Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vecinos del edificio desalojado de okupas de La Vila Joiosa: "Ya podemos descansar y volver a la vida que teníamos"

Los residentes de la calle respiran aliviados tras casi una década sufriendo la insalubridad, ruido y delincuencia alrededor de este inmueble | Llevaban años reclamando una solución que llegó de manos del juzgado el pasado viernes

El edificio de viviendas que fue desalojado en La Vila y ha sido tapiado. David Revenga

Casi una década de intranquilidad, de ruidos, insalubridad y miedo. Los vecinos de la calle Doctor Fleming de La Vila Joiosa respiran ya aliviados tras el desalojo de los últimos okupas de un edificio de esta calle que llevaba años provocando problemas: "Ya podemos descansar y volver a la vida que teníamos antes"; un respiro a años de preocupación y de insistencia a las administraciones para lograr una solución que acabara con su calvario.

Un juzgado ponía el pasado viernes fin a casi una década de okupas en este inmueble de 15 viviendas situado en esta calle en la que también se alzan otros edificios así como pequeñas casas de una sola planta. En ella, también hay algún negocio, un instituto y campos de fútbol. Es decir, una zona residencial a la que se le acabó la tranquilidad hace unos años. Como ya publicó este diario, el edificio ocupado se trataba hace años de una finca nueva en la que solo llegó a vivir una familia como propietaria que tuvo que acabar abandonando su casa al verse superada por la mala convivencia.

Hace cuatro años, los vecinos ya denunciaban la situación después de que varias familias ocuparan los pisos que una entidad bancaria no había conseguido vender. Desde ese momento, todo fue a peor: ruidos hasta las tantas de la madrugada, carreras de coches, delincuencia, botellón, barbacoas en la calle, peleas y, sobre todo, suciedad e insalubridad por todos lados. A ello se sumaba algo más importante, el miedo a la reacción de los okupas cada vez que se les intentaba llamar la atención.

La parte trasera del inmueble, este lunes, aún con restos de basura. David Revenga

Pero ahora todo eso queda atrás y la tranquilidad se ha instalado entre los vecinos. Desde el pasado viernes, el tema "estrella" cada vez que se cruzan por la calle es el mismo: "Se han ido" o "Te has enterado que ya no están". Una situación que provoca el alivio de los residentes tras años de mala convivencia.

"Estamos muy contentos", indicó a este diario una de las vecinas de la calle, Darina Bonete. "Hemos abierto estos días la ventanas y no había ruido". Y es que llevan muchos años teniendo que "encerrarse" en casa para poder escuchar la televisión o con el aire acondicionado en verano por el jaleo que había cada día en la calle. Pero ese no era el único problema. Porque además se sumaba "que era todo un estercolero", por lo que ahora respiran aliviados por muchas razones.

Los residentes comenzaron a notar cambios en la zona a principios de este año. "Empezaron a desalojar algunos de los pisos y había vigilancia para que no volviera a entrar nadie", explicaron. Así, según se han ido produciendo alzamientos se han ido cerrando las viviendas. Los últimos okupas abandonaban las casas el pasado viernes después de un proceso "expres" iniciado por el juzgado.

En concreto, el de Instrucción número 2 de La Vila Joiosa que, junto a la Guardia Civil y la Policía Local pusieron fin a casi diez años de okupas. La jueza Consuelo María Martínez Molina ordenó el lanzamiento de estas viviendas con el visto bueno de la Fiscalía. Tres días tardó en resolverse el lanzamiento desde que el atestado entró en el juzgado, que lo hizo el martes. Ese mismo día la jueza dictó el auto, el miércoles se hizo el requerimiento para desalojar y el viernes se ha ejecutado. Todo ello forma parte del protocolo pionero creado el pasado año para agilizar los lanzamientos y evitar que se prolonguen durante años las ocupaciones ilegales.

Los accesos al inmueble en los bajos y en la primera planta fueron tapiados: "Se han cerrado los accesos y también se han puesto ladrillos en las primeras plantas y puertas de hierro", afirmó la vecina. Todo para que no vuelvan a entrar okupas en este inmueble.

Los vecinos no se creen aún que los años de peticiones y reivindicaciones de una solución por fin hayan tenido respuesta: "Después de años, la calle no tiene ruido por las noches". Porque no solo se deba la ocupación en sí de las casas "porque no tuvieran casa sino el ruido hasta las 3 o 4 de la mañana, el jaleo, la insalubridad... bebían en la calle y delante de un instituto". A pocos metros se encuentra el IES Marina Baixa así como otras instalaciones deportivas a las que acuden centenares de escolares y adolescentes cada día. A todo ello se sumaban carreras de coches en verano con el peligro que eso suponía para cualquier ciudadano que circulara por la zona, según los vecinos.

"A nuestros hijos adolescentes les daba miedo salir a dar una vuelta y pasar por ahí, no estaban tranquilos", añadió la residente en la calle. Ahora, tras casi una década "se hace hasta extraño tanto silencio, no estamos acostumbrados", indicó la vecina sonriendo.

Ahora solo esperan que la situación sea definitiva y no volver a pasar por algo similar. "Vivimos en una zona residencial, pagamos un IBI acorde a ello y solo esperamos poder vivir tranquilos", apuntan. Y aplauden las medidas que se han tomado en los últimos meses. "Al final, con el cambio de ley, se ha podido llevar a cabo. Los Cuerpos de Seguridad han estado muy pendientes y vigilando en los últimos tiempos y, gracias al juzgado y la implicación, ha sido posible. Los vecinos descansamos ya", concluyeron.

Este edificio es el segundo caso en La Vila. En junio de 2021, tras la firma del protocolo antes citado, la Policía Local de La Vila Joiosa desalojó un edificio ubicado en otro barrio que durante años ha estado ocupado de forma ilegal y había acabado por convertirse en un foco de continuos conflictos e inseguridad ciudadana. Se hizo tras ejecutar una orden judicial de lanzamiento dictada tras la sentencia firme del mismo juzgado que dirige Consuelo María Martínez Molina.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats