Fue el primer instituto público de Secundaria que se construyó en Benidorm pero en los últimos años elegir estudiar en el IES Pere Maria Orts i Bosch ha sido para muchos de sus alumnos de todo menos sencillo. Más de veinte barracones diseminados por el patio y un edificio que se cae a pedazos al lado de las aulas donde conviven a diario alumnos y profesores se han convertido en la imagen de este centro desde el año 2011, cuando se paralizaron las obras de ampliación y modernización del mismo y que, tras varias idas y venidas, continúan más de diez años después prácticamente igual que el primer día.
El gobierno local de Benidorm, del Partido Popular, llevará el próximo lunes a pleno una moción para denunciar el deplorable estado en el que se encuentra la parte paralizada de este instituto y para exigir a la Generalitat Valenciana la finalización de las obras pendientes que ponga fin a las prefabricadas en las que estudia más de la mitad de su alumnado: unos 400 de los más de 700 chavales matriculados en el centro.
La moción de los populares, que firma el alcalde Toni Pérez, hace alusión únicamente a la última fase de su construcción, cuando hace ahora cuatro años se produjo la última paralización: "A fecha de hoy, seguimos desconociendo por qué se paralizó dicha obras y por qué no se reanudan las mismas ni cuando lo harán”, reza la moción, que añade que, "de ahí que la Corporación exija una solución rápida que acabe de una vez con la situación que vive esta infraestructuras y especialmente la comunidad educativa del IES Pere Maria Orts i Bosch”.
Sin embargo, aunque en 2018 fue cuando se pararon las obras por última vez apenas días después de que la empresa las hubiese retomado, la historia de este instituto viene de mucho tiempo atrás y se ha mantenido sin que los gobierno autonómicos primero del PP y después del Botànic fueran capaces de dar una solución a las mismas.
Once años de despropósitos
La construcción de un nuevo aulario para ampliar y reformar la parte antigua de este instituto se inició en el año 2009, cuando al frente de la Conselleria de Educación se encontraba aún Alejandro Font de Mora. En 2011, cuando los trabajos estaban en su última fase, la quiebra de la primera empresa adjudicataria la llevó a abandonar la construcción de un día para otro, dejando todo el material de obra apilado en el patio y sin ni siquiera decir adiós.
Tras cuatro años sin actividad, el cambio en el gobierno de la Generalitat abrió una luz de esperanza a la comunidad educativa. Sobre todo, cuando el presidente Ximo Puig y su entonces conseller de Educación, Vicent Marzà, presentaron un plan para erradicar los barracones en la Comunidad y se comprometieron a finalizar las obras de este instituto en el primer semestre de 2016.
Por fin, en febrero de 2017, la nueva constructora contratada por Educación por 1,3 millones, Construcciones San José, retomó los trabajos que todavía restaban. Pero dos meses después, tras las vacaciones de Semana Santa, los alumnos y profesores regresaron al instituto y lo hallaron de nuevo vacío de obreros, sin material de obra y sin la gran pancarta que la constructora había desplegado. ¿El motivo? Unos daños estructurales en el primer edificio de este centro, que la empresa encargada de las obras detectó y valoró como «problemas graves» en el forjado, alertando de que los mismos podían poner en peligro la estructura. La mercantil afirmó que Educación no le había advertido previamente de los mismos ni su posible reparación tampoco se incluía en el contrato de obra. Ante esta situación, Construcciones San José optó por volver a paralizar los trabajos hasta tener una valoración de la gravedad de los daños, así como informes técnicos y del Consell de cómo proceder.
Y entonces llegó la peor de las noticias. Los daños en la estructura eran más graves de lo que inicialmente se creía, motivados en gran medida por los años de abandono de esta parte del edificio. La solución: derribar todo el inmueble y construir uno nuevo, cuyo proyecto de ejecución licitó la Conselleria hace más de un año, en marzo de 2021, pero que sigue todavía sin adjudicar.
La moción de los populares
La moción que el PP elevará al próximo pleno hace un somero resumen de todo lo anterior y recuerda “sobre la comunidad educativa del IES Pere Mª Orts i Bosch pesan demasiadas promesas y demasiados anuncios de inicio de obra incumplidos”. Y de ahí, ha agregado, que se eleve esta nueva moción a pleno, puesto que “no podemos dejar que caiga en el olvido esa situación que están sufriendo desde hace demasiado tiempo la comunidad educativa, todos los que trabajan día a día en el centro y el alumnado del Pere Mª Orts i Bosch”.
Una situación que “cada año que pasa lógicamente debe ser peor, puesto que las aulas prefabricadas que se instalaron van cumpliendo aniversarios y prestando un servicio que no será el más deseable después del tiempo transcurrido”, agregan.
Según la propia documentación aportada por la Conselleria a comienzos de 2017, quedaría pendiente de ejecutar el 15% de la ampliación, dado que el 85% restante se había completado cuando las obras se paralizaron por primera vez a causa del concurso de acreedores de la empresa adjudicataria.
El ejecutivo local también recuerda que el Consistorio ha solicitado hasta en dos ocasiones incluir este proyecto dentro de las obras del Plan Edificant, para agilizar toda la tramitación en sede municipal, sin que la Generalitat haya aceptado esta propuesta.
