El Ayuntamiento de Benidorm ha puesto este martes en marcha una nueva iniciativa para ayudar a niños que padecen enfermedades cuyos tratamientos o necesidades no están por ahora cubiertos por los sistemas de salud públicos.

Se trata, además, de una acción que ya está en marcha en otros municipios y que muchos ciudadanos venían reclamando desde hace tiempo porque, además de su faceta solidaria, también contribuirá a cuidar el medio ambiente.

En concreto, el Consistorio ha instalado en la vía pública el primer contenedor en forma de corazón para depositar y reciclar tapones de envases, colaborando con la Fundación SEUR en su campaña "Tapones para una nueva vida", después de que la junta de gobierno local aprobara la firma de un convenio con esta entidad.

El convenio contempla la colocación de contenedores específicos para la recogida selectiva de tapones de botellas de plástico como el que ya hay disponible en la avenida de l'Aigüera, a escasos metros de la Casa Consistorial, así como la realización de una campaña de protección de la infancia más desfavorecida.

La campaña, según ha indicado la concejal de Medio Ambiente, Mónica Gómez, consiste en un proyecto destinado a recoger tapones de plástico para su reciclaje. Estos tapones serán posteriormente entregados a una empresa recicladora, que abonará por tonelada el precio de mercado existente.

El pequeño Leo, en primer término, junto a representantes municipales y de la Fundación SEUR, el día que le hicieron entrega del cheque para ayudar a costear sus tratamientos. INFORMACIÓN

La edil ha precisado que el importe que se obtenga por el reciclaje de los tapones recogidos en Benidorm “se destinará a la ayuda y auxilio de menores en estado de necesidad por enfermedades no cubiertas por los sistemas sanitarios ordinarios”, un aspecto que también viene especificado en el convenio suscrito entre las partes.

El caso del pequeño Leo

Además de su contribución a partir de ahora en esta acción solidaria, Benidorm conoce bien las actividades que realiza la Fundación SEUR gracias al caso de Leo, un niño de la localidad de 8 años de edad, que el pasado julio recibió un cheque de esta organización para ayudar a su familia a sufragar parte de sus tratamientos.

El presidente de la Fundación SEUR, Ramón Mayo, y María Teresa Rubio, directora de relaciones institucionales del grupo, fueron recibidos en el Consistorio por el alcalde Toni Pérez para hacer allí entrega de este cheque, por valor de 3.200 euros, a Leo G.A., con el objetivo de asegurar sus sesiones de terapia acuática como tratamiento frente a la Enfermedad de Hirschsprung, vinculada con síndrome de Down y poder así mejorar su calidad de vida.

El importe recibido por este pequeño se obtuvo tras recoger y reciclar 20 toneladas de tapones de plástico por parte de la recicladora ATECO, que es quien procesa los tapones que les hace llegar la Fundación SEUR y efectúa la donación, tal y como relataron entonces fuentes municipales.

A partir de ahora, los benidormenses también podrán contribuir para que más niños como Leo puedan beneficiarse de una ayuda para costear parte de sus tratamientos.