José Manuel se reencuentra con sus ángeles de la guarda en Benidorm

Seguramente habría tenido muchos motivos para volver a Benidorm, pero ninguno más importante y más profundo que el que ha traído a José Manuel estos días de vuelta a la ciudad.

El hombre, natural de Gijón y que el próximo 17 de mayo cumplirá 84 años de edad, viajó a la capital turística de la Costa Blanca el pasado enero para pasar unos días de vacaciones junto a María del Carmen, su mujer y compañera de vida.

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Todo parecía ir sobre ruedas en aquellas vacaciones invernales hasta que el 22 de enero, mientras ambos paseaban por la primera línea de la playa de Levante, José Manuel sufrió un infarto que le llevó a perder el conocimiento y entrar en parada cardiorrespiratoria.

Una llamada al 112 para alertar de su situación llegó hasta la emisora del coche en el que Cyntia y Marcos, dos agentes de la Policía Local de Benidorm destinados a la sección de Playas, patrullaban por las inmediaciones, lo que les hizo dirigirse rápidamente hasta el lugar en el que se encontraba este matrimonio para intentar auxiliar al hombre y prestarle las primeras atenciones mientras esperaban la llegada del SAMU.

Sin pensárselo dos veces, la agente inició las maniobras de reanimación cardiopulmonar y consiguió que el corazón de José Manuel volviese a latir, pero fue solo un espejismo.

A los pocos segundos, un segundo episodio volvió a parar las constantes de este gijonés, lo que llevó a Cyntina a iniciar de nuevo la RCP y conseguir, por segunda vez, devolver a este hombre a la vida, antes de que los sanitarios del SAMU llegasen hasta el lugar y pudiesen hacerse cargo de la situación.

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Tres meses y medio después, sus vidas se han vuelto a cruzar.

José Manuel y María del Carmen han regresado a Benidorm, de nuevo a pasar unos días de asueto en la ciudad, y este martes se han reencontrado con los agentes que ya se han convertido en sus particulares ángeles de la guarda.

Agradecidos, se han abrazado, intercambiado los teléfonos e, incluso, el matrimonio ha obsequiado a los dos agentes con un queso de su tierra como agradecimiento por aquella acción, que salvó la vida de José Manuel y le ha permitido recuperarse y seguir su día a día como si aquello hubiera sido solo una anécdota.