Ha empezado septiembre y, con él, en pocos días llegará el inicio del curso escolar. Un curso que en colegios como el CEIP Gasparot de La Vila Joiosa será, sin duda, muy especial porque será el del estreno de su reivindicado colegio: un nuevo centro que permitirá a la comunidad educativa poner fin a 15 años dando clase en barracones, tras una inversión cercana a los 7 millones de euros y que se encuentra ya en su recta final.

El Ayuntamiento y la Conselleria de Educación han comenzado a amueblar y dotar de material educativo a este colegio antes de recibir a los 450 escolares que, a partir del próximo día 12, está previsto que llenen sus aulas.

Mientras constructores, electricistas y fontaneros dan los últimos retoques al edificio, principalmente en el patio y otras zonas exteriores del recinto, los camiones de transportes no han parado desde hace días de descargar pupitres, sillas, pizarras, armarios, material deportivo y otros materiales escolares a estrenar, aportados por la Conselleria de Educación para vestir el nuevo colegio. Además, el Ayuntamiento, junto al equipo directivo, también ha trasladado hasta las nuevas instalaciones las cajas de libros, juegos y otros utensilios, junto a mobiliario en buen estado, del antiguo al nuevo CEIP Gasparot, con el objetivo de que todo esté listo para la llegada del alumnado.

El concejal de Educación, Xente Sebastià, ha asegurado que las prefabricadas del Gasparot “ya pertenecen al pasado”. “El traslado del material y la preparación de las aulas para el nuevo curso, a pesar de ser un trabajo costoso, lo afrontamos con la ilusión de ver hacerse realidad el sueño de 450 familias que verán como sus hijos e hijas se despiden de las aulas prefabricadas para, en apenas 2 semanas, comenzar un nuevo curso en un nuevo Gasparot digno, eficiente y moderno”, ha añadido el edil.

Un camino lleno de obstáculos

Aunque las nuevas instalaciones son ya una realidad, el camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. El Ayuntamiento de La Vila cedió a la Conselleria de Educación el solar para edificar este colegio en el año 2016, nueve años después de que la escuela comenzarse a operar "provisionalmente" en su totalidad en aulas prefabricadas. Una vez finalizado este trámite, la respuesta por parte de Conselleria fue inmediata, y se comprometió a acometer las obras, un compromiso que, no obstante, incumplió reiteradamente.

En abril de 2018, ante la paralización del proyecto, el gobierno local, formado por PSOE, Compromís y Gent per La Vila, convocó una manifestación para exigir a la Generalitat, mayoritariamente del mismo signo político del Ayuntamiento, que iniciase de una vez las obras de este centro: "No se ha puesto ni una piedra para paliar esta situación", declaró entonces el alcalde vilero, Andreu Verdú.

Finalmente, la Conselleria de Educación licitó la construcción de este colegio en diciembre de 2019, en una tramitación que se llevó a cabo fuera del famoso Plan Edificant, pero la empresa adjudicataria las abandonó solo cinco meses después, lo que cayó como un jarro de agua fría a alumnos, docentes y familias. El Consell tuvo que licitar de nuevo los trabajos en enero de 2021 y la construcción dio comienzo en agosto, con un nuevo plazo de ejecución de 12 meses, que podría decirse que se ha cumplido casi a rajatabla.

Fuentes del centro han explicado que lo que ahora son cajas repartidas por salas y aulas en unos días quedará completamente colocado para dar servicio a las dos aulas de Infantil de 2 años, seis para el segundo ciclo de Infantil y doce para Primaria con las que va a contar el colegio, que también dispondrá, entre otros servicios, de gimnasio, patios y pistas deportivas, comedor para 360 alumnos en dos turnos y cocina propia.

Otras infraestructuras pendientes

La Vila es el único municipio de la Marina Baixa que este año estrenará colegios. Y no uno, sino dos, puesto que este curso académico también será el del estreno del nuevo Doctor Esquerdo, en el que maestros y alumnos han estado la friolera de 40 años en barracones. En este caso, la previsión pasa por que el nuevo centro se pueda estrenar a mediados del curso, tras una inversión de 6,2 millones para la construcción de este nuevo centro por parte de la Conselleria y 1,3 del Ayuntamiento. A ellos se sumará otra inversión de 14,5 millones para el nuevo IES Marcos Zaragoza.

Igualmente, en esta localidad, los colegios Poble Nou, Mare Nostrum, La Ermita y Mª Francisca Ruiz Miquel estrenarán este curso aulas para niños de dos años, que se sumarán a la que ya está en marcha en el CEIP La Hispanitat y las que se van a incorporar a los dos colegios de nueva construcción, con lo que todos los centros podrán ofertar unidades gratuitas de P2.

No tendrán la misma suerte, no obstante, otras infraestructuras educativas de la comarca que llevan años reclamando actuaciones a la Conselleria de Educación debido al mal estado que presentan. La más sangrante, el Instituto Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm, cuyas obras de ampliación y reforma llevan más de una década paralizadas y sin fecha de continuación, mientras la mitad de sus 750 alumnos da clase en barracones.