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Benidorm prorroga por cuarta vez el contrato de la basura pese a las deficiencias en el servicio

Discrepancias entre los técnicos provocan nuevos retrasos en la licitación, que el PP quería tener adjudicada para 2022 - El Ayuntamiento abonará a FCC cerca de 12 millones anuales

El pliego incluirá la recogida de basura y la limpieza viaria.

«La falta de renovación del contrato de limpieza ha impedido que Benidorm esté todo lo limpio que nos gustaría». El alcalde de la ciudad turística, Toni Pérez, inauguró su mandato en junio de 2019 reconociendo que el servicio de limpieza viaria y recogida de basura presentaba deficiencias y asegurando que la renovación del mismo sería una prioridad para su gobierno. Dos años y medio después de aquello, el pleno del Ayuntamiento de Benidorm aprobará este jueves una nueva prórroga del servicio que tiene adjudicado a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la cuarta desde que caducó el contrato en el año 2018, ante la imposibilidad de sacar adelante en todo este tiempo una nueva licitación.

Discrepancias entre los técnicos municipales han provocado nuevos retrasos en la redacción final de los pliegos de condiciones y de prescripciones técnicas, en el que el Consistorio lleva trabajando más de un año, e impedirán que el servicio pueda salir a concurso público, al menos, en los próximos meses. Así lo reconocieron fuentes del gobierno local, que señalaron que a lo largo de las últimas semanas se han ido subsanando algunas controversias y defectos en el documento, pero que todavía quedan «diferencias importantes» de entre Secretaría e Intervención que siguen sin resolverse y que hacen inviable la aprobación de los pliegos.

Ante esta situación, el Partido Popular ha elevado a pleno una moción para prorrogar un año más la adjudicación a FCC, al tratarse de un servicio esencial que la mercantil ha de seguir prestando hasta que haya una nueva contrata. El concejal del área, José Ramón González de Zárate, ha avanzado que el coste anual del servicio se mantendrá en las mismas condiciones que durante 2021, es decir, en torno a los 12 millones de euros, aunque ha explicado que sí está previsto que haya un ligero incremento del mismo para compensar la subida del IPC y el coste de mantenimiento de algunos vehículos. Con todo, González de Zárate indicó que, con la prórroga, tanto al recogida de basura como la limpieza de la vía pública se seguirá prestando «en las mismas condiciones que hasta ahora», a pesar de que esta materia es una de las grandes asignaturas pendientes que tiene la ciudad.

Así puede comprobarse con un simple paseo por las zonas más céntricas, donde la suciedad se ha apoderado de muchas de las calles y plazas y se ha convertido en un elemento más de zonas recientemente remodeladas, como la avenida del Mediterráneo. Pero es que, además, la falta de renovación y limpieza de papeleras, contenedores y otros elementos también hace que la imagen del municipio no sea, ni de lejos, la que debería presentar una localidad tan turística como es Benidorm.

Y ello, a pesar de los cambios introducidos por el gobierno local en los últimos meses para intentar mejorar este servicio, como la retirada de contenedores durante el día en muchas zona y la implantación de un sistema de «quita y pon» para evitar que los ciudadanos saquen la basura a deshora.

Detalles del nuevo pliego

Aunque todavía no se ha aprobado y ni siquiera se han dado a conocer al detalle todo lo que contendrá el nuevo pliego, sí hay algunos aspectos que el gobierno local ya ha avanzado de cómo pretende que sea el nuevo servicio. Para empezar, González de Zárate explicó en su día que el coste anual duplicará el coste actual del servicio, lo que podría elevar por encima de los 22 millones de euros el gasto para las arcas públicas. Este incremento se justificaría por algunas de las medidas que el Consistorio quiere introducir en los pliegos, como recuperar la carga trasera siete años después de cambiar la recogida de basura al sistema de carga lateral; la retirada de todos los contenedores de la vía pública y su sustitución por un sistema de «quita y pon» como el que ya se ha implantado en algunos barrios; o la construcción de pequeñas «plantas de aportación» en algunos barrios, espacios cerrados a los que los vecinos podrían acceder con una tarjeta para tirar sus residuos en distintos contenedores para fomentar la recogida selectiva. El concejal reconoce que el objetivo del gobierno era aprobar los pliegos y adjudicar a lo largo de 2021 para que la nueva empresa empezase a operar en 2022, pero no se aventuró a dar ahora nuevos plazos.

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