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Benidorm: ¿Y estas calles quién las limpia?

La ciudad amanece a diario plagada de basura sin recoger en papeleras, contenedores y otros elementos urbanos, donde la mugre campa a sus anchas. El Consistorio reconoce que en verano la situación empeora y que es «urgente» actualizar el contrato

Una isla de contenedores, plagada de cartones y todo tipo de basura, en pleno centro de Benidorm, un día de esta semana antes del mediodía. David Revenga

La falta de limpieza lleva años siendo un problema para Benidorm. Muchos años. La ciudad, que lucha por dar en el exterior su mejor imagen para atraer al mayor número de visitantes, ofrece sin embargo la peor visión a pie de calle, debido a la acumulación de todo tipo de basura, de noche y de día, en paseos, zonas peatonales, parques o calles de nueva construcción, donde contenedores, papeleras y otros elementos del mobiliario urbano están comidos por la mugre que estos desechos ocasionan.

Hay espacios que apenas se limpian. Y, cuando se hace, es con poco personal y pocos medios. Por eso, la falta de aseo en todo el núcleo urbano acapara a diario decenas, cientos de quejas por parte de vecinos y de turistas. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) lleva más de tres décadas prestando de manera ininterrumpida el servicio de recogida de basura y limpieza viaria para el Ayuntamiento de Benidorm, uno de los contratos más jugosos y el que el Consistorio lleva años prorrogando y sin sacar a concurso ni abrirlo a la participación de nuevas empresas.

La última vez, desde que expiró la última ampliación en el año 2018, fecha desde la cual la contrata se viene prorrogando año a año, sin posibilidad de realizar ni la más mínima modificación en lo que lleva más de una década escrito blanco sobre negro. Esto es: zonas que hay que limpiar, maquinaria, personal y un sinfín de condiciones que han quedado más que obsoletas pero que se siguen sin actualizar. 

Un ejemplo. En el último año, Benidorm ha abierto cerca de medio centenar de nuevos viales en el plan parcial 2/1 de Poniente, donde hay numerosas viviendas cuyos habitantes sacan todos los días la basura, aparcan sus coches y salen a pasear. Sin embargo, estas calles no aparecen en el mapa de FCC, es como si no existiesen, de modo que no tienen operarios ni vehículos asignados para barrer o vaciar papeleras y contenedores. «Se hace con personal de otras zonas, cuando se puede», explica el concejal del área, José Ramón González de Zárate. 

Una bolsa de basura junto a una papelera hasta arriba de desperdicios y llena de mugre, junto al mercado municipal de Benidorm y a pleno día. David Revenga

Lo mismo ocurre con decenas de calles por las que antes pasaban coches y que ahora son peatonales. O con los parques de la Séquia Mare o el recientemente inaugurado de El Moralet, que tampoco existen para la empresa concesionaria y que, por tanto, tampoco se limpian a diario, sino «cuando se puede». O con la falta de renovación de los camiones que recogen la basura o los que se usan para el baldeo, algunos con más de diez años de antigüedad. O con decenas de contenedores que no se limpian ni se renuevan pese a su avanzado deterioro. O... La lista es interminable. 

Menos operarios que en 2012

A ello hay que sumar otras dos cuestiones que, unidas a lo anterior, empeoran aún más la situación en la que se está prestando este servicio. En el año 2013, sumidos en una de las peores crisis financieras que ha atravesado el Consistorio, el entonces gobierno local formado por PSOE y CDL aprobó un recorte de algo más del 25% en el precio de la contrata. O, dicho de otra manera, redujo en 3,9 millones el coste anual del servicio de recogida y limpieza, hasta dejarlo en poco más de 10 millones de euros anuales, dentro de un brutal plan de ajuste para poder atender todos los pagos. El precio y las condiciones acordadas entonces apenas se han modificado hasta la fecha, lo que hace que el servicio que se presta en la actualidad sea inferior, tanto en actuaciones como en personal, al que la ciudad tenía hace ahora una década. 

El tercer factor en discordia es el poblacional. A diferencia de lo que ocurre en muchas otras ciudades donde la población se mantiene más o menos estable durante todo el año, el número de personas que conviven diariamente en Benidorm y transitan sus calles fluctúa en varios cientos de miles en función de la temporada en la que nos encontremos: de las 100.000 a cerca de 500.000 personas en pleno verano. Y, a eso, se añade el hecho de que nunca, jamás, el número coincide con la población real censada: poco más de 69.000 habitantes, según datos del padrón municipal recogidos por el INE, y que, por tanto, paga sus impuestos en la ciudad. 

De este modo, no solo se produce un enorme desequilibrio económico, dado que con los impuestos de muy pocos se ha de pagar un servicio para muchos, sino que además el volumen de personas en los lugares más transitados hace mucho más difícil atender el servicio con tan poco personal: «Hay papeleras en el paseo de Levante que se llenan a la hora de haberlas vaciado. Por tanto, aunque se limpie la zona, al rato es como si no se hubiese hecho nada, porque lo que realmente haría falta es poder tener a una persona en ese paseo continuamente vaciando papeleras, algo que ahora es inviable», explica el concejal del PP.

Un macetero en la calle Mallorca de Benidorm, el "corazón" de la zona del turismo inglés, lleno de residuos. David Revenga

González de Zárate da más ejemplos: los contenedores azules de las zonas más comerciales no dan abasto para almacenar todo el cartón que las tiendas generan; los de envases y vidrio, en las zonas de restauración, tampoco. Por no hablar de los contenedores de carga lateral, llamados a desaparecer en el nuevo contrato, que se implantaron en 2013 como fruto del recorte del servicio y cuyo resultado ha hecho que los cubos permanezcan las 24 horas en la calle y que muchos ciudadanos incívicos no cumplan con los horarios y saquen sus residuos a cualquier hora. Basura de noche y de día. 

Discrepancias e incapacidad

Y por si todo lo anterior fuera poco, la falta de acuerdo entre los técnicos de Intervención y los de departamentos como Secretaría, Ingeniería o Contratación para dar luz verde a los pliegos ha hecho que el gobierno local de Toni Pérez sea incapaz de sacar adelante una nueva licitación, pese a gobernar desde 2019 con mayoría absoluta.

Como ya contó meses atrás este diario, el documento con los aspectos básicos de la contrata está más que definido y prevé una adjudicación por un periodo de 15 años y una cuantía total de 330 millones de euros, con un incremento progresivo de los costes hasta alcanzar los 20 millones anuales a partir del quinto año y en adelante. 

Nuevos viales de la zona de Poniente, que no aparecen en el mapa de FCC y que, por tanto, no tienen asignado personal fijo ni vehículos para barrer o recoger la basura. David Revenga

El concejal de Limpieza y Espacio Urbano afirma que los trabajadores de FCC hacen «a diario enormes esfuerzos» y que los técnicos que han redactado los pliegos «han apretado y luchado mucho para sacarlo adelante»: «Nosotros lo que queremos es sacar el concurso inmediatamente, porque Benidorm no puede aguantar más tiempo así».

¿Y cuándo será eso? El PP se escuda en la necesidad de nuevos informes, después de que un documento presentado en el último minuto por el área de Intervención, y tras más de seis meses sin pronunciarse, obligara en julio a suspender un pleno extraordinario en el que se iban a aprobar los pliegos. Y, mientras estos llegan, ¿quién limpia mi calle?

Una contratación que sigue bloqueada y sin calendario

Pese a que existen pliegos, decenas informes y dictámenes a favor, incluso de órganos dependientes de la Generalitat; de que se han realizado consultas previas a empresas y a ciudadanos; y de que se han cubierto muchos otros trámites que no se habían hecho nunca en ninguna otra contrata pública en la ciudad, la adjudicación de la nueva megacontrata de basura sigue bloqueada y sin fecha en el calendario municipal. ¿El motivo? Según el PP, la necesidad de nuevos informes, después de que un documento presentado en el último minuto por el área de Intervención, que obligó en julio a suspender un pleno extraordinario en el que se iban a aprobar los pliegos. Entonces, el técnico alertó de un desequilibrio económico que podría generar esta adjudicación, cercano a los 130 millones en total, y de otros aspectos del pliego que podrían beneficiar a la actual empresa. Desde el gobierno municipal defienden que son los técnicos de Secretaría, Intervención e Ingeniería quienes avalan los documentos y se justifica en que, hasta que estos departamentos no den luz verde, no avanzará en la contratación.

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