Del Everest a la antigua Roma de Nerón gracias al metaverso

El entorno 3D creado con realidad virtual permitirá viajar por el mundo y a lugares insospechados a las personas con movilidad reducida o a aquellos que no puedan permitirse el viaje | Los expertos destacan los beneficios para colectivos como las personas mayores

El metaverso podría ser una de las formas de viajar en el futuro.v

El metaverso podría ser una de las formas de viajar en el futuro.v / David Revenga

Ver la muralla china en todo su esplendor; oír de fondo las olas del mar Caribe mientras se toma el sol en una tumbona en la playa; descubrir la Capilla Sixtina en Roma; subir al Everest; o comprar en un mercadillo de Praga. Todo ello son destinos que podrían estar en la lista de muchos viajeros, unos más aventureros que otros, y algunos de ellos al alcance de muy pocos. Pero poder acceder a ellos desde casa puede ser ya una realidad que irá en aumento con el paso de los años. ¿Cómo? A través del metaverso, un entorno 3D en el que la gente interactúa con sus avatares, que son representaciones de ellos mismos, en el que las posibilidades son inmensas, como el ciberespacio.

La palabra metaverso ha comenzado a sonar no solo en los ámbitos tecnológicos, sino en los más sociales. Incluso, la conocida marquesa Tamara Falcó lo utilizó en una de sus célebres frases: "me da igual que hayan sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto acaba". Esta realidad virtual parece que ha llegado para quedarse, pero ¿tiene aplicaciones más allá de las profesionales o turísticas? Es decir, ¿tiene una parte social para que hagan uso de él colectivos como los más mayores o estudiantes?

Los primeros estudios y los expertos apuntan a que sí. Que esta nueva realidad, que llevará a crear avatares que puedan interactuar con otros y recorrer el mundo, llegará para quedarse y que, más allá de ser un lugar donde reunirse para hacer negocios, compras o vender destinos turísticos, entre otras muchas aplicaciones, tendrá su vertiente más social y permitirá realizar viajes a personas que no pueden permitírselos económicamente; o a los que la movilidad reducida les impide realizarlos. Pero también se podrá acceder a espacios que físicamente sería impensables, como el Everest. Hay que tener en cuenta que el metaverso aún es una experiencia en pleno desarrollo y a la que, por ahora, no accede todo el mundo. Pero ya hay datos de cómo será la relación con esta realidad virtual en el futuro: en el 2025, el 25% de las personas del mundo pasarán una hora en el metaverso.

Para entrar en este entorno 3D, ¿qué es necesario? Para empezar tener un ordenador con 4-5 años de antigüedad como máximo. Se puede hacer con gafas de realidad virtual o sin, aunque la experiencia con ellas "es más inmersiva", según explicó a este diario el experto Alberto Lozano Porral (SIX 3d). Así, se deberá descargar una de las plataformas existentes y se podrá acceder a ellas. Por ejemplo, "Benidorm Land", la que muestra la ciudad al detalle.

Poder entrar con gafas de realidad virtual permite vivir más a fondo la experiencia aunque tiene un coste más elevado. Actualmente en el mercado se pueden encontrar éstas por una precio entorno a los 500 euros, aunque hay ejemplares para profesionales que pueden llegar a los 1.800 euros. Con todo, "viajar" por el metaverso más allá de las "apps" gratuitas también puede conllevar un coste adicional. Aún así, Lozano recalca que el metaverso "es asequible y democrático, con un ordenador se puede acceder y eso es una herramienta común".

"El metaverso es asequible y democrático, con un ordenador se puede acceder y eso es una herramienta común"

Alberto Lozano

— CEO de SIX3d

Por ahora, el metaverso "triunfa" entre los más jóvenes, sobre todo, aquellos "gamers" que están acostumbrados a moverse por la realidad virtual como pez en el agua al jugar "online". Pero "poco a poco podrá ir entrando mucha más gente que tenga un ordenador", indicó. Eso sí, el plazo es largo: "en 20 o 30 años" será algo mucho más utilizado.

Aunque los expertos, no solo en tecnología sino en salud, tienen claro que tendrá una vertiente social que hará que el uso de este metaverso sea más democrático: "Será fundamental para las personas que no puedan moverse por el motivo que sea". La realidad virtual en este entorno 3D con avatares "es una ventana abierta al mundo en la que, por medio de ese avatar, podrás estar tú a tú con otras personas" algo que "quita barreras", indicó Lozano.

Así, en el futuro, "según nos hagamos mayores, habrá gente que no sentirá sola". Y puso un ejemplo: "En pandemia se hacían videollamadas para poder hablar con los amigos o familiares. El metaverso permitirá meterse en sitios como 'Benidorm Land' y socializar con gente de otros sitios o con conocidos", agregó el CEO de la empresa. Las opciones son infinitas. Desde ir a la antigua Roma (de hecho en algunos museos como el de la Villa Romana de l'Alfàs del Pi ya se hace uso de la realidad virtual para ello); al Espacio; o hasta subir al Everest, algo que física y económicamente está al alcance de unos pocos.

La realidad virtual ya se utiliza en algunos museos como el de la Villa Romana de l'Alfàs del Pi.

La realidad virtual ya se utiliza en algunos museos como el de la Villa Romana de l'Alfàs del Pi. / David Revenga

Saber cuándo entrará de lleno en el día a día de las personas aún es una incógnita. Pero sí se van vislumbrando algunos de los beneficios que tendrá para colectivos como el de las personas mayores. Por ejemplo, en aquellos que, por una cuestión económica o de movilidad, no podrán moverse de casa o de los centros de mayores donde vivan. Así, podría contribuir en positivo a dos de los tres pilares con los que se mide el envejecimiento: los marcadores sociales y psicológicos.

"Una persona que está en casa y solo puede ver la televisión como una ventana al mundo, podrá a través de la realidad virtual viajar a otros lados"

Alfonso Soler

— Bioquímico y doctor en Sociología, presidente de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo

Así lo explica Alfonso Soler, bioquímico y doctor en Sociología, presidente de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo, quien indicó que "no está aún muy claro el desarrollo que tendrá el metaverso" pero sí puede tener aplicaciones muy positivas. Así argumentó que cuando a una persona le falla la movilidad, hace que esos dos otros marcadores no puedan interactuar. Es decir, no se pueda relacionar como antes, lo que "puede provocar que enferme". El metaverso o la realidad virtual y aumentada "se ha colado ya en todas partes. Si se utiliza para bien, es algo perfecto", añadió.

Pero, ¿cómo podrían usar los más mayores y que no pueden salir de casa esta tecnología? Soler indica que "una persona que está en casa y solo puede ver la televisión como una ventana al mundo, podrá a través de la realidad virtual viajar a otros lados" y sentirse más cerca de ellos. "Aunque no tenga movilidad física, sí está viajando". Todo ello favorece la "sociabilización" porque "pueden, por ejemplo, ir a un museo desde un centro de mayores de Alicante". Porque no solo es "ponerse las gafas y ver el museo, sino que estás viéndolo con más personas y acompañado".

Así opinan otros expertos como José María Gómez Reino, médico especialista en Geriatría: "A nivel mental y psicológico es muy bueno". Pero sí pone sobre la mesa que hay que diferenciar en cuanto a los mayores entre pacientes que "estén bien y se puedan beneficiar del uso de esta tecnología" para "jugar o estar con gente a otro lado" y, aquellos que tengan alguna enfermedad, hay que estudiarlo porque "les puede confundir mucho más o desorientar".

Así es el metaverso de "Benidorm Land".

Así es el metaverso de "Benidorm Land". / Six3d

El especialista indicó que esa parte positiva hace que tenga "beneficios a nivel mental" porque permitiría 'viajar' a aquellos que tampoco tengan posibilidades económicas y "disfrutar de actividades grupales a la vez". Entre los ejemplos, personas mayores que "nunca hayan visto el mar o que puedan ver a la familia que tienen lejos". Así recalcó que ya se trabaja en algún ámbito con la realidad virtual, per aún muy poco e indicó que sí tiene claro que acabará siendo una herramienta que se use en centros de mayores en el futuro y sea "normal dentro de las actividades grupales".

"El metaverso, a nivel mental y psicológico, es muy bueno. Pero hay que elegir bien a los pacientes"

José María Gómez Reino

— Médico especialista en Geriatría

Además, Alfonso Soler tiene claro que beneficiará a la autoestima y que "psicológicamente es muy satisfactorio". Así asegura que "las nuevas tecnologías ya están con nosotros y cuanto mejor las utilicemos, mejor". Y hay otra vertiente más allá del viaje: la de poder estar más cerca de su familia con una incursión en el metaverso: "En su cerebro la sensación es la misma que si estuviera con ellos".

De hecho, personas que ya han comenzado a moverse en este universo ya tienen planes con las Navidades a la vuelta de la esquina. "Mi hija está estudiando fuera y el día de Navidad vamos a quedar en una playa de San Bartolomé para poder vernos. Para ese día ya tendré mi propio avatar y podré interactuar. Es una manera de poder estar juntas ese día", explicó una usuaria del metaverso que añadió que "aunque no es una experiencia física si que podemos estar cerca emocionalmente".

Leire Bilbao, gerente de Visit Benidorm, también explicó que el metaverso puede ser muy beneficioso para las personas: "Para una persona que económicamente no puede viajar a lugares pero también para aquellos que podrían pero no tienen capacidad física para hacerlo". No solo por tener una movilidad reducida sino porque hay sitios donde no se puede acceder como el ejemplo del Everest.

Escuchar el mar o los sonidos de una playa

La experiencia en el metaverso es inmersiva. El avatar puede desplazarse por diversos escenarios donde reconocerá ciudades o conocerá los rincones más desconocidos de otras. Por ejemplo, es posible caminar por las calles de Praga conociendo palmo a palmo lo que ofrece la ciudad, descubrir uno de sus mercados tradicionales donde comprar cualquier objeto que se quiera. Todo virtualmente claro. Pero, según algunos testimonios, "viajar" en estas condiciones de realidad virtual despierta la necesidad de organizar una escapada a alguno de esos destinos que se han descubierto en la red.

"Es interesante para una persona que económicamente no puede viajar a lugares pero también para aquellos que podrían pero no tienen capacidad física para hacerlo"

Leire Bilbao

— Visit Benidorm

Porque el entorno en 3D no es solo cuestión de imagen. Se puede escuchar el mar, los sonidos de una playa, las campañas de la catedral o cómo aquellos que nos vamos cruzando en la escena hablan entre ellos y se alejan por la calle. Eso sí, falta algo: la sensación que da estar en el lugar o los olores de cada espacio. Por eso algunos ya han acuñado otro término: el "metaverse"; es decir, no dejar de lado los viajes reales por los de 3D.

La parte más educativa del metaverso

El metaverso tendrá una aplicación educativa. "Habrá un cambio de mentalidad en la educación", indicó Leire Bilbao. El profesor que "esté explicando la Capilla Sixtina, podrá hacerlo en el metaverso sin estar dos horas de cola para entrar y con todo el tiempo del mundo, algo que en el lugar no pasa". Además "se podrá acercar a las pinturas o explicar la técnica con mucho más detalle", añadió. Se podrá explicar momentos de la historia concretos con una experiencia inmersiva, como la Segunda Guerra Mundial, lo que puede "favorecer a interiorizar los contenidos, más si has podido estar en el sitio aunque sea en la realidad virtual".

Bilbao recordó que las generaciones más jóvenes "ya están ahí"; las Alfa y Zeta ya "juegan" en realidades virtuales. ¿Se podrá explicar el universo desde el metaverso? Todo apunta a que sí y que quizá será posible "viajar" entre estrellas y planetas".

Pero también servirá para otras aplicaciones como la medicina. La Asociación Gerontológica del Mediterráneo tiene un proyecto llamado "Domus" con el que "se ha creado una casa con realidad virtual en la que enfermeros o médicos se pueden poner las gafas para comprobar las dificultades que tienen las personas con algún tipo de problema" y conocer de primera mano cómo se sienten, explicó Soler.

Y otro ejemplo: asociaciones que necesitan profesionales en escenario de guerra podrán hacer uso de la realidad virtual para mostrar a aquellos que se ofrezcan a ayudar durante el conflicto lo que realmente encontrarán por el terreno. Todo un avance para evitar el miedo "in situ".