Pese a las ganas de los cofrades por poder volver a recorrer el casco antiguo de Benidorm tras dos años de pandemia, la lluvia ha obligado esta noche a suspender la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, impidiendo así celebrar la tradicional cita del Miércoles Santo en la ciudad.
Los cofrades habían mantenido el corazón en un puño hasta última hora, con la esperanza de que el tiempo diera una tregua y poder desafiar a la lluvia. De hecho, durante toda la jornada se habían colocado los arreglos florales en el trono y se había dispuesto todo para poder salir en procesión, pero finalmente una fina pero intensa lluvia que seguía cayendo a las diez de la noche, la hora en la que debía comenzar la marcha, no lo ha permitido.
De este modo, la cofradía más antigua de la localidad, fundada en el año 1967, se queda un año más sin poder llevar la imagen de Jesús portando la Cruz, por calles, aunque confían en que el Viernes Santo el tiempo sí permita celebrar la Procesión General, en la que participan las otras cinco cofradías y hermandades de la ciudad.