Los vecinos del talud que se vino abajo sobre un edificio de Poniente de Benidorm miran al cielo

Las lluvias de los últimos días provocan nuevos desprendimientos de piedras sobre el inmueble afectado lo que mantiene en vilo a los residentes | El Ayuntamiento ultima la obra subsidiaria para retirar los escombros y reparar la ladera que superará los 200.000 euros

El talud que se desprendió en Poniente este jueves con marcas de la lluvia caída en Benidorm.

El talud que se desprendió en Poniente este jueves con marcas de la lluvia caída en Benidorm. / David Revenga

La lluvia de estos días en Benidorm se han recibido como agua de mayo tras semanas sin caer una gota. Pero no por todos. Los vecinos de un edificio de primera línea de Poniente miran al cielo estos días deseando que las precipitaciones caídas no agraven aún más la situación en la que se encuentran desde hace ocho meses cuando la ladera de detrás del inmueble se les vino literalmente encima tras otro episodio de lluvias. Los residentes piden que se dé una solución ya al problema mientras el Ayuntamiento ultima la parte administrativa para poder realizar unas obras "de urgencia" que superarán los 200.000 euros.

Pasar por la avenida Armada Española y llegar a la altura del número 15 llama la atención de los viandantes que estos días caminan por debajo de los soportales ante la lluvia. Las piedras y restos del talud de la parte posterior y las cintas de "no pasar" de la Policía local se acumulan en el pequeño callejón que llevaba (ahora ya no) a la parte posterior del edificio Velázquez. Los escombros llevan allí desde el pasado mes de septiembre cuando las intensas lluvias provocaron un derrumbe de madrugada que afectó a la vivienda del conserje y al restaurante ubicado en la parte baja del inmueble y obligó a su cierre.

El estrecho pasillo de la parte trasera se encuentra lleno aún de grandes piedras y una gran losa de hormigón que entró de lleno en esa vivienda del conserje que no estaba en ese momento. La situación es la misma, o incluso se ha agravado esta semana con las precipitaciones. "Han caído más piedras y lo que cae, unido con el agua, ha vuelto a atravesar la casa ya afectada y sale hacia el portal", explicó a este diario una de las vecinas del edificio que teme que, si sigue lloviendo, puedan producirse nuevos desprendimientos y la situación se agrave: "Tenemos miedo de que pueda afectar a un pilar del edificio al final y haya más consecuencias", indicó.

Hay vecinos que llevan dos noches casi sin dormir por el "miedo" que les produce que se repita la situación que vivieron hace ocho meses cuando el desprendimiento les despertó de golpe: "Hemos estado sin dormir con tanta agua por si pasaba algo más grave". Otros, como los del primer piso, "no han podido volver a su casa todavía", indicaron los vecinos. "El miedo es libre aunque digan que no va a pasar nada", añadieron otros residentes.

Entre los afectados está también el dueño del restaurante en el local de abajo del edificio. Javier Bautista es el gerente de este negocio abierto desde 1993 y no entiende cómo no se ha actuado aún: "Dicen que están en ello desde septiembre. Mientras, sigue lloviendo y desprendiéndose piedras, esperamos que no sea más grave y el miedo es que afecte al edificio entero". En su caso, los desprendimientos de septiembre afectaron a toda la maquinaria de la cocina y a la parte trasera del negocio y lleva cerrado desde entonces, "perdiendo dinero y clientes".

El propietario saca cuentas: una Navidad, una Semana Santa además de los puentes y fines de semana en los que Benidorm ha estado hasta la bandera; y el verano a la vuelta de la esquina. Solo del periodo vacacional de Semana Santa asegura que las pérdidas habrían sido de entre "15.000 y 20.000 euros". Y sigue sumando. Además, "vivíamos cinco familias de esto y estamos en ERTE" y pagando gastos. "A mi no me importa la parte administrativa, si no mi negocio", explicó y pidió que se solucione lo antes posible: "Se tendría que haber hecho antes para que los vecinos estén tranquilos y yo pueda seguir trabajando ahora que viene el verano".

Algo que pide el resto de vecinos. "Aunque al Ayuntamiento no le corresponda, podrían haber hecho algo ya", indicó una vecina. "Parece cachondeo" porque "solo nos van diciendo fechas para empezar pero nunca se empieza", añadió. La última de ellas que en el mes de mayo estarían en marcha las obras para retirar escombros y reparar la ladera. Aún así, indicaron que "agradecemos al Ayuntamiento que lo arregle, aunque sea de forma subsidiaria. Lo que no entendemos es que nos dejen con este miedo e incertidumbre y no hayan colocado al menos una malla para que no caigan más piedras.

Como ya publicó este diario, el Ayuntamiento aprobó las obras por urgencia y las asumirá de forma subsidiaria con un presupuesto de más de 200.000 euros que ya está aprobado en el presupuesto, como confirmaron fuentes municipales. Así se adjudicaron a una empresa aunque "ha habido que volver a adjudicar" al no poder realizarlas la primera. Las mismas fuentes explicaron que se ha realizado ya el estudio geotécnico y rematando las cuestiones técnicas "para empezar lo antes posible". Con todo, cabe recordar que las obras tienen una gran dificultad por la zona en la que se encuentran y lo complicado para trabajar en ella.