Se agota el plazo. El Ayuntamiento de Benidorm tendrá que prorrogar un año más el contrato de limpieza viaria y recogida de basura a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) ante la imposibilidad de adjudicar de nuevo el servicio antes de 2023. Y ello, a pesar de las deficiencias que el mismo arrastra desde hace años y de las que el gobierno local es plenamente consciente.

Así lo han reconocido fuentes del ejecutivo del Partido Popular, que lleva desde el pasado julio con el procedimiento paralizado debido a divergencias entre los técnicos implicados, y que ya tiene asumido que no podrá iniciar el próximo año con una nueva contrata, tal y como tenía previsto. 

Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) lleva más de tres décadas prestando de manera ininterrumpida el servicio de recogida de basura y limpieza viaria para el Ayuntamiento de Benidorm, uno de los contratos más jugosos y el que el Consistorio lleva años prorrogando y sin sacar a concurso ni abrirlo a la participación de nuevas empresas.

La última vez, desde que caducó la actual concesión en el año 2018, desde el cual se ha estado prorrogando anualmente hasta la ejecución de un nuevo concurso que sigue aún sin llegar y, lo que es peor, sin que nadie entienda por qué. 

De hecho, el expediente para licitar la nueva megacontrata de la basura lleva finalizado casi un año, con decenas de informes y consultas, que superan el millar de folios.

La falta de renovación del contrato lleva aparejada una falta de renovación en la flota de camiones y maquinaria, mucha de la cual se ha quedado del todo obsoleta. David Revenga

El alcalde de la ciudad, Toni Pérez, convocó el pasado mes de julio un pleno extraordinario para aprobar los pliegos y avanzar en la licitación, con el objetivo de que la adjudicación pudiese estar concluida antes de finalizar el año. Sin embargo, la entrada de un informe del departamento de Intervención poco antes de iniciarse este pleno, tras más de medio año sin pronunciarse sobre el expediente, obligó a suspender la sesión y a paralizar de nuevo el procedimiento de contratación, que sigue bloqueado hasta la fecha. 

Reparos de Intervención

Como ya contó entonces este diario, entre los reparos que recogía dicho informe, el técnico alertaba de que la nueva contrata, cuyo coste superará los 330 millones en un periodo de 15 años, podía poner en peligro la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera del Consistorio, al prever un notable aumento en los costes del servicio pero sin especificar las fórmulas con las que se pretende elevar los ingresos o reducir los gastos.

Y, en el peor de los casos, cifraba ni más ni menos que en 130 millones de euros el desajuste que se podría llegar a producir a lo largo de los 15 años en los que estaría previsto prolongar el servicio. Igualmente, el funcionario reprochaba a los redactores de los pliegos que no habrían hecho los deberes, al no haber incorporado un anexo concretando las medidas para obtener estos ingresos extra, entre los que mencionaba, inevitablemente, un incremento de la tasa de basura, que ahora asciende a 112,74 euros por vivienda, «para su completa financiación».

Además, el técnico destacaba también otros aspectos del pliego, como los 15 años de duración prevista y que no deberían exceder de los 8 o 10 años; la construcción de una base logística; la falta de un anteproyecto de explotación; la composición de la mesa de contratación o los criterios de adjudicación, entre otras cuestiones, aspectos que, a su juicio, beneficiarían a la actual empresa sobre el resto de licitadores. 

Medio centenar de calles de nueva construcción o parques como el de la Séquia Mare o El Moralet no están incluidos en el contrato, por lo que carecen de servicios ordinarios de limpieza o recogida. David Revenga

Pese a la contundencia de sus afirmaciones, fuentes municipales respondieron que todo lo que mantenía el informe de Intervención ya se había apuntado en otros informes previos de este mismo departamento y que se trataba de afirmaciones que ya habrían sido resueltas o contestadas por otros técnicos, como el secretario municipal o los responsables del órgano gestor del contrato, del que forman parte también técnicos de las áreas de Ingeniería o Contratación, por lo que consideraban que el mismo no venía más que a buscar una nueva paralización del expediente.

Sin embargo, desde entonces, ni se ha vuelto a convocar el pleno ni se han producido avances. 

Calles cada vez más sucias

Y mientras los técnicos se ponen de acuerdo en los aspectos de los pliegos sobre los que disientes, en lo que todo el mundo coincide es en la necesidad de una nueva contrata que ponga remedio, de una vez, a las deficiencias que presenta actualmente el servicio.

No en vano, la falta de operarios, la antigüedad de muchos vehículos y la necesidad de actualizar los requisitos para la empresa hacen que las calles de Benidorm amanezcan cada día más sucias, con basura sin recoger, que no haya baldeos con la frecuencia necesaria o que nuevos parques y medio centenar de viales de nueva construcción no estén incluidos en la contrata, por lo que no tienen asignados servicios ordinarios y se limpian únicamente de manera ocasional. 

El Ayuntamiento ha reconocido en múltiples ocasiones el "enorme esfuerzo" que realizan los trabajadores del servicio. David Revenga

El Ayuntamiento ha reconocido en multitud de ocasiones que los trabajadores de FCC hacen «a diario enormes esfuerzos» para sacar adelante el servicio, pero insisten en que el mismo está "desfasado" y es "incapaz de dar respuesta" a las necesidades reales de la ciudad, por lo que urge una nueva contratación.

Una prestación muy por debajo de las necesidades reales de la ciudad

Además de para regularizar la situación de un servicio público básico para cualquier ciudad, la relevancia de adjudicar una nueva concesión radica también en la necesidad de actualizar las condiciones en las que ahora mismo se está prestando el servicio de limpieza y recogida de basura en Benidorm, muy por debajo de las necesidades reales de la ciudad.

En el año 2013, sumidos en una de las peores crisis financieras que ha tenido el Consistorio, el entonces gobierno local formado por PSOE y CDL aprobó un recorte de algo más del 25% en el precio de la contrata. O, dicho de otra manera, redujo en 3,9 millones el coste anual del servicio, hasta dejarlo en poco más de 10 millones de euros anuales, dentro de un brutal plan de ajuste para poder atender todos los pagos.

Aquella reducción del precio trajo consigo una disminución de operarios, intervenciones y maquinaria que, desde entonces, no se ha vuelto a incrementar, a pesar de la brutal transformación que ha vivido la ciudad en la última década. La nueva contrata deberá resolver este desajuste que se prolonga desde hace demasiados años.