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Benidorm construye 250 nuevos nichos para poder seguir enterrando en el cementerio nuevo

El Ayuntamiento ejecuta una obra exprés mientras amplía el camposanto para duplicar su capacidad y poder dotarlo de un tanatorio municipal a partir de 2023

Construcción de nuevos nichos para mantener la capacidad de enterramiento mientras finalizan las obras de ampliación del camposanto. David Revenga

El Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado la construcción de nuevos nichos en el cementerio nuevo, el de Sant Jaume, para no quedarse sin capacidad de enterramientos en este camposanto y poder seguir haciéndolo con normalidad mientras avanzan las obras de ampliación de este recinto, que está previsto que finalicen en 2023.

En concreto, los trabajos previstos para dotar al cementerio municipal de estos nuevos enterramientos se realizarán en los pocos espacios que todavía quedaban libres en el actual recinto, donde se ya se ha levantado una isleta con un total de 48 nichos, a la que seguirá la construcción de otro bloque con 96 unidades más de en otra zona distinta. El objetivo es alcanzar las 250 unidades antes de terminar el mes de julio, según los plazos que maneja el departamento que dirige la concejal Ángela Llorca.

El cementerio nuevo de Benidorm se construyó en los años 70 sobre una parcela de 41.700 metros cuadrados en la partida Marxassos, pero en todo este tiempo su capacidad de enterramientos no ha dejado de crecer para poder dar abasto a todas las defunciones, hasta el punto de que ya se había quedado prácticamente sin espacio material para poder ganar más plazas.

De hecho, según fuentes municipales, desde 2015 hasta la actualidad se han construido alrededor de 520 nichos, con obras prácticamente todos los años. Y especialmente, a raíz de la pandemia, cuando hubo que adelantar varios meses la creación de nuevos enterramientos debido al aumento de las defunciones por el covid-19 al inicio de la crisis sanitaria.

Movimiento de tierras en la zona de ampliación del Cementerio de Sant Jaume, que duplicará su actual superficie. David Revenga

“Ante la evolución del número de enterramientos debíamos actuar rápido. Durante la pasada legislatura y la actual hemos invertido mucho en el cementerio, pero se ha llegado casi a la colmatación”, señaló en su día el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, para explicar la premura que había por dotar al camposanto de mayor espacio para albergar tumbas. 

Para dar solución a este problema, y después de muchos años postergando los trabajos, el gobierno local de Benidorm aprobó hace ahora poco más de un año el proyecto definitivo para la ampliación del Cementerio de San Jaume en otros 50.000 metros cuadrados más, con un proyecto que está ya ejecutándose sobre una parcela anexa al actual camposanto que el Consistorio adquirió en el año 2004.

Con estas obras, que tienen un presupuesto de 3,1 millones de euros, la ciudad no solo duplicará la actual capacidad del recinto hasta alcanzar una superficie de cerca de 92.000 metros cuadrados y dotándolo de nichos y espacios para poder dar respuesta a las necesidades de las próximas tres décadas en todas las modalidades de enterramiento.

Además, el proyecto prevé la reserva de una parcela para la futura construcción de un tanatorio municipal, proyectado y adjudicado hace casi dos décadas, en el año 2005, a la misma empresa que gestiona el de La Vila Joiosa pero que sigue sin ejecutarse, así como nuevas zonas verdes, un gran espacio de aparcamiento para la recepción de visitantes y reconvertir el actual vial de acceso en un carril central de plataforma única.

Otra imagen de los trabajos de adecuación del terreno para la ampliación del Cementerio de Sant Jaume. David Revenga

Con respecto a la construcción del tanatorio, el Consistorio está pendiente de distintos informes sectoriales que den viabilidad definitiva a esta obra, cuya cimentación se inició hace más de una década pero se encuentra desde poco después totalmente paralizada.

Una media anual de 360 muertes, agravada el primer año de pandemia

Aunque la cifra de defunciones ha crecido en paralelo al incremento poblacional que se ha ido produciendo en Benidorm durante las últimas décadas, la ciudad registra una media de unas 360 defunciones al año que se traducen en otros tantos enterramientos en alguno de los dos cementerios municipales, mayoritariamente en el de Sant Jaume. Ahora bien, como ocurrió a nivel mundial, la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV 2 incrementó la cifra de fallecimientos sobre todo en el año 2020, durante el primer año de la crisis sanitaria, lo que hizo que la ciudad acabara rozando muy de cerca los 400 enterramientos. En aquel ejercicio, el Consistorio tuvo que adelantar tres meses la construcción de 120 nichos para no quedarse sin espacio. Ahora dotará al camposanto del doble.

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