El Consorcio de Aguas de la Marina Baixa va a tener que destinar una parte importante del dinero ahorrado para hacer frente al desfase económico que se producirá en sus cuentas anuales debido al espectacular encarecimiento que se ha producido en el precio de la luz.

Y ello, a pesar de que el extraordinario episodio de lluvias registrado durante el mes de marzo llenó los embalses y acuíferos de modo natural, por lo que apenas ha habido que gastar energía para elevar y redirigir caudales.

La junta general de este organismo, del que forman parte la Diputación Provincial, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los ayuntamientos de Benidorm, La Vila Joiosa, Finestrat, l’Alfàs del Pi, Altea, La Nucía y Polop, ha acordado este miércoles distintas medidas para poder hacer frente a este gasto después de comprobar cómo el recibo energético, que abarca buena parte del presupuesto de esta entidad, ha experimentado un gran aumento en los últimos meses, habiéndose superado en más de tres veces el precio respecto al 2019.

El Consorcio de Aguas había presupuestado para todo el año 2022 algo más de 2.278.800 euros para poder hacer frente a los costes de la energía, de los cuales ya ha consumido hasta el 30 de septiembre 1.691.598. No obstante, coincidiendo también con esta fecha, la entidad deberá renovar el contrato con de suministro, para lo cual va a adherirse al acuerdo marco de suministro eléctrico de la Central de Contratación de la Diputación Provincial de Alicante, que, según los informes técnicos, representaría "la opción más ventajosa".

Ahora bien, pese a ser una "ventaja" con respecto a otras tarifas existentes en el mercado, los cálculos de la entidad cifran en otros 1,7 millones de euros el dinero que podría tener que llegar a desembolsar por la luz de aquí a final de año, una cantidad que está muy por encima de los 587.206 euros presupuestados a principios de año y que aún quedaban para consumir entre el 1 de octubre al 31 de diciembre.

Una de las infraestructuras del Consorcio de la Marina Baixa, en el río Algar. David Revenga

Y, lamentablemente, los números de la entidad no prevén una mejora, sino todo lo contrario. Porque, ya de cara a 2023, las previsiones cifran el aumento de los costes eléctricos en un  208,11%, hasta alcanzar los 7.021.173,53 euros, lo que, inevitablemente, acabará obligando a elevar por segunda vez en pocos meses la cuota de consumo del agua, tras la que ya se aprobó el pasado mes de enero, tal y como alertan los técnicos.

Modificación

Por el momento, y para hacer frente al desfase más inminente, un informe del ingeniero director de esta entidad, Jaime Berenguer, plantea la posibilidad de destinar al pago de la luz buena parte del ahorro que el Consorcio ha obtenido en el presente ejercicio. Por ejemplo, detrayendo 500.593 euros que el organismo tenía previsto gastar en la compra de agua desalada o los 330.865 presupuestados para la compra de aportes externos, a los que no ha sido necesario recurrir finalmente gracias a las intensas lluvias que hubo en la comarca en los meses de marzo y abril.

A ello se sumarán otros 100.000 euros que se iban a destinar a la redacción de estudios y trabajos y otros 252.037 que se iban a invertir en obras que finalmente no se han ejecutado, lo que sumado a los 587.206 que no se han gastado todavía en electricidad, sumarían los 1,7 millones necesarios para hacer frente al recibo.

El abastecimiento, garantizado

Otro de los asuntos que se abordó en la junta general del Consorcio fue la situación hídrica de la comarca, que gracias a las intensas lluvias de la primavera tiene garantizado el suministro para lo que resta de año y también para 2023.

De hecho, según las mismas fuentes, incluso a falta de tres meses para que acabe el año, todos los datos apuntan a que 2022 destacará por ser unos de los más lluviosos de los últimos tiempos.