Prepararse para poder afrontar los retos climáticos que vendrán en un futuro cercano y aportar su grano de arena para dejar de seguir perjudicando al planeta con acciones que dependen únicamente de la acción del hombre. Partiendo de esta filosofía, Benidorm se ha convertido este miércoles en el primer municipio de España de más de 50.000 habitantes que cuenta con su propio Plan de Adaptación ante el Cambio Climático (PACC), un documento elaborado conjuntamente junto al profesor Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA), y la empresa Inteligencia Climática, y que el gobierno local elevará para su aprobación en el próximo pleno.
El documento es una hoja de ruta donde se analizan distintas cuestiones relacionadas con el cambio climático y el efecto del mismo tanto a nivel medioambiental como económico y social en la ciudad, para después plantear hasta 13 compromisos o líneas estratégicas de trabajo, con un total de 54 acciones a desarrollar por el Consistorio a corto y medio plazo, algunas de las cuales ya se están implementando y otras para las que todavía queda camino por hacer.
El profesor Olcina ha explicado que, además de sus ya consabidos efectos generales sobre el planeta, entre las grandes amenazas que el cambio climático comportará para la ciudad, y también para el conjunto de la provincia, figura el hecho de que el clima será cada vez menos confortable por la subida de las temperaturas o que habrá manifestaciones meteorológicas extremas de manera cada vez más frecuente, por ejemplo con sucesiones de gotas frías como las que se han producido a lo largo del mes de marzo y los primeros días de abril.
No obstante, en contra de lo que pudiera parecer, el catedrático de la UA ha descartado que Benidorm vaya a perder demasiados metros de costa por la subida del nivel del mar, para lo cual en el documento han realizado una comparativa aérea de las dos grandes playas de la ciudad, Poniente y Levante, con imágenes de 1956 y de 2019. En ellas se observa que la primera ha ganado algo de extensión en este tiempo pese al calentamiento global mientras que la segunda se mantiene más o menos como hace más de medio siglo, algo que podría explicarse porque, además de tratarse de playas cerradas, salvo excepciones, "su tipología y orientación hacen que estas playas no sufran el efecto de los grandes temporales de levante ni de gregal", los más frecuentes en el litoral alicantino y que sí causan graves daños a las playas de otros municipios, como ocurrió por ejemplo la pasada semana en buena parte de la provincia.
Igualmente, Jorge Olcina ha indicado que este aumento de las temperaturas también hará que la temporada estival se alargue cada vez a más meses del año en la costa mediterránea, algo que hipotéticamente beneficiaría al sector turístico, pero que será un arma de doble filo: meses como abril, mayo, octubre y noviembre serán de plena temporada, pero por contra julio y agosto alcanzarán temperaturas aún más elevadas que las actuales, lo que obligará a adaptar las edificaciones o los servicios para hacer más confortable la vida de los ciudadanos y la estancia de los turistas. Y, asimismo, permitirá que otros destinos que ahora únicamente funcionan durante dos o tres meses al año también puedan trabajar turísticamente más tiempo, por lo que aumentará la competencia entre los destinos alternativos a Benidorm.
Actuaciones estratégicas
Para afrontar todo lo anteriormente citado en las mejores condiciones posibles y, además, para evitar que las amenazas sean cada vez mayores, el Plan de Acción contra el Cambio Climático de Benidorm plantea 13 actuaciones estratégicas que el Ayuntamiento se comprometerá a ejecutar en el menor tiempo posible, tal y como se ha comprometido el alcalde, Toni Pérez.
A grandes rasgos, el documento propone renaturalizar el término municipal, aumentando los espacios verdes, espacios frescos y espacios permeables, lo que redundará en una mejora de la calidad de vida. En este aspecto, el primer edil ha recordado que el Ayuntamiento ha solicitado una subvención de fondos Next Generation para desarrollar un proyecto en esta línea.
El plan también plantea fomentar la conservación de la biodiversidad; ordenar el litoral para hacerlo más resiliente y perdurable en el tiempo; adaptar los edificios públicos y privados y las infraestructuras a las nuevas condiciones climáticas; mejorar el diseño y la adaptabilidad de la ciudad; promocionar el uso de energías renovables, el autoconsumo y la eficiencia; realizar una gestión hídrica más eficiente; y sensibilizar a informar a la sociedad buscando la proactividad de residentes y turistas; y mejorar los impactos del turismo. Y todo ello, coordinado desde por un órgano interno que tutelará la implementación y desarrollo de estas medidas.
Tanto Jorge Olcina como Toni Pérez señalaron que, en muchos aspectos, Benidorm ya parte de una posición ventajosa para poder aplicar este plan. Por ejemplo, en lo que se refiere a gestión hídrica, ya que la red e agua local es una de las más eficientes de Europa, recordó Olcina; o por lo que respecta a los establecimientos turísticos, un sector al que el experto reconoció que ha hecho muy bien los deberes en el camino hacia la sostenibilidad.
Por último, el catedrático de la UA afirmó que Benidorm se sitúa como punta de lanza y como el modelo a seguir ahora por muchos otros grandes municipios, y defendió que en poco tiempo, además de venir probablemente exigido por la legislación al respecto, el hecho de tener un plan de este tipo será una imagen de marca, un elemento diferenciador para muchas personas a la hora de optar por un destino turístico u otro.
Por su parte, el alcalde de Benidorm afirmó que trabajar para frenar el cambio climático ha de ser "un compromiso de todos; trabajar a nivel local para cambiar a nivel global y conseguir dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos".
Turismo y agua, los sectores mejor preparados
Además de plantear actuaciones a realizar, el documento de Acción frente al Cambio Climático también ha servido para diagnosticar la situación actual y prever los riesgos y afecciones en cada sector, tomando como base siete sectores distintos: medio ambiente y biodiversidad; forestal; agua; salud; turismo; industria y agricultura; y su situación ante cuatro factores: calor extremo, sequías, incendios o inundaciones. Agua y turismo son los dos sectores que presentan menos riesgo ante los cuatro factores analizados, tal y como explicó Jorge Olcina, precisamente porque en ambos la ciudad ha venido realizando un importante trabajo desde hace años.
