Benidorm lleva años centrado en una gestión eficiente del agua, uno de los recursos indispensables para una ciudad. Así, ese trabajo hecho de antemano tendrá una ventaja ante el cambio climático y será una garantía de que en este sentido el municipio no tenga problemas con ese bien tan necesario. Así lo ha planteado el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, quien afirmó que esa eficiente gestión del agua lo que hará que "difícilmente el cambio climático" afecte a los "recursos hídricos gracias" a ese planteamiento "que se hace desde hace tiempo".
El experto ha destacado esta cuestión en la explicación que el Ayuntamiento ha hecho del Plan de Adaptación ante el Cambio Climático (PACC) a los miembros del Consejo Asesor de Escena Urbana y del Consejo de Movilidad. Un órgano en el que se debaten las soluciones y propuestas en esos ámbitos para la ciudad. La reunión se ha celebrado en el salón de plenos y ha contado con Olcina y el director técnico de la empresa Inteligencia Climática, Pablo Mirete.
Benidorm es la primera ciudad de más de 50.000 habitantes que cuenta con un plan de este tipo. Así, el PACC tiene 13 líneas estratégicas de trabajo y 54 acciones a desarrollar a corto y medio plazo, muchas de las cuales ya han comenzado a hacerse en el municipio. El alcalde Toni Pérez destacó que la ciudad es la primera con un documento similar "porque es una ciudad que quiere prepararse para el futuro".
Tanto Olcina como Mirete han indicado, a grandes rasgos, que el PACC propone, para incrementar la resiliencia de la ciudad frente al cambio climático, renaturalizar el término municipal, mejorando con ello también la calidad de vida. También plantea fomentar la conservación de la biodiversidad; mejorar el diseño y la adaptabilidad de la ciudad; promocionar el uso de energías renovables, el autoconsumo y la eficiencia y sensibilizar a informar a la sociedad buscando la proactividad de residentes y turistas; y mejorar los impactos del turismo.
Todo para actuar contra el cambio climático y que tenga el menor impacto en la capital turística. Así, como ya se avanzó en la primera presentación del mismo, el documento es una hoja de ruta donde se analizan distintas cuestiones relacionadas con este fenómeno que afecta a todos los territorios y el efecto del mismo tanto a nivel medioambiental como económico y social en la ciudad.
El plan pretende "aportar nuestro granito de arena y por eso lo acogemos con mucho gusto y agrado". Y destacó que hay aspectos "que deben ocuparnos y preocuparnos" como es el aumento de la temperatura "que puede afectar a los tiempos de la actividad turística". Pérez ha considerado que la preocupación de un destino turístico "es la de ser un lugar confortable climáticamente y de ahí que tengamos una responsabilidad con el territorio que hemos ocupado, para que nuestra actividad turística pueda dilatarse en el tiempo". El alcalde ha abogado por "estar alerta y avanzarnos sin temor a ponernos deberes" porque, sin duda, ha dicho "estamos ante un gran cambio".
Regeneración de zonas naturales
En esta explicación del PACC, el arquitecto municipal, José Luis Camarasa, destacó que los nuevos desarrollos urbanísticos de la ciudad "destinan una gran parte a zonas verdes y parques" y ha recalcado las regeneraciones de algunas zonas como la cantera del Rincón de Loix (8.000 árboles) o las plantaciones de árboles en el Ensanche levante (10.000 árboles). También el hecho de que el 50% del suelo privado en este sector no se podrá llenar de sótanos "con lo que el agua tendrá su ciclo natural y contará con un parque inundable".
El alcalde concluyó con que en el día a día "estamos a la vanguardia para luchar contra el cambio climático". Y relató que "aunque tenemos unas condiciones inmejorables, no hay que descuidarse y continuar emprendiendo acciones para seguir teniendo un futuro prometedor".
