Sillas y sombrilla en mano de camino a la playa; pasear por primera línea en manga corta; o tomarse algo y comer en una terraza bajo el sol. El verano se resiste a irse en Benidorm y no solo porque el tiempo acompañe y se viven temperaturas que superan los 25 grados; sino porque echar un vistazo a las calles de la ciudad es como viajar en el tiempo a hace unas semanas, cuando la temporada estival estaba en pleno auge. El puente de Tots Sants está siendo de récord en la capital turística donde se está viviendo un pequeño agosto de cuatro días.

Así lo corroboran los datos de ocupación pero también los que está registrando la hostelería en estos días en los que los más afortunados han disfrutado de un puente largo; otros lo hicieron el fin de semana; y los que no han podido, viven este martes como si fuera un domingo en el que se pueden relajar paseando por la arena, los paseos o tomando algo bien frío en una terraza.

La ciudad arrancó el viernes uno de los puentes más esperados después de que en octubre no se diera esta circunstancia. El sector turístico cierra unos días de buenos resultados que van marcando nuevos pasos en la recuperación y vuelta a la normalidad tras la pandemia. Para empezar, Benidorm está a tope con hoteles que han colgado el cartel de completo para el fin de semana y algunos para todos los días festivos. El buen tiempo ha impulsado la reserva de última hora y el sector turístico de la Costa Blanca prevé cerrar el puente del 1 de noviembre con una ocupación media del 88%, y puntas del 90% en muchos hoteles.

Ese buen tiempo beneficia sobre todo a la hostelería. "Está siendo un puente de récord", indicó a este diario Álex Fratini, miembro de la Asociación de Bares, Restaurantes, Cafeterías y Ocio Nocturno (Abreca) de Benidorm. Las terrazas y locales de la ciudad han estado prácticamente completos durante el fin de semana aunque "bajó un poco el lunes a la hora de comer"; pero por la noche, con la celebración de Halloween, la ciudad volvió a estar llena de gente al ser festivo este martes: "Había mucha gente disfrazadas y va a más cada año".

El sector de bares y restaurantes ha colgado en algunos casos el cartel de completos con mesas reservadas tanto para comer como para cenar. "Por la noche el fin de semana ha habido mucha gente; el domingo a mediodía también; y este martes es prácticamente un domingo", indicó Fratini. Así, encontrar una mesa libre se convierte en una búsqueda larga: "Antes no había tanta costumbre de reservar y con la pandemia ha venido para quedarse. Es algo bueno para todos, para clientes por la tranquilidad; y para los negocios también porque sabes que vas a tener gente y te pueden planear".

Las terrazas se llenan estos días de turistas nacionales y extranjeros en Benidorm. David Revenga

Para la hostelería, este puente de Tots Sants es "un mini agosto de cuatro días" con cifras de facturación y afluencia que están por encima de las mismas fechas de 2019. La media es de un 20% más que ese año antes de la pandemia, "algunos están en un 15% más de facturación y otros superan el 25%", añadió el hostelero. Unas cifras que marcan un récord más en un temporada turística que ha sido de oro en cuanto al gasto de los turistas y visitantes.

Caminar este martes por las principales zonas turísticas de la ciudad es encontrarse turistas y visitantes por todos lados. Muchos han aprovechado el buen tiempo para poner sus sillas o toallas en la playa, pasar la mañana y disfrutar luego de una comida en familia o con amigos en un restaurante. "Este martes es como un domingo. Se han sumado los que han venido para el puente con los que suelen venir los fines de semana a pasar el día", indicó Fratini. Porque muchos visitantes de otros municipios cercanos o de la provincia han decidido pasar este festivo del 1 de noviembre en Benidorm.

Un martes que sabe a domingo: "Pasean por la playa y luego van a comer lo que harían un domingo. La tradición del arroz cada vez está más arraigada". Un festivo que ha hecho que muchos negocios que tienen su día de descanso en martes lo "cambien a miércoles para poder aprovechar la afluencia de visitantes".

A todo ese turista o visitante nacional y de cercanía se suma el turismo británico. Las terrazas notan estos días una gran afluencia de estos visitantes debido a que los ingleses tienen estos días como sus fechas preferidas en el calendario además de tener festivos los más pequeños. "Hay muchos ingleses, se nota mucho en los negocios de la playa de Levante", añadió el hostelero.

Un tipo de cliente que hace que los turnos en los negocios se multipliquen. Los locales de hostelería llegan a hacer hasta cuatro turnos porque "los británicos comen y cenan antes; a las 12.30 horas están ya comiendo y cenen a partir de las 18 horas". Por ello, cada vez los negocios de hostelería se adaptan más a sus costumbres. Y es que los turistas de Reino Unido rondan el 50% de los viajeros totales que acuden a Benidorm en estas fechas.

Turista con maletas este puente en Benidorm. David Revenga

Pero aunque el sector vive uno de los mejores puente del año, las cuentas siguen sin salir para muchos: "La rentabilidad está por debajo de la de 2019 debido al aumento de costes", indicó Fratini. Las ganancias netas han bajado un 5% para muchos negocios y la previsión para final de año no augura mejores resultados. "Las materias primas han subido un 40% y el coste de la luz hasta un 100%, indicó el hostelero. "Estamos en facturaciones de 2019 pero con costes muy superiores a los de entonces. En nuestro sector hay empresas pequeñas que no hacen cuenta de explotación al mes, sino a final de año. Se están dando cuenta que la facturación es superior pero cuando hagan el cálculo anual verán que han ganado mucho menos", explicó el hostelero.

Con todo, la gran afluencia de visitante y turistas sigue siendo muy buena noticia. El sector pone la vista ya en los dos últimos meses del año y espera repetir resultados. El buen tiempo será una baza a tener en cuenta que quizá traiga, además, muchos más turistas extranjeros que busquen pasar el invierno alejados del intenso frío.