Controlar el nivel de ruido que hacen sus clientes como un mecanismo que permita al sector reconciliarse con sus vecinos y mejorar la convivencia entre turistas y residentes.
Propietarios y empresas que se dedican al alquiler de apartamentos turísticos estudian poner en marcha en Benidorm y otros destinos de la Costa Blanca un proyecto piloto para implantar distintas medidas con las que regularizar su actividad y controlar las buenas prácticas de las personas que se alojan en este tipo de oferta. Principalmente, en lo que se refiere a las molestias que generan al resto de residentes de los inmuebles, en la mayoría de ocasiones, debido al ruido.
El proyecto, denominado «WeRespect» —Nosotros respetamos— se basa en la monitorización de las viviendas de alquiler vacacional, mediante la instalación de unos medidores de ondas sonoras que controlan el nivel acústico y avisan, tanto a propietarios como a inquilinos, cuando el ruido sobrepasa el umbral de los decibelios permitidos, según ha explicado el presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos (Aptur), Miguel Ángel Sotillos.
El empresario explica que el primer aviso se realiza a través de mensajes en una aplicación móvil. Pero el sistema va aún un paso más allá, porque también prevé visitas presenciales a los propios apartamentos, mediante el servicio de un conserje nocturno que, en un periodo máximo de 25 minutos, acude al piso que no contesta las alarmas o no ha reducido los ruidos tras los primeros apercibimientos.
El presidente de Aptur, que también preside la patronal de las viviendas turísticas de la Comunidad Valenciana, apunta ya se ha realizado una primeras prueba piloto desde el mes de junio en 500 pisos de València con el apoyo económico de Turisme Comunitat Valenciana. Y que esta prueba piloto permitió saber «cuándo se producen las molestias, a qué hora del día o de la noche, y cuál fue el nivel de ruido real. Porque no es lo mismo que haya cinco o seis personas de fiesta a altas horas de la madrugada que a media tarde hablando alto mientras toman café», ha agregado el empresario.
En busca de financiación
Según los resultados obtenidos de la prueba piloto realizada en València, y que se han dado a conocer esta misma semana, en este periodo se registraron 323 señales de ruidos comunes (sobremesa con voces altas, televisión alta, música…) y solo cinco episodios de ruidos excesivos producidos por fiestas, que en todos los casos se acabaron solucionando satisfactoriamente, sin que el resto de vecinos acabasen interponiendo denuncias o quejas formales, ha explicado Sotillos.
Ahora, los empresarios de la Costa Blanca buscan financiación para extender este proyecto a Benidorm, donde hay 8.500 apartamentos dados de alta, y a otros puntos de la provincia con mucho alquiler vacacional. Miguel Ángel Sotillos mantiene que la campaña de apartamentos respetuosos, además de conceder un sello a los apartamentos implicados, también puede contribuir a fomentar el asociacionismo en el sector y a aflorar viviendas turísticas sin dar de alta.
Un escudo contra la turismofobia
Además de València, Madrid, Barcelona y Málaga son otras tres ciudades donde ya se ha puesto en marcha el proyecto «WeRespect» como un escudo para combatir la turismofobia. De hecho, el auge del alquiler vacacional en estas ciudades y el descontrol de muchos clientes que optan por pasar sus vacaciones en este tipo de alojamientos llevan años siendo un importante foco de conflictos en estas ciudades; sobre todo, en las zonas más turísticas de Barcelona.
Los gestores y propietarios de pisos de alquiler vacacional en Benidorm quieren evitar que en la capital turística de la Costa Blanca se acabe llegando a ese punto por las molestias que en ocasiones pueden generar sus clientes al resto de residentes. De ahí su voluntad de adherirse a este proyecto y de que sumar al mayor número de apartamentos registrados en la ciudad.