Todos los pronósticos sobre el turismo se han cumplido y la primera quincena de agosto termina con datos iguales a los que se registraron en el año 2019 y, además, en todos los destinos de la Comunidad Valenciana

Con un puente de agosto en el que se ha rozado el lleno técnico con un 94% de ocupación media, la Comunidad Valenciana puede afirmar que ya ha superado la crisis del covid-19 y que el turismo vuelve a comportarse con la normalidad habitual, y también con la fuerza y empuje de primer sector económico de actividad. 

El presidente de la patronal HOSBEC, Toni Mayor, ha sido muy gráfico al afirmar que “el turismo no tiene miedo a la inflación, demostrando su extraordinaria capacidad de resiliencia. Ni en el periodo de precio más alto de toda la temporada y seguramente de la historia, se ha visto retraído por las malas noticias económicas que leemos y escuchamos cada día”.  

La previsión apunta a que agosto finalizará con ocupaciones medias superiores al 90% en todo el mes, y muchos hoteles habrán colgado el cartel de completos en varios periodos del verano. 

Benidorm y València son los destinos preferidos para el mercado internacional. En ambos puntos, los turistas extranjeros suponen alrededor de un 50% del mercado, mientras que el turista doméstico es el que ha elegido Costa Blanca y Castellón de forma preferente con una cuota de mercado del 70% y 85% respectivamente.  

Sí hay que destacar el comportamiento de algún mercado merece la pena detenerse en la distribución de las procedencias internacionales en Benidorm. Los turistas portugueses están creciendo del orden del 50% sobre los datos de 2019 y se aprecia una mayor variedad de mercados presentes a pesar del dominio de los británicos que mantienen algo más del 27% de cuota. 

Puente de agosto

Precisamente este diario ya adelantó en las vísperas del puente de la Asunción que el sector turístico de la Costa Blanca se preparaba para vivir el mejor fin de semana del año en movimiento turístico, ya que el nivel de reservas superaba, incluso, en un 10% al que hubo en el mismo periodo de 2019. Se esperaba un volumen de negocio en torno a los 120 millones de euros en cuatro días, un 25% más que en el año anterior a la estallido de la pandemia pero con la derivada negativa del aumento de los costes de producción provocado por la crisis energética, lo que ha reducido la rentabilidad.

En el aeropuerto se programaron mil vuelos (200.000 turistas) entre el viernes y el domingo y Renfe dobló la capacidad de sus trenes. Y las pocas habitaciones libres que quedaron se cubrieron con la reserva de última hora.