Ha tenido mejores y peores momentos, pero ninguno del calibre del actual. El abandono al que lleva sometido el sector Armanello desde hace casi dos décadas ha acabado por convertir esta zona en un vertedero incontrolado, donde se acumulan cientos de kilos de basura a pocos metros de rascacielos, campings y hoteles ante la pasividad de Ayuntamiento y urbanizador. Y, lo que es aún peor, en la que está llamada a convertirse en la mejor zona de Benidorm, una vez que se desarrolle el plan urbanístico Ensanche Levante.
Montañas de basura, muebles viejos, electrodomésticos que no funcionan, neumáticos, colchones, escombros, sanitarios, persianas, palés o incluso juguetes que se han quedado sin niños para jugar se acumulan en distintos espacios de esta partida, de 560.000 metros cuadrados y donde está previsto construir una veintena de nuevos hoteles y más de 2.000 viviendas, entre pisos turísticos y primeras residencias, con una inversión millonaria.
Basta con dar un simple rodeo sin salirse de los caminos "oficiales" para observar todo tipo de residuos a un lado y otro de los carriles de circulación. En estos bancales la chatarra acumulada por las personas que okupan las casas de campo que aún siguen en pie conviven desde hace años con muebles viejos o electrodomésticos que sirven para hacer negocio a los "residentes" del sector, así como con la vegetación que crece de manera descontrolada y la basura que el viento arrastra y nadie se digna en recoger.
Sin embargo, lo peor se encuentra más allá de estas áreas habitadas de manera irregular.
Un descampado ubicado entre las inmediaciones de la antigua discoteca Manssion y el Camí de l'Armanello, donde se ubica el camping con este mismo nombre, es el espacio que peores condiciones presenta en la actualidad.
Cuando uno llega a este lugar, parece que esté accediendo a un vertedero a la antigua usanza, donde la basura casi se divide por montones, como si alguien se hubiese encargado de organizar cómo y dónde abandonarla.
Hay montones, montones y montones con bolsas de escombros y desechos de materiales de obra, lo que más se repite, pero también esqueletos de viejos sofás, cristales, ruedas, bolsas de basura, tubos, plásticos, armarios y muchos otros residuos. Tantos como uno quiera o pueda imaginar.
Y todo ello, ante el estupor de muchos ciudadanos pero también de los turistas que se alojan en alguno de los campings que hay en este lugar, así como de los hoteles próximos o quienes acuden dando un paseo hasta el mercadillo privado del Rincón de Loix, que se ubica a muy pocos metros.
Un polvorín entre negocios y viviendas
La acumulación de todo tipo de residuos, junto a la densa vegetación y la falta de cuidado, convierten a esta zona en todo un polvorín que genera un grave peligro para los negocios y viviendas de sus alrededores, sin importar en este caso que sus moradores sean o no los legítimos propietarios de estas casas.
El riesgo, de hecho, no es ninguna hipótesis sino algo probado. De unos meses a esta parte, la zona de Armanello está siendo escenario de pequeños incendios prácticamente todas las semanas y uno de los lugares a los que los Bomberos del Consorcio Provincial adscritos al parque de Benidorm acuden con mayor frecuencia.
Hace ahora un año, este cuerpo de extinción ya alertó del grave riesgo que se registraba en esta zona debido a todos los factores antes expuestos, a los que se suma el hecho de que muchas de las viviendas tienen enganches de luz en las farolas de la vía pública y tampoco reúnen las mínimas condiciones higiénico sanitarias que garanticen la seguridad de las personas que habitan en ellas, lo que agrava aún más la situación.
Desde entonces, lejos de mejorar, la situación en el Armanello ha ido incluso a peor, sin que Consistorio ni propietarios hayan hecho nada para remediarlo.
