La Concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Benidorm, de la mano de la Policía Local, ha intensificado el control sobre el alquiler y uso de vehículos de movilidad personal en la ciudad. Para ello, se ha desplegado una campaña que opera en dos líneas: de un lado, informar a los establecimientos que se encargan del alquiler de estos vehículos lo que establece la ordenanza municipal y comprobar su cumplimiento; y de otro, hacer lo propio con los usuarios, según ha indicado el concejal del área, José Ramón González de Zárate.

El edil ha recordado que Benidorm fue "uno de los primeros municipios de España" en regular el alquiler y circulación de este tipo de vehículos y plasmarlo en una ordenanza municipal, para ordenar su uso "con las mayores garantías de seguridad para todos los usuarios de la vía, fundamentalmente los peatones”. Entre otras, se establecían limitaciones para el alquier, se exigía la contratación de un seguro o se prohibía circular por aceras o zonas peatonales a más velocidad que la de un peatón.

“Pese a todo –ha añadido-, hay quien no cumple, lo que genera quejas de conductores y de muchos peatones que sufren los excesos de velocidad de estos vehículos o su circulación por espacios que no deben, poniendo en riesgo al resto de usuarios y también generando daños en el pavimento de aceras y paseos”. De ahí que para atajar esta circunstancia, se haya desplegado esta campaña informativa sobre estos vehículos, fundamentalmente sillas de ruedas autopropulsadas y patinetes eléctricos”.

Según ha detallado, se han mantenido reuniones con los establecimientos dedicados en exclusiva al alquiler de este tipo de vehículos y también con las asociaciones de hoteles, apartamentos turísticos y campings para que, a su vez, trasladen toda la información a los establecimientos que ofrecen a sus clientes arrendar sillas de ruedas autopropulsadas.

Agentes de la Policía Local informan a pie de playa sobre la normativa para el uso de estos vehículos. INFORMACIÓN

En estas reuniones se ha recordado a los establecimientos que “la ordenanza fija que el alquiler de estas sillas de ruedas autopropulsadas está limitado a personas con problemas de movilidad acreditados, con minusvalías o que sean mayores de 55 años; y también se les ha recordado las sanciones a las que se enfrentan quienes incumplan la normativa y que pueden alcanzar los 500 euros”. 

En paralelo, en la vía pública, la Policía Local se está encargando de informar y recordar a los usuarios el contenido de la ordenanza, haciendo hincapié en por dónde pueden circular estos vehículos y las velocidades a las que pueden hacerlo, y trasladándoles que las infracciones más graves pueden comportar multas de hasta 500 euros.

En este sentido, la ordenanza prohíbe con carácter general a estos vehículos circular por las aceras, salvo en los casos de personas con movilidad reducida o diversidad funcional que podrán hacerlo a una velocidad máxima de 4 kilómetros por hora, el equivalente a la velocidad de los peatones.

Estos vehículos de movilidad personal tampoco pueden circular por los carriles-bici ubicados en las aceras, pero sí por los que discurren por la calzada. En las calles de plataforma única en las que esté autorizado el paso de vehículos podrán circular a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, como también podrán hacerlo por la calzada respetando esa misma velocidad; mientras que por los parques sólo podrán transitar los patines más pequeños.

Además, todos los usuarios de este tipo de vehículos están obligados a circular con casco y con un seguro de responsabilidad civil.

“Queremos que el uso de estos vehículos de movilidad personal, que tanto han proliferado en las ciudades, no genere problemas y que sillas y patinetes convivan en armonía con el resto de usuarios”, ha señalado el edil.  

Para carreras, despedidas de solteros o ir de juerga

Aunque su principal finalidad era la de dar servicio a personas con discapacidad, mayores o turistas con algún problema de movilidad y facilitar que todos ellos pudieran disfrutar de sus vacaciones sin mayores impedimentos, el uso de este tipo de sillas de ruedas a motor se ha extendido en los últimos años en Benidorm hasta el punto de convertirse en un quebradero de cabeza para autoridades locales, vecinos y empresarios turísticos.

Fuentes municipales calculan que en la ciudad se comercializan diariamente más de 500 sillas motorizadas, que según se publicita en distintas webs, cualquiera puede alquilar a precios que oscilan desde los 10 euros por día a los 50 euros por poder disfrutar de este vehículo durante una semana.

Así que, debido a su asequible coste y la comodidad que supone poder ir a cualquier lado sin tener que andar, el arrendamiento de estos carros se ha expandido entre turistas de todo tipo de edad, principalmente de Reino Unido. Entre sus usos más extendidos, se han detectado casos de turistas que las emplean para hacer carreras a gran velocidad en la vía pública, para festejar despedidas de solteros o para ir de juerga, lo que incrementa su peligrosidad al conducirlas bajo los efectos del alcohol y sin posibilidad de ser sancionados.