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Infrafinanciación, tasa turística y... realizaciones

El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, durante su intervención en el Foro.

El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, durante su intervención en el Foro. / Rafa Arjones

Toni Pérez, alcalde de Benidorm

Desde que se inició la descentralización del Estado hacia las autonomías los Ayuntamientos quedamos postergados en la captación de recursos públicos. Y muy especialmente los municipios que hemos centrado nuestra actividad en el turismo. Una infrafinanciación real que hoy seguimos señalando como estructural, pues aún en nuestros días hay, por decir algo, una escasa, incompleta e inadecuada atención de las legislaciones estatal y autonómica hacia los municipios turísticos.

La Ley de Hacienda Locales nos supuso una tremenda decepción por eludir la realidad de la actividad regulada y su relación con la población de hecho, dejando que por la vía de los ingresos sólo se centrara en la población residente y el censo inmobiliario -obviando la solución, el IVA turístico- aun sabiendo de la tremenda contribución que hacen y el valor añadido que generan, desde siempre, los municipios turísticos, así como la realidad del Turismo y su fuerza tractora de la economía.

En unas condiciones normales, el turismo aporta más de 175.000 millones de euros a las arcas del Estado, contribuye casi en un 15% al PIB y genera unos 3 millones de empleos.

Este mismo diario, el pasado 24 de noviembre, aludía al Ranking del Agravio municipalista en el que Benidorm, desgraciadamente, estaba en cabeza. Desajuste financiero entre población y necesidades, era y es la lectura.

Benidorm recibe del Estado una cantidad que representa el 15% de su presupuesto; así llegan 18 millones de euros, 30 millones menos de lo que nos corresponderían. Con este dato es fácil comprender la frustración y la consecuente reclamación en cuantos foros sea menester.

Reivindicar una financiación consecuente es una acción lógica, imperiosa y necesaria. Y lo es, porque es un problema que padecemos y sobre el que Benidorm lleva seis décadas reclamando solución. Y cada vez más cargados de razón.

Desde 1963 Benidorm reivindica una financiación justa para los municipios turísticos. Fuimos pioneros en la reclamación de una Carta Económica singular; una financiación extraordinaria por la necesidad de atender servicios sobredimensionados.

Todos los alcaldes de Benidorm hemos hecho de esta reivindicación una permanente bandera que no puede perpetuarse más en el tiempo. Y lo llevamos haciendo desde Pedro Zaragoza a hoy; y siempre exponiendo el problema y aportando la solución.

La compensación recogida en el artículo 125 de la Ley de Haciendas Locales en base a los impuestos de hidrocarburos y tabaco, dos materias que ahora mismo chocan con la sostenibilidad y la salud, además de con los ODS y la Agenda 2030, no es de recibo; y tampoco tiene repercusión.

Hay una solución más sencilla, práctica y eficaz: el IVA generado en el lugar. El IVA, que pagamos donde consumimos. Además, de esta manera, seas el tipo municipio que seas, tienes una actividad económica cuantificable.

Ha llegado el momento de reivindicarlo alto y claro porque son muchos los frentes en los que actuar en una ciudad donde personas empadronadas, residentes y turistas componen un conglomerado social al que prestar los mejores servicios.

Lo más grave es que se arbitran fórmulas, como el reciente Plan Extraordinario de Recuperación del Turismo, donde, en su primera convocatoria, a Benidorm, increíble pero cierto, se le ha negado la ayuda. Se hace incomprensible y más si con la lluvia de millones anunciada, se niega por falta de presupuesto.

Y mucho más cuando teniendo a mano el recurso del IVA generado se aprueba un nuevo impuesto para tapar la infrafinanciación.

Un nuevo impuesto que, en el caso de Benidorm municipio turístico, castiga a la industria regulada perjudicándola por triplicado: penaliza el alojamiento en el destino, perjudica a una industria tractora de la economía y rebaja nuestra competitividad.

Desde la mayor decepción con el Ejecutivo valenciano, insisto en lo nefasto que es el nuevo impuesto y reitero que NO y NUNCA Benidorm va a aplicarlo y luchará por su erradicación y retirada.

La decepción que señalo viene reiterándose en el tiempo. Al artículo 125 de la Ley de las Haciendas Locales le enmendó en 1997 el Partido Popular una Ley de Turismo de la Comunitat Valenciana con una figura de compensación que fue decayendo hasta su desaparición, y en la nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad se reduce en un 70% buscando, no entiendo otra postura, perjudicar a quienes producimos economía que permiten a gobiernos supramunicipales redistribuir a su antojo la riqueza que nuestros territorios generan sin compensación lógica y justa al esfuerzo.

La solución está en el IVA que generamos. El 100% de ese IVA lo recibe el Estado y sólo lo comparte con la autonomía, despreciando al municipio.

Una parte de ese IVA generado en el destino, en el alojativo y en el consumo turístico, es lo que planteamos desde Benidorm como solución frente a la implantación de un nuevo impuesto: dar a quien crea y reparte riqueza la parte que en justicia le corresponde.

Y esta acción sólo requiere de voluntad política.

Con este proceder impositivo -un nuevo impuesto a una actividad turística- humillan a los territorios que consiguen recursos que luego, desde los supramunicipal, distribuyen en regalías a su antojo y en poco o nada contribuyen a solucionar los problemas de los ciudadanos.

El IVA turístico generado por un destino como Benidorm recauda mucho más que el nuevo impuesto aprobado; impuesto sobre el turismo, una actividad que resulta más perjudicada que cualquier otra actividad de la economía nacional.

Un 5% del IVA generado en destino repercutiendo en el propio destino, sería ya una medida equitativa y justa para los municipios turísticos que desarrollan su actividad sobre el territorio. El turismo no se deslocaliza, es una actividad sostenible social, económica y medioambientalmente y redistribuye eficaz y generalizadamente la riqueza.

A pesar estas penalizaciones de infrafinanciación, imposición de un nuevo impuesto -que Benidorm no impondrá- incluida, la vida municipal no para, Benidorm sigue transformándose, reivindicando su legado de planeamiento urbano, con nuestro exitoso modelo de ciudad vertical que nos ha convertido en el paradigma del desarrollo urbano sostenible y en el que nuestro Plan Estratégico no ayuda en la transformación hacia una ciudad más amable, verde y confortable.

Hace unos días, el programa «Reduce tu huella», de La 2 de RTVE, destacaba que «Con Benidorm las apariencias engañan»; y así es. Destacaba el importante trabajo desarrollado en los últimos años que junto con la Hoja de Ruta Benidorm DTI+Seguro conforman el más ambicioso proyecto de transformación hacia el futuro y la resiliencia de una ciudad destino turístico que con un poco de ayuda motivadora es capaz de todo, incluso con una injusta infrafinanciación.