Concienciar sobre el valor social, cultural, económico y político del turismo es el objetivo de este día.
La importancia y necesidad del turismo ha quedado patente, más que nunca, desde la irrupción de la pandemia y sus consecuencias. Movilidad, seguridad y economía han sido siempre los tres grandes pilares del Turismo. Ya hemos recuperado la movilidad, pero tanto la seguridad como la economía transitan en sentido divergente.
La seguridad es un concepto con tres proyecciones: física, sanitaria y emocional. Y las tres deben converger en positivo. Ahora mismo, la seguridad está muy tensionada en el Este Europa por la vil agresión a Ucrania. La economía, el tercer factor, titubea en un proceso complicado que termina por añadir incertidumbre al momento que creíamos haber superado con acierto gracias al poder de marca y a los factores claves de compromiso y resiliencia.
Durante años hemos creado un producto, conferido un mercado, generado un universo de realidades en torno a él y construido una sólida estructura socioeconómica. El turismo es industria; una actividad cuyo propósito es transformar sueños y deseos en realidades de ocio y disfrute que generen felicidad. Hoy, cuando al mundo le invade la incertidumbre, el Turismo, sabedor de su fortaleza y necesidad, confía en superar el momento y volver a su senda de bienestar y satisfacción.
Reconociendo hasta ahora las oportunidades que el turismo ha generado, hemos de fortalecerlo con un cuarto, amplio y formidable pilar -la sostenibilidad- como garantía de futuro.
La sostenibilidad, factor transversal -social, ambiental, económica y energética-, se ha convertido en paradigma y nuevo campo de trabajo para que el Turismo pueda seguir generando riqueza y contribuir a seguir avanzando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Agenda 2030 y los 17 ODS siguen siendo nuestro reto. Y desde el ámbito municipal debemos seguir generando una alianza de sinergias con la sociedad y el sector en su transformación. La crisis nos ha inspirado y catalizado la creatividad. Y la pandemia ha acelerado la transformación del trabajo planteando desafíos; pero también grandes oportunidades. Sabemos que el turismo es un impulsor fundamental de la economía verde, de la economía azul y de la economía digital, con lo que debemos redirigirnos a un turismo regenerativo, más inteligente y seguro.
Hoy se hace imprescindible en esta celebración testimoniar que hemos aprendido las lecciones de la pandemia -de la pausa que supuso a nivel internacional- de la economía y las del clima y el Medio Ambiente. Al exponer nuestras debilidades aprendimos a ganar capacidad de resiliencia.
Desde Benidorm consideramos que repensar el turismo, tal y como pide OMT/UNWTO, es repensar nuestras estrategias y avanzar en el proceso DTI del Turismo Inteligente para el que es fundamental la normalización y el análisis eficaz del dato, el gran aliado en la gobernanza de las ciudades y los destinos turísticos. Hoy, los espacios de compartición de datos son un nuevo y potente objetivo.
Sabemos que el futuro inmediato está regido por una inflación desbocada y un consumidor con un poder adquisitivo muy mermado por el alza de precios. La entrada en vigor de nueva normativa comunitaria sobre el control de fronteras y una turbulenta situación geopolítica derivada de la guerra de Ucrania plantean una situación cuando menos complicada.
Por ello, insistimos en la necesidad de un PERTE para el Turismo -una industria que tiene muy clara la cadena de valor y redistribuye la riqueza mejor que otras- que, con carácter general, permita que la inversión llegue a todo el sector. También reclamamos una acción contundente que, en una suerte de EDUSI turística, sea palanca de modernización y reconversión de los grandes destinos pioneros de España, aquellos que, como Benidorm, ofrecemos una fuerte internacionalización y una larga trayectoria en beneficio del PIB nacional, generando y aportando mucho más de los recursos que nos revierten otras administraciones.
Necesitamos una financiación justa, sin demora y con la fórmula adecuada en unos tiempos en los que aún resulta más improcedente -si quiera pensarlo- ese nuevo impuesto mal llamado Tasa Turística. La concepción es inoportuna e innecesaria y desde Benidorm reiteramos: No y nunca.
Y en este día, Benidorm se compromete a seguir en la senda positiva de la sostenibilidad, la innovación y la accesibilidad universal, apoyándose en la tecnología, para mejorar la calidad de vida de residentes y turistas.
Y agradecemos, siempre, la fidelidad al destino Benidorm, que ha hecho que 2022 esté siendo muy bueno, a pesar de todas las incertidumbres.
Feliz día del Turismo.
