Desembarco político en el Benidorm Fest: Carmen Calvo, Morant, Puig y gran parte del Consell

Que el Benidorm Fest no es solamente un escaparate para la capital turística de la Costa Blanca es algo más que evidente, y en el PSOE son conscientes de ello.

Un desembarco de cargos tanto locales -donde destacó el alcalde de Elche, Carlos González, que acudió a apoyar a Blanca Paloma- como autonómicos y nacionales se ha dejado ver durante esta semana en los distintos actos del festival, frente a un Partido Popular que ha dejado solo a Toni Pérez, alcalde de Benidorm, y al senador y portavoz popular en Elche, Pablo Ruz, junto a dos diputados nacionales, apoyando a Blanca Paloma. 

El festival, celebrado a pocos meses de las elecciones, es también una exhibición política. Un terreno en el que los socialistas se sienten cómodos y sacan pecho de la repercusión que el certamen -en el que el Consell ha invertido este año un millón y medio de euros- pueda tener en la ciudad gobernada por el PP y, por ende, en el turismo de la Comunidad.

En la pasada edición, se estimó que el Benidorm Fest generó un impacto de 13 millones de euros, una cifra que el presidente Ximo Puig se atrevió a augurar que se superaría en este 2023, aunque por el momento el concurso musical ha perdido fuelle con respecto al año pasado, al menos en lo que a audiencia se refiere.

Un impacto que serviría no solo para desestacionalizar el turismo en la ciudad, sino también para «aliviar» a un sector que se siente agraviado por el Consell debido a la aprobación de la tasa turística, contra el criterio de hoteleros y del propio secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. Para Puig, «estamos viendo una fusión entre juventud, música y turismo, que hace de Benidorm y la Comunidad Valenciana un destino inigualable»

La ministra Morant, con Fusa Nocta

Además del presidente, acudieron tanto la ministra de Ciencia, Diana Morant -de Gandia, igual que la finalista Fusa Nocta-, como la diputada nacional y exministra socialista Carmen Calvo, que visitaron el punto violeta instalado a la entrada del festival, y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez.

Por parte del Consell, además del presidente, asistieron las conselleras de Justicia, Política Territorial e Innovación, -las socialistas Gabriela Bravo, Rebeca Torró y Josefina Bueno, que no estuvo en la final pero sí en las semifinales-; junto con las responsables de Agricultura y Educación, Isaura Navarro y Raquel Tamarit, de Compromís.

Además, también visitaron el Palau l’Illa de Benidorm la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, y la subdelegada en Alicante, Araceli Poblador. En total, cerca de una veintena de cargos socialistas que no quisieron perderse el desenlace del festival que escoge al representante español en Eurovisión.

Visita anulada

Quienes no se dejaron ver en ninguno de los múltiples actos del Benidorm Fest, que comenzó el pasado domingo 29, fueron los representantes autonómicos del Partido Popular, conscientes de que el Consell es el gran benefactor del concurso televisivo.

Al margen del alcalde de Benidorm, Toni Pérez, los populares dejaron solo al senador y portavoz en Elche, Pablo Ruz, y a los diputados Agustín Almodóbar y Eduardo Carazo, apoyando a la ilicitana Paloma. El presidente de la Diputación y candidato a la Generalitat, Carlos Mazón, anunció en un principio su asistencia a una de las semifinales, sin embargo, terminó cancelando la convocatoria por cuestiones de agenda, ya que Feijóo celebraba un acto en València.

De hecho, de los alcaldes de la Comunidad con artistas de su ciudad participando en el concurso, el único que no acudió a ningún acto fue el alicantino Luis Barcala. Carlos González, de Elche, y José Manuel Prieto, de Gandia, sí se dejaron ver por la ciudad para apoyar a la cantante de Eaea y a Fusa Nocta, respectivamente.

Tampoco acudieron al festival ninguno de los representantes de Unidas Podemos en el Gobierno autonómico, el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, y la consellera de Transparencia, Rosa Pérez Garijo.