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El sol, el «jaleíto» y otras cosas de Benidorm que seducen a los turistas del Imserso

Los viajeros de la tercera edad regresan con entusiasmo a la ciudad tras dos años con el programa paralizado por la pandemia. El clima, las playas y los sitios donde ir a bailar están entre lo más valorado

Imágenes de turistas del Imserso en Benidorm

Imágenes de turistas del Imserso en Benidorm David Revenga

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Imágenes de turistas del Imserso en Benidorm R. Pagés

A sus 70 años, ésta es la primera vez que Inma, una jerezana de aspecto muy juvenil, pisa Benidorm para pasar sus vacaciones gracias a un viaje organizado por el Imserso. Mientras lo explica, el resto de mujeres y hombres con los que no ha parado de bailar en la última hora sobre la misma arena de la playa de Poniente la miran como si en lugar de alguien de su misma especie Inma fuera una extraterrestre. "¿La primera?", pregunta, incrédula, una de ellas. "Pues sí. Pero no sé cómo había tardado tanto porque esto es como vivir una nueva vida".

Después de dos años suspendido debido a la pandemia y a los retrasos en la adjudicación de los contratos, el Ministerio de Asuntos Sociales ha retomado este mes de febrero el programa de vacaciones sociales que cada año hasta que estalló el coronavirus traía hasta la capital turística de la Costa Blanca a cerca de 200.000 jubilados.

"No sé cómo he tardado tanto en conocer Benidorm, porque esto es como vivir una nueva vida. El mejor sitio para ser feliz". Inma, 70 años.

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La llegada de estos primeros viajeros, aunque todavía bastante tímida si la comparamos con los años de la vieja normalidad debido al parón en las ventas por la sexta ola, ha permitido la reapertura de una veintena de hoteles en la provincia, muchos de ellos en Benidorm. Y es que la capital turística es, sin lugar a dudas, el destino estrella del panorama nacional para la gran mayoría de estos viajeros. Pero, ¿qué tiene Benidorm para que los jubilados repitan un año tras otro y se echen las manos a la cabeza si les hablas de cambiarlo por cualquier otro destino?

"El tiempo es una maravilla, pero lo mejor de todo es el ambiente". Daniel y Maite, un matrimonio de 77 y 73 años que vive en Guipúzcoa, aseguran que Benidorm "lo tiene todo. Vas a otros sitios y están muertos, pero sin embargo aquí, incluso ahora con el covid, hay mucha gente por todos lados y tienes buenas playas, muchos bares y muchos sitios para ir a bailar".

"Aquí hay mucha marcha y muchos sitios donde puedes ir a bailar. Vas a otros destinos y está todo muerto". Daniel y Maite, 77 y 73 años.

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Bailar en la playa; bailar en los hoteles; bailar en las cafeterías; y ahora, para "escapar del bicho", bailar en los parques, es la actividad en la que todos coinciden cuando se les pregunta qué les gusta hacer en Benidorm. También la climatología, los días de sol, lo cuidadas que están las playas y la buena oferta hotelera, con establecimientos envidiables y con un amplio programa dirigido a este público por poco más de 26 euros diarios por persona en régimen de pensión completa. "¿Barato? Bueno, los precios son los mismos que si vas a Torremolinos, a Salou o cualquier otro sitio de la costa. En Canarias y Mallorca los viajes son un poco más caros, pero si hay que elegir, yo me quedo aquí", explica Antonio, que viene de Segovia. "Es que aquí hay mucha marcha", apostilla su mujer para zanjar posibles dudas.

Bailar es una de las actividades por las que estos viajeros escogen Benidorm: "Hay mucha marcha y mucho ambiente", afirman. David Revenga

"A nosotros nos gusta mucho el 'jaleíto'. Y aquí es donde mejor se pasa". María Aurelia, una vallisoletana de 70 años, ha regresado también esta semana a Benidorm junto a su marido César, su amigo Prudencio y la esposa de éste. Suelen viajar siempre los cuatro y, juntos han conocido Salou, Tenerife, Palma de Mallorca, Lloret de Mar y una larga lista de otros clásicos del Imserso. "Pero como Benidorm ninguno", afirman.

"Hemos viajado a muchos otros sitios. Pero como Benidorm, ninguno". César, 70 años.

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Por eso, tras el parón por la pandemia, tenían unas "ganas locas de volver a Benidorm. En el momento que hemos podido, aquí estamos", explican. Aunque reconocen que encuentran la ciudad "un poco triste para como era antes", dado que todavía hay hoteles y cafeterías cerradas, creen que ahora que este programa vuelve a despegar y bajan los contagios "se va a volver a animar todo otra vez".

¿No tienen miedo a contagiarse? "Nosotros por lo que hemos visto aquí es todo bastante seguro, hay mucha limpieza y la gente de los hoteles va con muchas medidas y mucho cuidado. Y encima tenemos las tres vacunas", explican los consultados.

Después de conocerla en primera persona, Inma, la mujer con la que se abría este artículo, tiene claro que hará como el resto de sus iguales: repetir. "Ya tengo reservado en el hotel para volver otra vez a finales de marzo", asegura. ¿Tan pronto? "Cuando llegué aquí me encontré con una movida que me ha dejado enamorada. Estoy feliz; éste es el mejor sitio para ser feliz. Y después de todo lo que hemos pasado en estos dos años, quiero recuperar la vida".

Turistas para 16 hoteles, aunque aún con cuentagotas

El desembarco de viajeros del Imserso se está produciendo en esta campaña de manera mucho más escalonada que en ediciones anteriores. Y, sobre todo, con cuatro meses de retraso sobre el calendario habitual prepandemia, cuando los jubilados llegaban en octubre. Fuentes de Mundiplan, la UTE formada por la UTE formada por Iberia, IAG7 Viajes y Alsa para organizar estos viajes, han indicado que en la actualidad ya hay clientes en 16 hoteles de Benidorm, el destino que acapara el 80% del programa en la provincia, y que a partir de la próxima semana la cifra se elevará a 18. Antes de la pandemia, los clientes se repartían hasta en un total de 65 establecimientos hoteleros de la Costa Blanca, lo que da una idea de los escasos números en los que todavía se está moviendo durante estas primeras semanas.

Sin embargo, el operador y los hoteleros creen que la recuperación, aunque no al mismo nivel que antes, llegará. "Estamos notando que la gente mayor tenía muchísimas ganas de viajar y de recuperar todo el tiempo que han perdido", indican.

Por el momento, entre los jubilados que ya han llegado a la ciudad hay personas que vienen desde Canarias, León, Madrid, València, Mallorca, Segovia, Bilbao, Valladolid, Santander, San Sebastián y Vitoria, entre otras.

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