De hospital republicano a base franquista: La Vila devuelve el esplendor a una de sus villas con más historia

El Ayuntamiento inicia las labores de restauración de la emblemática Villa Giacomina, construida en la Malladeta por un sobrino del Doctor Esquerdo en 1920 y que congregó a intelectuales de la época, como Vicente Blasco Ibáñez. La vivienda, en avanzado estado de deterioro, albergó parte del Hospital Sueco-Noruego tras el bombardeo de Alcoy en la Guerra Civil

R. Pagés

R. Pagés

Fue una joya de la arquitectura vilera, no solo por su estructura y por su técnica constructiva, sino también por toda la historia que albergó en su interior. Sin embargo, el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas la sometieron a un estado de total abandono. Ahora, el Ayuntamiento de La Vila pretende que la Villa Giacomina realice su particular viaje en el tiempo con un proyecto para restaurar esta edificación y devolverla a su estado original. Y, además, para que pueda ser disfrutada por toda la ciudadanía.

El primer paso para ello se producirá este mismo jueves, cuando la junta de gobierno local va a aprobar el expediente para la redacción del proyecto de restauración y rehabilitación de la finca, que estará dotado con 40.000 euros de presupuesto y al que seguirá la propia actuación sobre el inmueble, cuyo coste podría rondar o incluso superar el millón, según las estimaciones realizadas en su día por el propio Consistorio.

De esta forma, La Vila pondrá en marcha toda la maquinaria para recuperar " uno de los monumentos más emblemáticos y queridos de nuestro patrimonio", como lo ha calificado el alcalde de la localidad, Andreu Verdú, para lo cual serán fundamentales los estudios previos que en los últimos años se han realizado en la vivienda.

Entre ellos, los trabajos de fotogrametría realizados por Vilamuseu; un estudio diagnóstico de los daños de la estructura elaborado por el Grupo de Investigación en Restauración Arquitectónica de la Universidad de Alicante; un levantamiento topográfico realizado por el Centre National de la Recherche Scientifique de Francia y la investigación documental realizada por el Archivo Municipal de la Vila Joiosa y Vilamuseu.

Vista del palacete, del que apenas queda en pie poco más que su estructura exterior.

Vista del palacete, del que apenas queda en pie poco más que su estructura exterior. / David Revenga

Masones, intelectuales, heridos de guerra...

La historia de este palacete, uno de los más tardíos de la arquitectura de estilo historicista de la provincia de Alicante y con elementos constructivos propios de la masonería, como los pavimentos de ajedrezado blanco y negro o la decoración que alude a las religiones islámica, cristiana y judía, podría representar por sí misma el argumento de una interesante película.

El doctor José María Esquerdo, considerado padre de la psiquiatría moderna, concedió a su sobrino, el también médico Alfonso Esquerdo Iborra, un pedazo de suelo en La Malladeta para que pudiera construirse allí una vivienda. Se ubicaba muy próxima a la zona donde años antes el psiquiatra había edificado uno de los primeros sanatorios para enfermos mentales del país y su propia oficina-estudio, en el interior de un torreón que levantó emulando el resto de torres vigía del siglo XVI diseminadas por toda la costa.

Al igual que su tío, Alfonso Esquerdo era natural de La Vila Joiosa, aunque emigrado a Argentina, donde se casó con Giacomina Bellami de Borgi, hija de un importante constructor relacionado con la masonería, como el propio Alfonso, y de la que tomó nombre el palacete que ambos ocuparon desde 1920 hasta 1922, cuando murió Esquerdo. Allí, el doctor recibió a intelectuales de la época, como Vicente Blasco Ibáñez, y también fue residencia de personajes ilustres, como el médico Manuel Bastos Ansart.

Con éste último, la Villa Giacomina vivió otro de sus episodios más gloriosos. Bastos Ansart, fue un célebre cirujano y traumatólogo de su época y una autoridad en el tratamiento de heridas de guerra que llegó a Alicante desde Madrid, para dirigir los quirófanos del famoso Hospital Sueco-Noruego de Alcoy, una institución sanitaria fundada en 1937 por organizaciones sociales y políticas escandinavas, que recaudaron fondos para ayudar a las víctimas republicanas de la Guerra Civil. Su labor llegó a inspirar incluso una de las obras que forman la serie Episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes; en concreto, la novela que lleva por título Los pacientes del doctor García, publicada en 2017.

En el bombardeo de Alcoy por la aviación italiana el 16 de octubre de 1938, varios proyectiles explotaron al lado del hospital y, si bien no hubo heridos, se decidió trasladar a parte de sus casi 700 pacientes y más de 30 sanitarios a la Villa Giacomina, donde Manuel Bastos se había hospedado con anterioridad.

Una fotografía antigua donde se observa cómo era el palacete de La Malladeta en su etapa de pleno esplendor.

Una fotografía antigua donde se observa cómo era el palacete de La Malladeta en su etapa de pleno esplendor. / INFORMACIÓN

Después, la División italiana Littorio, que tomó la Vila Joiosa para el bando franquista en los últimos coletazos de la guerra, ocupó un tiempo la casa y causó los primeros desperfectos, aunque su abandono se agravó a partir de los años 60 y se ha ido agrandando hasta la actualidad.

Sobre todo, después de que en 2019 un fuerte temporal de lluvia y viento derribara parte de su torreón, lo que obligó al Ayuntamiento a tener que demolerlo por completo y a tapiar las ventanas más próximas a la torre para evitar daños en el resto de la estructura.

Dos meses para la redacción

Fuentes municipales han explicado que la empresa a la que se adjudique la redacción del proyecto de restauración de la Villa Giacomina y su entorno tendrá dos meses para presentar este documento.

“El principal objetivo del gobierno local es el de recuperar el entorno de la Malladeta, con unos trabajos actualmente en desarrollo para su recuperación agroforestal, y eso incluye la reconstrucción de la Villa Giacomina. La población de la Vila Joiosa es consciente de la importancia que reviste la conservación de nuestro patrimonio, como bien local y por su alto valor histórico. Esta restauración pretende devolver el aspecto original de uno de los monumentos más emblemáticos y queridos de nuestro patrimonio, para continuar abriendo nuestra historia a la ciudadanía vilera y visitantes”, ha trasladado el alcalde de La Vila Joiosa, Andreu Verdú.

El inmueble de la Villa Giacomina no se encuentra catalogado en el catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de la Vila Joiosa en vigor, aprobado en 2004, debido al estado de deterioro en que se encontraba el inmueble cuando éste se redactó, lo que motivó entonces dudas respecto a la conveniencia o posibilidad de su conservación y recuperación por parte del equipo redactor.

“La evolución de los estudios sobre el inmueble desde entonces, y especialmente los realizados estos últimos años, han permitido disponer de un volumen mucho mayor de información, y por tanto conocer mejor los valores culturales del mismo y las posibilidades de intervención”, explica Xente Sebastià, edil de Patrimonio Histórico de la Vila Joiosa.

El interior de la villa durante unos trabajos realizados el pasado año por Vilamuseu para comprobar el estado de la construcción.

El interior de la villa durante unos trabajos realizados el pasado año por Vilamuseu para comprobar el estado de la construcción. / David Revenga

Igualmente, el edil ha destacado que “cuando se tomó la decisión de recuperar la Villa Giacomina, desde la concejalía de Patrimonio Histórico se han realizado numerosos estudios y planimetrías que han aportado la información necesaria para acometer poder acometer la restauración y ejecutarla con exactitud en un corto periodo de tiempo”.