La Costa Blanca escapa a la inflación y mantiene en Semana Santa los precios de los hoteles de 2022

El coste de una noche se paga de media en los establecimientos a 96 euros aún a riesgo de resentirse su rentabilidad. «Hay mucha demanda, pero también mucha oferta», afirma Hosbec

Vista del skyline de Benidorm, con su planta hotelera y apartamentos turísticos.

Vista del skyline de Benidorm, con su planta hotelera y apartamentos turísticos. / David Revenga

L. Gil López

L. Gil López

A la espera de las reservas de última hora. Los hoteles de la Costa Blanca ven pasar los días y aguardan con expectación la llegada de la Semana Santa, ya que buena parte del mercado nacional apura para tomar la decisión del destino vacacional a las ventas de último minuto.

Los establecimientos hoteleros de la provincia son conscientes de que superar los datos de récord del año 2019, antes de la pandemia, es complicado, pero se muestran confiados en alcanzar el 90% de ocupación y en que muchos consigan el «lleno técnico».

En un contexto internacional marcado por la guerra de Ucrania y el alza de los precios, la Costa Blanca esquiva la inflación y ha apostado por mantener en Semana Santa prácticamente los mismos precios que el año anterior.

«Hemos aprendido que el mercado nacional deja las reservas para última hora»

Fede Fuster

— Presidente de Hosbec

El presidente de Hosbec, Fede Fuster, explica que una noche de hotel costaba de media la Pascua pasada 95 euros y estos mismos días serán 96 euros. El motivo lo tiene claro: «Hay mucha demanda, pero también mucha oferta. El año pasado no había turismo internacional por el covid, el tiempo no acompañó en esas fechas, con jornadas lluviosas, y había hoteles todavía cerrados; en cambio ahora está toda la planta hotelera abierta».

Y si han «sorteado» la inflación y no han subido los precios, por algún lado han de verse afectados los establecimientos: la rentabilidad sí que se resiente y toca los bolsillos, de modo que pasan de ganar 70 euros de media la Pascua anterior a 61 euros al asumir los costes y caer las ofertas de última hora.

El mantenimiento de media de los precios de los hoteles contrasta con lo que está pasando en otras comunidades autónomas, que a estas alturas ya tienen unas perspectivas muy positivas y esperan recibir al turista extranjero que no llegó en 2022.  

De momento, según el portal eBooking, las ciudades con más tirón de reservas son Madrid, Málaga, Sevilla, Granada y Barcelona, unas por el atractivo de la Semana Santa y otras que son tradicionalmente las más visitadas.

El precio de los hoteles sube un 22% de media en España respecto a la Semana Santa de 2022, según los datos de eBooking.

Hosbec, por su parte, asegura que ha «aprendido» que el mercado nacional va dejando pasar los días y espera casi hasta el final para hacer la reserva. «Tenemos todavía mucho por vender, son datos buenos de momento pero no lo que nos gustaría».

Este año la Semana Santa llega a primeros de abril y los días festivos varían según las comunidades autónomas. Los residentes de Madrid, uno de los nichos de mercado, llenarán las costa ya este próximo fin de semana, ya que los estudiantes de colegios, institutos y universidad no tienen clase desde el viernes 31 de marzo hasta el domingo 9 de abril de 2023.

Después de casi tres meses sin puentes ni festivos, la primera cita turística es un desafío para la provincia, que también mira al cielo para ver si se mantiene el buen tiempo de la última semana.

En ese sentido, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que la Semana Santa será cálida con ambiente suave y temperaturas ligeramente por encima de lo normal para la época y sin demasiadas lluvias en general, aunque aún existe incertidumbre meteorológica.

En un avance de lo que podría ser la Semana Santa, la Aemet ha asegurado que aunque la primavera suele «dar sorpresas en lo meteorológico», la semana del 3 al 9 de abril no parece que será «ni demasiado calurosa ni demasiado fría, sino con un ambiente suave».

Mientras, a nivel nacional los hoteleros, prevén una Semana Santa mejor incluso que las de antes del covid, con cifras de ocupación superiores y crecimientos en los precios también claramente por encima de entonces. 

En general, en estas primeras vacaciones del año se registrarán ocupaciones superiores al 70%. El hecho de que la Semana Santa caiga a principio de abril funciona mejor que si es más tarde, como ocurrió en 2019 y 2022.