Aires acondicionados a 18 grados y puestos las 24 horas del día; aparatos que dejan de funcionar debido a la escarcha que se forma por la baja temperatura a la que funcionan; o refrigeración puesta al máximo con las ventanas abiertas. La consecuencia de todos estos gestos no es otra que un gasto desmedido en la factura de la luz que se suma al aumento ya de por sí de los gastos; pero además un efecto muy nocivo para el medio ambiente. El incremento del coste de la energía está "ahogando" a los sectores productivos y también al turístico. Entre ellos, los apartamentos que han visto duplicada (y en algunos casos triplicada) la factura de la luz este verano. Por ello, los empresarios se plantean tomar medidas para rebajar el gasto que se ocasiona por este servicio y, también, por el mal uso que hacen algunos de los clientes.

Pero, ¿cómo? Pues desde la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Comunidad Valenciana (Aptur) ya hay opciones sobre la mesa en las que la tecnología juega un papel primordial. Así, según explicó el presidente de esta entidad, Miguel Ángel Sotillos, "se están planteando medidas para poder limitar el gasto energético" que pasarían por varias opciones. Desde sistemas que permitan "bloquear" la temperatura máxima y mínima a la que se puede poder un aire acondicionado y que no puede ser manejado por el huésped; establecer horas de uso; instalar detectores de presencia que enciendan los aparatos cuando sí haya personas; o que haya un tope de uso y haya que volver a encenderlo para que funcione.

Además, "este verano ya ha habido empresas que han puesto el servicio del aire acondicionado como 'extra' en las viviendas turísticas", indicó el responsable. Es decir, si "un cliente quiere usarlo deberá pagarlo a parte como ya se hace con otros servicios como las cajas fuertes, por ejemplo". Sotillos explicó que "ahora mismo hay mucha tecnología que permite hacer todo esto". Precisamente, Aptur se ha desplazado estos días a una feria especializada para apartamentos turísticos que se celebra en Málaga para conocer todas estas medidas de primera mano.

Apartamentos en Benidorm. David Revenga

Porque los empresarios del sector están "preocupados" por la subida de los costes, sobre todo, el de la factura de la luz. "Hay negocios que han duplicado la factura este verano de los apartamentos pero hay quien ha pagado tres veces más", añadió. Así, las cifras hablan: de un apartamento medio de 55 metros cuadrados que se pagaba entre 60 u 80 euros de factura (100 euros si el uso era mucho mayor por varios factores), se ha pasado a pagar de 200 a 240 euros. "Este gasto se come el beneficio y es una parte muy importante de los costes", aseguró el responsable de la entidad.

¿Puede llevar el aumento del coste al cese de la actividad de algunas viviendas vacacionales? Por ahora parece que el sector está dispuesto a resistir aunque no saben cuánto tiempo podrán hacer frente a esos gastos. "De momento no desaparecerá oferta pero todo dependerá de los precios de mercado. Si no se cubren costes o no se gana nada, habrá quien se plantee no alquilar alguna de las viviendas vacacionales", apuntó Sotillos.

Edificios de viviendas en la playa de Levante de Benidorm. David Revenga

Aunque no pierden la esperanza de poder resistir el otoño y el invierno como lo han hecho en otras épocas de vacas flacas. Las "viviendas vacacionales tienen mucha resiliencia"; es decir, saben adaptarse a los tiempos y así lo hicieron en la pandemia. "Hemos estado abiertos con la crisis sanitaria para dar alojamiento a profesionales, entre otros. Fue la peor temporada que hemos vivido", explicó el responsable de Aptur. Los apartamentos turísticos tienen "mucha capacidad de adaptación y son muy dinámicos", aunque reconocen que hace falta más implicación de algunas administraciones para poder enfrentarse a los problemas actuales.

Una temporada baja convertida en media/alta

Los apartamentos turísticos han vivido un verano casi atípico a pesar de recuperarse prácticamente la actividad turística. Una situación que se trasladará al otoño/invierno: "La previsión por ahora es irregular, no podemos dar saltos de alegría", indicó Sotillos. La entidad, que aglutina a cerca de un centenar de empresas y unas 4.000 plazas regladas en la Comunidad Valenciana, afirma que el modo de reservar ha cambiado al "hacerse con menos antelación" que hace unos años. Pero también "los modos de cancelación han cambiado y ahora se hace más cercana a la fecha prevista para el viaje". Así que hacer previsiones a veces es tarea complicada.

Aunque el sector de las viviendas vacacionales tiene la vista puesta en el mercado de centro y norte de Europa. El aumento de los costes de la energía está afectando a todos los países y los de esta parte no son una excepción como Alemania, por ejemplo. "Estamos viendo a ver si avanza la llegada del frío porque puede ser una oportunidad de recibir turistas de estos países para más larga estancia", indicó Sotillos.

Así, "si allí termina haciendo mucho frío y no pueden asumir los costes en sus viviendas, quizá una opción sea venir a Benidorm y la Costa Blanca". Es decir, que puedan pasar tres o cuatro meses en la provincia de Alicante en apartamentos los meses más fríos. Eso haría que la temporada baja pueda pasar a ser una media/alta en algunos casos. Algo que hace unos días también pusieron sobre la mesa desde el sector hotelero.

Con todo, otro de los mercados a los que miran los empresarios de los apartamentos turísticos son los británicos. "Hay que ver cómo responde el mercado de Reino Unido a toda la situación económica que tienen encima", indicó Sotillos. Aunque hay mercados que no renuncian a acudir a pasar sus vacaciones de otoño a Benidorm. Y ni siquiera el coste de la luz puede pararles.