Benidorm sigue creciendo en habitantes pero sigue sin superar los 70.000 empadronados

La capital turística suma 620 empadronados en el último año y sigue la estela de aumento de residentes iniciada en 2021 tras la caía un año antes | El desarrollo de nuevas zonas urbanísticas unido a campañas como la tarjeta de residentes o los bonos, entre las razones para el aumento

Benidorm sigue incrementando el número de empadronados.

Benidorm sigue incrementando el número de empadronados. / David Revenga

Benidorm sigue creciendo en habitantes y lo ha hecho en el último año. En 2022, la cifra oficial de vecinos empadronados fue de 69.738, por encima de la registrada un año antes. Pero, a pesar de los esfuerzos, la ciudad sigue por debajo de ese umbral de los 70.000 habitantes que alcanzó en 2020 tras años también de incremento de residentes. La ciudad sigue sumando personas que quieren vivir en ellas y, entre las razones, estarían las campañas realizadas en los últimos años a favor de los vecinos, como la tarjeta de residente o los bonos consumo. Pero también que la capital turística no para de crecer urbanísticamente y levantar rascacielos que no solo se ven ya como segundas residencias.

Los datos del padrón a 1 de enero de 2022 así lo confirman. Estas cifras son las últimas oficiales que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) y fueron actualizadas a finales del pasado año. En Benidorm actualmente hay 69.738 habitantes censados, 620 más que solo un año antes cuando la cifra era de 69.118 personas. Así, es el segundo incremento de población que registra la ciudad tras descender los vecinos en 2021. Y es que en 2020, según las mismas cifras oficiales, Benidorm superó los 70.000 censados, con 70.450 personas inscritas. Así ha sido la cifra más alta registrada desde el año 2013 cuando se llegó a los 73.768 empadronados. El año siguiente, en 2014, se bajó a 69.010 y nunca se había vuelto a ver un siete en primera posición.

Benidorm vive en una batalla constante para lograr ampliar su padrón. Así, esa subida que se produjo por encima de los 70.000 llegaba tras varias campañas en las que se mostraban las ventajas de estar empadronado en la ciudad. Y también ayudó el Brexit con el que muchos ciudadanos británicos, que pasaban largas temporadas en el municipio, decidían ser vecinos oficiales del padrón. Pero la pandemia llegó y se llevó por delante parte del esfuerzo hecho, según confirmaron fuentes consultadas por este diario. Así, con la vuelta casi a la normalidad y de la actividad turística, muchos han decidido volver al municipio y fijar su residencia; o hacerlo por primera vez.

Ese incremento de 620 habitantes en un año supone que la ciudad vuelve a crecer por segundo año consecutivo. Y las razones no solo estarían en esa vuelta a las actividades que mueven a los residentes a empadronarse y que siguen en marcha, como la tarjeta de residentes para aparcar en zonas dedicadas en exclusiva a los vecinos o las ventajas a la hora de usar servicios municipales. Sino también en otras nuevas, como la puesta en marcha de los bonos-comercio (con tres ediciones desde diciembre de 2021) o el desarrollo de zonas urbanísticas que no solo están atrayendo a turistas para comprar segundas residencias sino también a vecinos para vivir en ellas.

Una de las calles céntricas de Benidorm llena de gente.

Una de las calles céntricas de Benidorm llena de gente. / David Revenga

Así lo explicó a este diario la concejala de Participación Ciudadana, Residentes Extranjeros, Atención al Ciudadano y Estadística, Ana Pellicer. "La lectura de los datos es muy positiva", explicó. Porque "la gente decide empadronarse donde vive" y eso es positivo para ambas partes. Para los vecinos, porque "obtienen beneficios en el día a día". Así, es casi desconocido que estando en el padrón se tiene acceso a la asistencia sanitaria (es el documento a aportar para la asignación de centro de salud por ejemplo), a las actividades deportivas, a los colegios o cualquier servicio municipal. Incluso algunos ayuntamientos ofrecen precios especiales o gratuitos para el uso de instalaciones si se está empadronado. Pero también se beneficia la ciudad porque, cuantos más vecinos, más beneficios del Estado recibe para ampliar servicios o mejorarlos.

"Hace años que ofrecemos servicios para los ciudadanos empadronados como las tarjetas de residente o ahora los bonos de comercio". Y eso hace que aquellos que sí viven en Benidorm pero no están dados de alta en el padrón hayan cambiado de idea. Pero hay más. Pellicer explicó que "el desarrollo de nuevas zonas urbanas también hace que el padrón crezca". Y esto parece casi una obviedad pero no lo es. En zonas como Poniente, en los últimos años, se ha dado un "boom" inmobiliario con la construcción de rascacielos. Así, en muchas ocasiones se piensa que se destinarán a segundas residencias o apartamentos pero no está ocurriendo eso: "Poniente es también una nueva zona residencial que atrae para vivir, no solo para temporadas turísticas", indicó la concejala.

Benidorm pretende seguir en la estela de intentar que todo aquel que viva en la ciudad esté inscrito en el padrón. Porque la ciudad tiene puesta la vista en un objetivo: alcanzar los 75.000 habitantes. Una tarea que se emprendió hace años y que parece que se resiste. "El objetivo en los próximos años sigue siendo ese", indicó la edil. Realizando campañas para seguir incrementando el número de empadronados". Así, entre otras razones, están los problemas que siempre han existido para que los residentes extranjeros hagan ese trámite. Pero también cuesta con los nacionales. Una cantidad de personas que, una a una, quizá permitirían superar esa barrera con la que el municipio tendría aún más beneficios.

Los municipios más grandes de la comarca ganan habitantes

La provincia de Alicante ha rebasado con esta última actualización la cifra de 1,9 millones de habitantes después de una década. Así, la gran mayoría de los municipios crecen en habitantes excepto algunas excepciones. Como Benidorm, algunos de los municipios de la comarca también han incrementado el número de habitantes, algunos de ellos además siguiendo la estela de los últimos años.

En La Vila Joiosa, el censo ha pasado de 34.684 personas a 34.828 en un año, según el INE. Así, el municipio rebasó los 35.000 habitantes en 2020 pero perdió el año siguiente. En 2019 tenía 34.673 y en 2018 eran 33.969.

En l'Alfàs del Pi, tras un descenso en 2020 en el número de habitantes, el municipio vuelve a subir: de 20.495 a 20.668 personas. Esta localidad ha luchado una batalla con el censo oficial en los últimos años para que reconocieran las cifras oficiales de vecinos. En Altea, el incremento ha sido de 363 habitantes en el último año, superando los 23.000 vecinos (23.010). Altea lleva incrementando su población desde 2019 cuando tenía 20.290.

En La Nucía se ha pasado de 18.108 a 18.624 habitantes en un año, según las cifras del INE. Se da la circunstancia que el municipio no ha bajado de la barrera de 18.000 habitantes al menos los últimos cinco años. En Callosa d'en Sarrià han ganado vecinos con 7.653 personas censadas actualmente por las 7.589 de 2021. Sube la población desde 2018. En Finestrat casi llegan a los 8.000 habitantes: 7.909 es la última cifra oficial. Un año antes era de 7.402 personas empadronadas.