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Rooftops en Benidorm: Un verano en las alturas de la ciudad de los rascacielos

Las "rooftop" se han convertido en uno de los reclamos de los hoteles de la ciudad con bares, tanto para clientes como visitantes, o piscinas | Transformar las azoteas entra en los planes de los alojamientos para futuras reformas

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Los "rooftop" se han puesto de moda en Benidorm David Revenga

Tener la sensación de estar casi volando sobre los tejados en plenas vacaciones. Benidorm es una ciudad de altura, pero no solo por la cantidad de rascacielos que se alzan en sus calles, sino también porque se puede disfrutar de los placeres del verano a decenas de metros del suelo. Los bares, pubs o restaurantes en las últimas plantas de los edificios más altos está de moda; son los conocidos como "rooftop" y en el municipio se han convertido en un auténtico reclamo para turistas y vecinos. Disfrutar de una copa, algo para comer o, incluso, poder bañarse sintiéndose como un pájaro es ya algo indispensable para muchos visitantes.

"Poder estar sentado con las vistas de los rascacielos de Benidorm y el mar de no tiene precio". Así lo describe uno de esos turistas que estos días pasan sus vacaciones en la ciudad. Las azoteas están de moda desde hace unos años y capitales como Madrid o Barcelona llevan tiempo explotándolas. En Benidorm, los hoteles y algunos edificios residenciales han apostado por explotar sus últimas plantas. Así, hay quien fue pionero y ya instaló un restaurante donde poder tomar una copa en lo alto antes de que la fiebre por estos espacios creciera. Ahora, contar con una terraza en el tejado ha comenzado a entrar en los planes de muchos alojamientos.

La terraza del hotel Madeira de Benidorm, una de las primeras en abrir. David Revenga

La oferta de este tipo de establecimientos ha crecido en la ciudad. Los "rooftop" se ubican en varias zonas desde donde las vistas del municipio son únicas. En el casco antiguo, cerca de la playa de Levante o en la zona centro... cualquier lugar es idóneo para tener una terraza con el mar de fondo y con el "sky line" al otro lado. "Se ha producido un cambio de tendencia aquí en los últimos años", indicó la secretaria general de la asociación de hoteles, Hosbec, Nuria Montes. "Hace cuatro o cinco años, la aceptación de este tipo de negocios que se instalaban en las alturas era muy escasa" pero "se ha empezado a poner de moda tener espacios de ocio en las azoteas", añadió. Una tendencia que viene importada de esas grandes capitales como Madrid o Barcelona pero que en Benidorm tiene un añadido: las vistas.

La tendencia a recuperar o transformar las azoteas es real, tanto en hoteles como en alojamientos vacacionales, según indicó Montes. "No solo sirven ya para instalar placas solares u otros usos sino que son un polo de atracción"; es decir, un reclamo añadido a los servicios que ya ofrecen los alojamientos.

En la capital turística hubo pioneros en ver que los tejados podían tener una vida más útil que servir para instalaciones de los hoteles. Es el caso del antiguo hotel Agir, en la avenida del Mediterráneo, que en los años 90 ya contaba con un restaurante en la última planta abierto no solo a los clientes del hotel sino a cualquier usuario. Así lo recordó Montes: "Entonces tenía seis plantas pero ya ofrecía vistas". El hotel Madeira, ubicado junto a la plaza de la Hispanidad y la avenida del Mediterráneo, fue otro de los que apostó hace años por explotar sus últimas plantas. Así, cuenta con un conocido restaurante en la planta 21 y una terraza donde poder contemplar el atardecer o las vistas de la ciudad.

Los hoteles cada vez más apuestan por estos incentivos en las alturas. David Revenga

Tras ellos, varios más... terrazas en la azotea de un conocido hotel en el Castell de Benidorm, el "D Vora Sky"; en el hotel Voramar, muy cerca del parque de Elche; o la recién estrenada en el hotel Primavera Park, frente al Ayuntamiento de Benidorm. En este caso, además, se ha añadido una piscina infinita en esa planta 17 en la que los clientes parece que estén volando sobre la ciudad. Este servicio es solo para los alojados pero, por la tarde, se abre la terraza a todo aquel que quiera disfrutar de las alturas.

"Nos planteamos crear ese espacio con la reforma", indicó la propietaria de este hotel en el centro de Benidorm, Sara Mayor. Antes "teníamos cuatro plantas menos y ya nos encantaba la idea por las vistas que tenemos desde arriba". Así reconoció que muchas veces "no se aprovecha lo que tenemos" y luego es un éxito de afluencia. De hecho, este nuevo establecimiento de ocio ha tenido una gran aceptación con "colas incluso" para tener una mesa. "Estamos muy contentos porque además la gente repite y no solo turistas, también vecinos de la ciudad".

Para ellos, "nos posicionamos como hotel con algo distinto". Y esa idea ha comenzado también a rondar en la cabeza de otros propietarios de establecimientos hoteleros. "Ahora mismo hay muchos proyectos para reformar hoteles y hacer obras y los hoteles se están planteando incluir esas piscinas y "chil out" en la parte más alta", indicó Nuria Montes. "Están viendo cómo incentivar las azoteas para uso lúdico, no solo de los clientes sino también para los de fuera", explicó. Los "hoteles fijan sus ojos en el cielo, cada uno en el suyo".

Estos espacios están abiertos al público para que puedan cenar o tomar algo en lo más alto. Y algunos de ellos cuentan con piscinas que se unen a la oferta, como el caso del H10 Poniente que cuenta con dos de ellas en la azotea. En este caso es solo para clientes. Otros recién reformados también las han incluido, como el hotel Los Arcos, entre otros. Tener una piscina en lo más alto del edificio es algo más cotidiano en algunos alojamientos, sobre todo, en aquellos que no cuentan con espacio en la parte inferior para ello. Así, se unen a otros incentivos nuevos como piscinas en el balcón de la propia habitación o decorar espacios comunes con temáticas como los años 50, por ejemplo. Todo para lograr el punto de diferencia. Además, tanto está de moda, que algunos residenciales también han decidido aprovechar su parte más alta. Por ejemplo, en el conocido InTempo, existe una zona de ocio para los propietarios.

Benidorm "con edificios tan altos y mucho espacio hace que las vistas sean muy bonitas", indicó la secretaria general de Hosbec. Algo que corroboran otras fuentes y propietarios de hoteles. Y también los propios clientes. "Vivo en Madrid y allí es muy normal ir a una azotea a tomar algo. Ha crecido mucho el número los últimos años. Pero las vistas no tienen nada que ver con antenas o aparatos de aire, aquí tienes el mar o la montaña", indicó una turista que pasa sus días en el municipio. Su pareja lo corrobora: "Poder tomarse algo en este tipo de terrazas es un lujo. Pocas ciudades pueden presumir de algo así".

Dos jóvenes se hacen una foto en el hotel Primavera Park de Benidorm. David Revenga

Hacerse una foto en estos lugares y subirla a redes sociales es casi ya algo imprescindible. Un gesto que provoca que casi haya marcada una ruta de "rooftop" que hay que visitar en Benidorm y que sirve de promoción de la ciudad. Un nuevo modo de mostrar el municipio que se suma a las múltiples actividades o enclaves que buscan los turistas para sus días de descanso. 

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