oportunidad única para dar el paso y potenciar este modelo que estamos seguros crecerá mucho en los próximos años”.

La consellera Mireia Mollà cerró el acto destacando “la revolución energética que acaba de comenzar, con los municipios como motor de cambio de esta transición ecológica”, y aseguró que “ayuntamientos como el de Altea son pioneros, por lo que les hemos de agradecer su trabajo. Pues gracias a ellos la Comunidad Valenciana es, y será, líder en nuestro país en la puesta en marcha de comunidades locales energéticas. Tenemos la oportunidad de ser el actor del cambio y también la obligación de serlo. Poner en marcha estas iniciativas será una gran contribución para poder parar la emergencia climática en la que nos encontramos”, finalizó.

Municipio pionero en transición energética

Con la puesta en marcha de su comunidad energética, Altea se une al grupo de municipios pioneros en toda España en apostar por este modelo de autoconsumo colectivo energético de proximidad, considerado clave para lograr la transición energética por la normativa europea. La Comunitat Valenciana es líder en la implantación de comunidades de energías (CER) en España, gracias a la apuesta de la Generalitat. Y su máximo exponente es el “Plan de Fomento de las Comunidades Energéticas Locales”, que plantea que los 542 municipios valencianos tengan, al menos, una comunidad energética en 2030.