Con el inicio de la temporada alta a la vuelta de la esquina y como suele ser habitual en estas fechas debido a la altísima afluencia de turistas, el Ayuntamiento de Benidorm ha intensificado los controles de calidad sobre las playas de la ciudad. Así, el personal del laboratorio municipal ha comenzado a tomar muestras semanales del agua, de la arena y de los lavapiés en distintos puntos de todas las playas para certificar mediante analíticas el excelente estado de los tres elementos”, según ha explicado la concejal de Playas, Mónica Gómez.

Estas analíticas “son tremendamente útiles porque nos permiten disponer de información actualizada en todo momento sobre el estado de las playas, e incluso detectar posibles eventualidades que se puedan producir”, ha agregado la edil.

Durante la temporada alta, ha especificado, la toma de muestras y las analíticas por parte del Ayuntamiento se realizan de forma semanal, mientras que en los meses de menor afluencia y uso de las playas se realizan cada 15 días.

Además de ese control semanal, Gómez ha subrayado que “en caso de que se detecte cualquier incidencia, el personal del laboratorio toma muestras adicionales”. Algo que se ha hecho en los últimos días en un punto muy concreto de la playa de Poniente ante la presencia de pequeñas manchas amarillas en la orilla.

Según ha aclarado la edil, “las analíticas practicadas confirman que esas manchas, recurrentes en esta época de año, corresponden a una acumulación de polen de pino, que las mareas extraen hasta la orilla”. Esta presencia de polen, ha recalcado, “no afecta a la calidad del agua” y “tiende a disiparse de forma natural”.

Gómez ha señalado que “el hecho de haber tenido este año más lluvias de lo habitual en el litoral mediterráneo ha incrementado los volúmenes de polen en suspensión, y de ahí que su presencia se haya hecho más visible en la orilla de las playas”.

La responsable de Playas, que también está al frente del área de Sanidad, ha remarcado que “disponer de un servicio propio como el del laboratorio municipal posibilita que estas cuestiones se aborden de forma inmediata y sepamos casi al instante que estos episodios se deben a causas naturales”. Esta prontitud “hace posible dar una respuesta rápida de tranquilidad a los usuarios”, puesto que circunstancias como la presencia de polen en la orilla no afectan a la calidad de nuestras aguas de baño que “analítica tras analítica, son excelentes”.

Pérdida de la bandera azul

 Pese a que su calidad es excelente, las playas de Benidorm han estado últimamente en el foco mediático después de que la Federación Europea de Educación Ambiental decidiera este año retirar la bandera azul a la playa de Poniente, una decisión recurrida por el Ayuntamiento pero cuya alegación no fue atendida por este organismo.

La decisión de privar a Poniente de dicha distinción responde, según se quejó en su día el Consistorio, a un análisis del agua puntual realizado el año pasado, tras un episodio de lluvias, y que arrojó un resultado por debajo de la media en este arenal.

Desde el Consistorio defendieron entonces que las playas de Benidorm "están auditadas de forma constante por diferentes organismos y cumplen con las certificaciones de calidad más exigentes", ha añadido Mónica Gómez, quien ha aprovechado para recordar que desde hace más de una década las playas de Levante, Mal Pas y Poniente cuentan con la certificación Q de Calidad (ISO 13009), desde 2003 tienen la ISO 9001 y 1400, y desde 2010 cumplen también con el Reglamento EMAS, relativo a la participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambiental. A su vez, las tres playas, ha concluido la responsable del área, "están reconocidas con el distintivo de calidad SICTED y el año pasado obtuvieron además el sello Safety Beach" y que, además, existen otros parámetros, como la accesibilidad o los servicios que prestan las playas, que tanto en Levante y Mal Pas como en Poniente "son excelentes" y que tampoco se habían tenido en cuenta.